El gesto que hizo el diputado de Más Madrid Pablo Padilla en el Pleno del jueves, al simular un disparo mientras hablaba Isabel Díaz Ayuso, podría acabar en una posible sanción. El PP de Madrid ha exigido a Padilla que pida disculpas y dimita como diputado, mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha dejado en manos del presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, la apertura de un posible proceso sancionador.
Ayuso ha indicado que debe ser la Asamblea de Madrid quien decida sobre una posible sanción al diputado de Más Madrid Pablo Padilla, que simuló este jueves el gesto de disparar una pistola durante una de sus intervenciones en el Pleno de la Asamblea de Madrid. Precisamente, la Mesa del Parlamento regional decidirá en su reunión del próximo viernes, 31 de mayo, si inicia los trámites para abrir un expediente sancionador contra Padilla.
Padilla justificó luego su gesto, asegurando en redes sociales que «lo he hecho mientras Ayuso justificaba el genocidio, es el gesto de los francotiradores de Israel asesinando a 14.000 niños. Mi gesto es una anécdota, lo de Netanyahu es un genocidio. Ojalá el PP se indignara con él la mitad que conmigo», ha defendido.
En un vídeo compartido en redes, se ve a Padilla emular con sus brazos un arma de fuego y luego mostrar su rechazo a las palabras de la presidenta. Un gesto que llevó a los diputados del PP a acusar al parlamentario de Más Madrid de «amenazar» a Ayuso con este gesto, algo que negaban en el partido de Manuela Bergerot, desde donde indicaban que estaba imitando a un «francotirador israelí». Además, defendieron que a Pablo Padilla le pudo «la rabia» por las palabras de la presidenta sobre el reconocimiento del Estado Palestino.
Preguntada este viernes por lo sucedido, durante un acto en el Museo Arqueológico y Paleontológico Regional, en Alcalá de Henares, Ayuso ha indicado que «lo mejor» fue la explicación de Más Madrid de que a este diputado «le pudo la rabia».
No obstante, respecto a las consecuencias que su gesto pudieran tener, en forma de castigo, lo ha dejado todo en manos de la Cámara regional madrileña, que preside Enrique Ossorio: «Creo que el futuro de este diputado tiene que ser una decisión del Legislativo, de la propia Cámara, y poco más. Poca más importancia le voy a dar por mi parte. Será lo que decida el presidente de la Asamblea», ha zanjado.
En la Asamblea, la polémica va a más. El portavoz del Grupo Popular, Carlos Díaz-Pache, ha asegurado que el diputado Pablo Padilla no tiene más opción que pedir disculpas y dejar inmediatamente su acta, «un acta que, por cierto, ya le deberían haber exigido tanto Mónica García como Manuela Bergerot».
«Que un diputado simule un disparo, una ejecución, mientras habla la presidenta en el Pleno de la Asamblea es completamente intolerable. Es un comportamiento que no tiene excusa», ha advertido el PP.
También el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido la dimisión del diputado Padilla por hacer el gesto de la pistola, una petición que hizo desde «la legitimidad» de ser del «único grupo municipal» que «de verdad respeta y ha respetado las normas y la cortesía exigible mínima en democracia».
Vox, por su parte, ha exigido que se repruebe al diputado de Más Madrid y se le abra un proceso sancionador, que podría acabar con la suspensión de un mes de empleo y sueldo. La portavoz de Vox, Rocío Monasterio, ya sabe lo que es una sanción de la Mesa de la Asamblea, al ser suspendida 15 días de sueldo por su doble voto en una sesión plenaria.
Más Madrid, en cambio, cree que todo es una exageración. «Es muy perverso que al Partido Popular y a la ultraderecha les moleste más un gesto sacado de contexto que precisamente un genocidio retransmitido en directo. ¿En qué contexto era? Sacado de contexto, un gesto en una Asamblea, en un pleno, en el que está descontextualizado», ha explicado la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot.
Fuente ABC