Las argentinas rescatadas de una red de trata en Playa del Carmen y la sombra de “The One”
Uno de los mexicanos involucrados maneja un club con ese nombre en Puebla.
Esa es la histórica marca del proxeneta y ex agente de la SIDE Raúl Martins, detenido en México desde 2019.
Investigan su posible conexión con este nuevo caso.
Allá por los años 90, sobre la calle Chacabuco al 100, en el barrio porteño de Montserrat, existía un famoso prostíbulo con fachada de club nocturno llamado “The One”. Era la base de operaciones del ex agente de inteligencia Raúl Martins (76), por entonces uno de los dueños del sexo vip de Buenos Aires y poseedor una colección de videos sexuales que hacía temblar a más de un poderoso.
En “The One” había habitaciones y compartimentos secretos con cámaras que filmaban a los clientes. Hace pocos años se supo que quedaba pegado a un edificio que la SIDE había adquirido a través de sociedades fantasma.
Acorralado por las causas judiciales y las internas en la Secretaría de Inteligencia (en la que revistó entre 1974 y 1987 con la identidad de Aristóbulo Manghi y el falso oficio de profesor de Historia) Martins migró a México en 2003.
Allí, en el centro turístico hotelero de Cancún, abrió “The One, Internacional”, al que terminó cambiándole el nombre por recomendación de su entonces abogado. Lo hizo luego de que estallara un escándalo en 2004: fue acusado de pagar coimas a un inspector municipal para que no lo molestaran y de filmar a clientes con intenciones extorsivas. Incluso sus socios en el boliche se despegaron de él publicando una solicitada
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“The One Internacional Club”. Martins lo abrió en Cancún en 2003. El original quedaba en el barrio porteño de Montserrat.
Primero “The One, Buenos Aires”. Después “The One, Internacional”, en Cancún. Y como la tercera es la vencida, hoy la marca “The One” vuelve a aparecer en una causa judicial.
Aunque no trascendió en los medios, uno de los tres hombres involucrados en el caso de las 15 mujeres argentinas rescatadas en Playa del Carmen hace dos semanas – el mexicano Emmanuel Guevara Cordero- promocionada también un “club de hombres” en la ciudad de Puebla. Su nombre: “The One, Puebla”.
Puede ser casualidad, las casualidades existen.
Pero la Justicia mexicana, y también la argentina, no descartan que haya algo más y están investigando las coincidencias. Sobre todo teniendo en cuenta que la red desbaratada el 17 de mayo manejaba mujeres argentinas casi con exclusividad. Es más, de acuerdo al Facebook de Guevara Cordero, el 30 de mayo abrirían un local nuevo cuyos videos promocionales son mujeres argentinas invitando a la inauguración.
Las imágenes del club nocturno de México estaban publciadas en la cuenta de Facebook del detenido.
A la lista de casualidades hay que sumarle el dato de que Martins está en México, pero preso: fue detenido en 2019 por pedido de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. Desde entonces intenta esquivar la extradición a nuestro país, donde el Tribunal Oral Federal N° 7 lo espera para juzgarlo como jefe de una banda que explotaba sexualmente a mujeres.
Martins se viene resistiendo como gato panza arriba a ser extraditado. Hasta ahora ha logrado no viajar, en parte porque al emigrar se hizo ciudadano mexicano. Desde esa condición se encuentra batallando en la Justicia de México. Lo que no ha logrado es la prisión domiciliaria, cuyo otorgamiento depende de los tribunales argentinos.
En este aspecto tuvo malas noticias recientemente.
El 12 de abril último, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal convalidó una decisión del TOF 7, que el 4 de abril había prorrogado por seis meses la prisión preventiva de Martins. Los jueces Gustavo Hornos y Mariano Borinsky – de la sala IV- tomaron en cuenta “la naturaleza y dimensión de los hechos endilgados y la voluminosidad y complejidad que revisten las actuaciones”.
El 12 de abril la Cámara Federal de Casación prorrogó por seis meses la prisión preventiva que Raúl Martins cumple en México.
Quién es Raúl Martins
“Pese a tener 75 años y problemas de salud, la Justicia argentina le niega la prisión domiciliaria argumentando que no tiene jurisdicción porque la ejecución de la pena se lleva a cabo en México. A su vez, México también se la negó diciendo que Martins está detenido por orden de de la Justicia argentina y que ellos no tienen jurisdicción”, explicó a Clarín su abogado Facundo Álvarez en una nota publicada en diciembre pasado.
Por entonces, la Corte Suprema había decidido que el caso contra el ex espía continuara en el fuero federal. Para embarrar aun más las cosas, lo que sostiene Martins es que no pueden extraditarlo porque -además de ser ciudadano mexicano- es un perseguido político por su desempeño como agente de inteligencia.
“Martins fue detenido un día antes de que la orden llegara de manera oficial a la Justicia mexicana. Además, no fue detenido en el aeropuerto -como se dijo falsamente- sino en el centro de Cancún. Luego permaneció detenido ilegalmente durante un día a la espera que la orden llegara al juzgado de turno en México”, aseguró Álvarez en su momento. Clarín no logró contactarlo para esta nota.
Raúl Martins, al ser detenido en 2019 cuando intentaba ir desde México rumbo a Belice.
En nuestro país, esperan a Martins dos expedientes penales hermanos. En el primero ya fue procesado (con un embargo de diez millones de pesos) y elevado a juicio como jefe de una asociación ilícita dedicada a explotar mujeres con fines sexuales. Esta causa es la que tiene el Tribunal Oral Federal N° 7, del que depende mantener la prisión preventiva.
En el segundo expediente -directamente ligado al anterior- se lo quiere indagar por el lavado de dinero del negocio de los prostíbulos que él manejaba en Buenos Aires. En su momento de esplendor, en los años 90, llegaron a una decena.
Desde 2003, momento en el que decidió alejarse de la Argentina, Martins se fue haciendo fuerte en México, principalmente en Cancún (Quintana Roo) donde abrió varios boliches de sexo vip. En 2006 Martins se mudó definitivamente y logró que le concedieran la nacionalidad mexicana pese que allí se le había abierto una causa por proxenetismo (que no prosperó).
Raúl Martins en una foto tomada en Cancún, durante el esplendor de sus negocios en esa ciudad.
Al parecer, cuando lo detuvieron, Martins estaba intentado cruzar a Belice, un pequeño país que limita al norte con Quintana Roo. Fue entonces cuando comenzaron sus problemas, pese a la peluca negra con la que había intentado cambiar su imagen.
Fue entonces cuando Martins reveló que era ciudadano mexicano y eso frenó inmediatamente su expulsión, obligando a iniciar un proceso mucho más complejo, que fue monitoreado desde Buenos Aires por la Cancillería argentina y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex).
Durante años, Martins fue uno de los hombres más temidos por el poder en Argentina. Y eso se debió, en gran parte, a los videos sexuales con los que contaba para extorsionar a quien lo desafiara. En allanamientos realizados a fines de los 90 a algunos de sus locales se encontraron lugares especiales para embutir cámaras.
https://e446a4fc8c5d627a6a8da97569bbd7ed.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlUn joven Raúl Martins en 1996 durante el casamiento de su hija Lorena. El entonces juez federal Norberto Oyarbide, entre los invitados.
Todo ese poder se fue resquebrajando hasta llegar a 2019. El 11 de julio de ese año, la jueza federal Servini de Cubría procesó por asociación ilícita y explotación de mujeres al propio Martins y a dos familiares directos de Estela Percival, su última esposa: Natalia Percival (su hermana) y Virginia Solis (su madre).
Basándose en los números entregados en un juicio laboral iniciado por Claudio Lifschitz -quien fue abogado del ex espía y luego lo denunció junto a su hija Lorena Martins, con quien se puso de novio-, el ahora detenido llegó a recaudar un millón y medio de dólares por año por sus locales en Capital Federal (manejó 10) y casi dos millones por los que abrió en México, donde vive desde hace 16 años.
Un pesado en serio.. y con muchas conexiones. Las relaciones de Martins con “miembros del Poder Judicial, de las fuerzas de seguridad federales y provinciales y de la ex municipalidad de Buenos Aires” fueron denunciadas por Servini en su resolución de procesamiento. Ese fue el principio del fin para el ex espía.
Fuente Clarin