Por Laura Sierra
La votación en general arrojó que solo 72 legisladores votaron en contra del proyecto sobre 241 presentes, es decir, menos de un tercio; las diputadas de Pro María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato, entre los ausentes; el oficialismo también perdió el artículo que eliminaba las asignaciones especiales a expresidentes
o fue solo una derrota la que sufrieron el oficialismo y sus aliados de Pro en el recinto de la Cámara de Diputados. Fue una derrota aplastante. La votación en general de la reforma de la ley de movilidad jubilatoria, impulsada por los bloques opositores dialoguistas y el kirchnerismo, arrojó un resultado que, a priori, inhibiría la eventualidad de un veto presidencial, ya que solo un tercio de los legisladores se pronunció por el rechazo a la iniciativa. Los dos tercios restantes optaron por votar a favor, abstenerse o bien retirarse discretamente del recinto.
A la hora de la votación, había 241 diputados sentados en sus bancas. El resultado arrojó 160 votos positivos, apenas 72 negativos y 8 abstenciones. Es decir que el rechazo al proyecto cosechó menos de un tercio del total de los legisladores presentes. Este dato es clave y si bien no es definitorio, al menos revela que si el presidente Javier Milei concreta su amenaza de vetar el proyecto si el Senado la convierte en ley, la Cámara de Diputados ya ha dado una primera muestra de que no le sería demasiado difícil reunir los dos tercios que exige la Constitución Nacional para resistir ese veto.
Hay otro dato por demás llamativo que revela la votación: las ausencias. Hubo 16 en total, casi la mitad proveniente del bloque Pro. No hubiesen cambiado el sentido de la votación, pero no deja de llamar la atención que, entre los ausentes, figuren dos nombres por demás sugestivos: María Eugenia Vidal quien, como autora del dictamen de su bloque, argumentó duramente contra el proyecto que finalmente se aprobó. Tampoco estuvo presente Silvia Lospennato, lugarteniente de la bancada que conduce Cristian Ritondo; según supo LA NACION, Lospennato era partidaria de la abstención, pero primó el ala dura encarnada por Silvana Giudici, adlátere de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que propició que la bancada votara por el rechazo.
También optaron por retirarse discretamente del recinto los diputados Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández, los tres diputados peronistas que responden al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo que se escindieron del bloque de Unión por la Patria para conformar un bloque propio más cercano al calor del oficialismo. De hecho, votaron sin chistar la Ley Bases y el paquete fiscal.
Jubilaciones especiales a los expresidentes
La derrota del oficialismo fue doble. No solo porque perdió en la votación en general; también perdió en el artículo que proponía eliminar las asignaciones mensuales vitalicias que cobren los presidentes y los vicepresidentes de la Nación a partir de la sanción de la ley. Una iniciativa que Javier Milei propició en su momento en el proyecto original de la Ley Bases, pero luego eliminó en su última versión.
El jefe de la bancada de Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto, se pronunció duramente en contra. “Esto determina que los presidentes no tengan ningún beneficio por parte del Estado. El que pensó esto tiene una visión de la antipolítica muy perversa, cree que la política es para narcos, marginales y delincuentes, y piensa que el presidente cuando termine su mandato tiene que pedir trabajo. Eso es lo que piensa en su cabeza estúpida. Pedimos que se suprima este artículo. Todos lo que ya tienen este beneficio nadie se lo podrá sacar, esto es para el actual presidente y los que vengan. Es una lesión al reconocimiento de un derecho económico que debe percibir un expresidente”, sostuvo.
Ritondo, en cambio, anticipó que su bancada votaría a favor. Lo mismo el bloque libertario. Perdieron por una diferencia de apenas dos votos: 111 votaron en contra, otros 109 lo hicieron a favor y hubo 15 abstenciones. En este artículo el radicalismo, que en la votación en general había estrechado filas con el kirchnerismo, en esta oportunidad apoyó al oficialismo y a Pro. Sin embargo, no fue suficiente, porque dentro de las propias filas de aliados oficialistas hubo defecciones: las diputadas Carolina Píparo y Lorena Macyszyn, de Buenos Aires Libre, y Oscar Zago –ex jefe de bloque libertario- y Eduardo Falcone votaron en contra.
Fuente La Nación