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Explorar las diferencias entre caminar descalzo y usar zapatillas dentro de nuestra casa es esencial para comprender cómo afecta la salud de nuestros pies. Es por eso que seguimos las recomendaciones de un podólogo para saber que es más conveniente.
Conocé cuáles son las diferencias entre ambas prácticas y cuál es la más adecuada para preservar la salud de nuestros pies.
Diferencias para la salud del pie entre andar descalzo y en zapatillas
Juan Carlos Montero, podólogo, destaca que los seres humanos nacen para caminar descalzos, pero la realidad del clima y otros factores nos llevan a usar calzado.
La decisión sobre andar descalzo o con zapatillas dentro de la casa varía según cada individuo, según explica el experto al sitio web Cuidate Plus, quien detalla diversas razones que pueden influir en esta elección.
- Para los niños, se recomienda la libertad en el pie, ya que están en etapa de desarrollo y necesitan interactuar con el suelo.
- Por otro lado, los adultos mayores, más vulnerables, requieren cierto soporte incluso dentro de casa debido a problemas de equilibrio o afecciones como la artrosis.
Además, asegura que caminar descalzo en un entorno controlado, como el hogar, puede fortalecer la musculatura del pie y resultar relajante, pero es esencial considerar la seguridad del suelo y la presencia de muebles para prevenir accidentes.
Montero concluye que, en general, andar descalzo puede ser beneficioso para la salud de los pies siempre que se evalúen tanto las necesidades individuales como el entorno.
Consejos para cuidar la salud de tus pies
- Mantené una adecuada higiene: lavá tus pies diariamente con agua tibia y jabón, prestando especial atención a los espacios entre los dedos.
- Realizá ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: dedicá unos minutos al día a realizar ejercicios específicos para los pies, como flexiones, estiramientos y rotaciones de tobillo. Esto ayudará a mantener la flexibilidad y fortaleza muscular.
- Controlá el uso de calzado deportivo: reemplazá tus zapatillas deportivas regularmente, especialmente si practicás actividades de alto impacto como correr o hacer deportes de contacto. Un calzado desgastado puede aumentar el riesgo de lesiones.
- Hidratá la piel: aplicá crema hidratante regularmente para mantener la piel de tus pies suave y flexible. Prestá especial atención a áreas secas o agrietadas, especialmente en los talones.
- Cuidá las uñas: recortá tus uñas regularmente, evitando cortarlas demasiado cortas para prevenir problemas como las uñas encarnadas.
Fuente El Cronista
