SAN LUIS POTOSÍ, México.- Un hombre de 40 años, condenado por el Tribunal Municipal de Buey Arriba solo a tres años de trabajo correccional sin internamiento por el delito consumado de abusos sexuales a una niña de cuatro años, fue internado en prisión luego de la apelación de la familia.
Después de un año y tras un juicio de apelación, Maikel Solano Arévalo fue sentenciado a tres años de privación de libertad por el Tribunal Provincial de Granma, tres meses después de que, en primera instancia, el Tribunal Municipal de Buey Arriba solo le impusiera tres años de trabajo correccional sin internamiento, señaló el medio independiente Diario de Cuba.
“Yo apelé esperando mejores resultados, pero fue todo lo contrario. No estoy conforme ni estoy satisfecha, porque ya no puedo hacer nada. No puedo seguir apelando. Pero todavía me parece muy leve esa sentencia”, dijo a Diario de Cuba Yelenis Pinilla Espinosa, la abuela de la niña.
Para la familia, no obstante, la nueva sentencia continúa siendo leve.
El agresor es esposo de una vecina de la niña que a veces la cuidaba. En una ocasión, anterior a julio de 2023, aprovechó que la pequeña acudió a su casa, sin vigilancia de ningún familiar adulto, y allí, este la llevó a una habitación y abusó de la víctima.
La niña dio su declaración a los psicólogos de la policía y expuso “de forma certera y segura cada una de las acciones que ejecutó el procesado”, e indicó cuál era el lugar escogido por este para “satisfacer sus instintos libidinosos”, según consta en el documento penal compartido por el medio Martí Noticias.
Su relatoría y las declaraciones de la madre lograron probar la culpabilidad del sujeto, sin embargo, recibió una sanción leve.
Yelenis Pinilla, la abuela de la pequeña, reveló entonces que el caso evidencia la corrupción que existe entre jueces y fiscales. “Es impresionante y triste y porque el delincuente es un agente de la Seguridad del Estado cubano, que a esos son los que ellos reclutan, a los delincuentes mayores, ese tipo de personas es el que reclutan”.
Según el testimonio de la abuela, el hombre es un agente de la Seguridad del Estado, algo que es de dominio público en el pueblo.
La decisión permitía que el agresor volviera a estar en una posición de cercanía a la víctima y siguiera siendo un potencial abusador sexual, dejando desprotegidas a la niña y a su madre. Al hombre no se le ordenó previamente ninguna medida que le prohibiera acercarse de nuevo a la pequeña.
El acusado, que se declaró inocente, presentó testigos que fueron desestimados porque no se encontraban en el lugar de los hechos al ocurrir el delito.
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Fuente Cubanet.org