El Gobierno ha introducido la competencia para el reparto territorial de los préstamos del plan de recuperación. Si hasta ahora las transferencias destinadas a las comunidades autónomas solían repartirse entre ellas con criterios objetivos (desde la población a todo tipo de indicadores), la participación regional en el llamado Fondo de Resiliencia Autonómico tendrá un carácter mucho menos encorsetado. No habrá topes ni cuotas: los 20.000 millones de euros, que gestionará el Banco Europeo de Inversiones (BEI) –presidido por Nadia Calviño– en colaboración con el Gobierno y las propias autonomías, se asignarán en función de la demanda.
De momento, el Gobierno ha desbloqueado un primer tramo de 3.400 millones, destinados al sector privado, que permitirá acceder a la financiación para proyectos sostenibles en condiciones ventajosas, tanto en el coste de la deuda como en los plazos de devolución. De los 20.000 millones del conjunto del fondo, 16.500 estarán destinados a las empresas y 3.500 a las administraciones (estos últimos computarán como deuda de las comunidades autónomas). Se trata de parte de los 84.000 millones España podrá recibir en préstamos europeos gracias al endeudamiento conjunto de los Veintisiete que dio lugar al programa Next Generation EU.
En esta primera fase, la articulación del fondo se parecerá a la de los llamados Perte (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica), en el sentido de que los diferentes proyectos, independientemente de dónde se ubiquen, podrán optar a la financiación. Sin embargo, en este caso no serán las empresas, sino las propias autonomías, las que, de alguna manera, tendrán que competir entre ellas con sus propuestas estrella en los siguientes ámbitos prioritarios: vivienda social y asequible y regeneración urbana, transporte sostenible, competitividad industrial y de las pymes, investigación, desarrollo e innovación, turismo sostenible, economía de los cuidados, gestión de aguas y residuos y transición energética.
“El diseño de este fondo es flexible para poder financiar los mejores proyectos que contribuyan a un crecimiento económico sostenible y resiliente de las comunidades autónomas. En este sentido, el instrumento se desplegará en función de la demanda efectiva del mercado y de las comunidades autónomas, por lo que no se han establecido porcentajes de reparto o topes por comunidades autónomas. Los recursos se asignarán a través de distintos instrumentos financieros en función de las oportunidades de inversión”, asegura el Ministerio de Economía en una nota de prensa.
Este miércoles, el titular de Economía, Carlos Cuerpo, se ha reunido con los representantes regionales en la Conferencia Sectorial del Plan de Recuperación por primera vez en 34 meses. La reunión de este foro había sido demandada por diversas regiones, muy especialmente la Comunidad de Madrid. El propio Cuerpo ha reconocido en una rueda de prensa que el encuentro ha sido intenso, debido, entre otros aspectos, a las dudas de algunas regiones sobre la gobernanza del fondo.
En marcha en agosto
Finalmente, las comunidades estarán representadas en los llamados Consejos de Inversión, “que darán seguimiento al desempeño de este fondo, aprobarán las grandes operaciones de financiación a proyectos regionales y supervisarán la selección de los intermediarios financieros”, explica Economía. El ministro se ha mostrado confiado en que las regiones realicen cuanto antes los nombramientos que les corresponden, para que el fondo se puedan poner en marcha. Las primeras operaciones, ha dicho, podrían tener lugar en agosto.
Cuerpo: “Más adelante iremos viendo si es necesario proteger parte del fondo para las comunidades más pequeñas”
De momento, Cuerpo ha revelado que ya existe una demanda potencial de 1.000 millones de euros, según los cálculos del BEI, que será el encargado de aportar directamente los préstamos de los proyectos más grandes, entre los 50 y los 100 millones de euros. Esta financiación directa ascenderá a 2.000 millones de euros. Además, en este primer tramo se habilitará una segunda línea de 1.400 millones de euros para proyectos de menor tamaño, a través de otro tipo de instrumentos con la participación de intermediarios privados. Como es obvio, la financiación solo será posible si se ajusta al marco europeo de ayudas de Estado.
El ministro ha reconocido que el mecanismo competitivo podría perjudicar los intereses de las regiones de menor tamaño, y ha dejado la puerta abierta a modificar el sistema de reparto a medida que se vayan sacando el resto de tramos del fondo. “Más adelante iremos viendo si es necesario proteger parte del fondo para las comunidades más pequeñas”. Por ahora, no existirá un reparto territorial específico. El primero que llegue, se lleva el dinero.
El Gobierno ha introducido la competencia para el reparto territorial de los préstamos del plan de recuperación. Si hasta ahora las transferencias destinadas a las comunidades autónomas solían repartirse entre ellas con criterios objetivos (desde la población a todo tipo de indicadores), la participación regional en el llamado Fondo de Resiliencia Autonómico tendrá un carácter mucho menos encorsetado. No habrá topes ni cuotas: los 20.000 millones de euros, que gestionará el Banco Europeo de Inversiones (BEI) –presidido por Nadia Calviño– en colaboración con el Gobierno y las propias autonomías, se asignarán en función de la demanda.
Fuente El Confidencial