La inflación subió en 2022 más del doble que el salario medio. Ese es el principal titular que deja la Encuesta de estructura salarial, que elabora anualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE). La publicación del informe se produce con dos ejercicios de decalaje, por lo que en este caso tocaba analizar qué pasó durante el peor año de la crisis de precios, cuando el IPC se disparó, de media, un 8,4%. Las remuneraciones de los trabajadores lo hicieron mucho menos.
El salario medio se revalorizó un 4,07% (5,12% para los hombres y 3,5% para las mujeres). Rozó los 27.000 euros brutos anuales (en concreto, 26.948,87), con un incremento de más de 1.000 respecto al año anterior. Sin embargo, esto no fue suficiente para cerrar el butrón que abrió el mayor incremento de los precios en cuatro décadas, debido a la crisis energética y la guerra en Ucrania: el salario medio perdió 4,3 puntos de poder adquisitivo.
Los datos que ha dado a conocer el INE este jueves no significan que todos los trabajadores hayan sufrido una erosión de semejante tamaño. Primero, porque cualquier estadística de estas características está alterada por los trabajadores que salen del mercado laboral y por los que entran, de tal manera que el efecto composición supone un sesgo: no se monitoriza al mismo grupo durante toda la serie histórica, sino que cada año se elabora una muestra entre 28.500 establecimientos y 250.000 trabajadores, aproximadamente, con un cuestionario que deben cumplimentar.
En segundo lugar, porque la media se obtiene con numerosos salarios bajos que pesan poco y escasos salarios altos que pesan mucho. Es por ello que el salario mediano suele ser un indicador más fiable de la situación, al dejar por arriba y por abajo el mismo nuevo de casos. Sin embargo, los datos brutos de la encuesta aún no están disponibles, y en la nota de prensa del INE la media es el único estadístico que se refleja.
Es importante destacar que, un año más, las mujeres continuaron estrechando su brecha salarial respecto a los hombres. Si en 2021 el salario medio femenino era un 81,6% del masculino, ahora ya representa el 82,9%. Los hombres cobran, de media, casi 29.400 euros, mientras que las mujeres se quedan unos 5.000 euros por detrás. A este ritmo, el abismo que todavía separa a ambos géneros -en parte explicado porque hay más hombres en los sectores que más pagan- no se cerrará hasta 2035.
Otra forma de ejemplificarlo: el 24,2% de las mujeres tuvo un sueldo anual menor o igual que el salario mínimo interprofesional (SMI), frente al 10,3% de los hombres. “En esta situación influyó el mayor porcentaje de mujeres que trabajó a tiempo parcial“, destaca el INE en su nota de prensa. Los hombres que reciben remuneraciones elevadas (cinco veces el SMI o más) prácticamente duplican a las mujeres en la misma situación.
El efecto de la reforma laboral
El avance de este jueves deja otros datos interesantes. Uno de ellos es que, pese a la revalorización general, el sueldo medio de los trabajadores indefinidos cayó un 0,8% en 2022, al tiempo que el de los temporales se disparaba un 25.5%. Una vez más, se trata de un sesgo estadístico, en este caso como consecuencia de la reforma laboral, que entró en vigor el 30 de marzo de ese año. La conversión de contratos temporales en indefinidos -muchos de ellos a través de la discutida fórmula de los fijos discontinuos– hizo que los primeros pasasen de representar el 18,3% de la muestra al 11,7%. Como sus sueldos eran más bajos, esos temporales que pasaron a indefinidos presionaron a la baja la media salarial de este último tipo de contratos.
Pese a todo, los trabajadores con una relación laboral de duración determinada tuvieron un salario medio anual cercano a los 25.100 euros, un 6,9% inferior al conjunto. En el caso de los indefinidos, este ascendió a cerca de 27.200 euros, apenas un 0,9% por encima de la media.
La inflación subió en 2022 más del doble que el salario medio. Ese es el principal titular que deja la Encuesta de estructura salarial, que elabora anualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE). La publicación del informe se produce con dos ejercicios de decalaje, por lo que en este caso tocaba analizar qué pasó durante el peor año de la crisis de precios, cuando el IPC se disparó, de media, un 8,4%. Las remuneraciones de los trabajadores lo hicieron mucho menos.
Fuente El Confidencial