La trama es espesa, complicada, de una densidad pocas veces vista en Mendoza. Aparecen varios delitos allí, principalmente el de lavado de dinero a gran escala.
El culebrón involucra a jueces, fiscales y políticos de la provincia, quienes saben blanquear dinero a raudales para luego sacar la plata afuera del país, por medio de cuevas financieras, utilizando principalmente el banco Supervielle.
La base de operaciones se encuentra en el primer piso del hotel Hualta, ex Huentala, en calle Primitivo de la Reta. El que comanda la operatoria es un “peso pesado”, Julio C. empresario hotelero. También su hijo Leonel, y parte de su familia. Testaferros por doquier.
Es lo que han revelado puntuales fuentes de información a Diario Mendoza Today, acompañando el relato con alguna documentación, que será presentada por este cronista a la Justicia este mismo lunes. La denuncia apunta también a Pablo C. y Gaston B., otros de los operadores que abrevan allí.
Las transferencias las lleva a cabo una mujer, cuya identidad se mantendrá en reserva por ahora, cuyo centro de operaciones se encuentra en la recepción del Huentala y ostenta un “bunker” en la Peatonal Sarmiento desde donde maneja todas las transferencias al exterior. Principalmente a Uruguay.
La custodia personal de los bribones está a cargo de la vigilancia es un conocido excomisario general de la policía de Mendoza.
La pata restante la aporta la esposa de Julio C., que es escribana, con oficinas en 9 de Julio y Espejo. Actualmente trabajaba para el Cuerpo Médico Forense como perito, su nombre es Ana.
“Esta gente saca los dólares del Supervielle, inventa operaciones con clientes o ventas y después los dólares los ingresa al mercado ilegal, compra el dólar de baja denominación y los cambia por billetes de 100 en el mismo banco”, detalló a este medio uno de los informantes.
Y añadió: “Manejaban muchos de estos negocios turbios con Federico Pulenta. En San Luis operan con los Rodriguez Saa, que también son parte del Supervielle”.
No es el único empresario que aparece en la trama, también se deja ver la sombra del empresario J.M., también de J.P.C., dueño de un conocido shopping de Mendoza. Incluso se yergue la sombra del más grande empresario que tuvo Mendoza, E.P., cuya empresa terminó siendo estatizada.
Hombre de “turbinas tomar”, el hombre hizo sacar millonadas de dinero a través de este complejo sistema. Acto seguido, pidió un subsidio al gobierno. Caradura es poco.
Volviendo al lavador, Julio C., el reputado empresario hotelero, cuenta con su propia bodega como pantalla del lavado. Y no carece de antecedentes: fue detenido cuando trabajaba para Compañía Financiera Exprinter, una casa de cambio que funcionaba en Espejo y San Martín. En realidad, era el gerente del lugar, y ahí mismo es donde empezó su profesión de estafador y lavador de dinero.
Según pudo reconstruir este diario, vendía dólares que no declaraba a sus jefes, luego los recompraba con las ganancias de lo que había vendido y volvía a tener la misma suma en caja… y se quedaba con la ganancia.
Actualmente, como se reveló, maneja esta cueva polirrubro. Hasta tiene una mesa de dinero, donde los políticos y empresarios especulan con su dinero. Incluso con fondos públicos.
El rastro de sus fechorías no es nada desconocido: Mendoza Today habló con fuentes de la política y el mundo empresario y casi la mitad de los consultados confirmaron conocer la trama de marras.
“El que te dice que no conoce todo esto, te miente, es un sistema que lo usan los principales empresarios del país”, dijo a este medio un reconocido capitoste del sector gastronómico.
Y reveló una anécdota desconocida: “En una ocasión, un tal Pistone, que operaba con él -era quien recolectaba- se gastó mucha plata, lo detuvieron y secuestraron autos, casas, ahí se empezó a descubrir y quedar en evidencia las mesas de dinero y las cuevas que manejaba”.
El empresario confirmó lo dicho por otras fuentes: Andres P. sería el testaferro de Julio C. y quien maneja el Casino Enjoy. También mencionan a una tal Patricia, muy pero muy cercana al ostentoso empresario hotelero.
“Detrás de todo esto hay robos, homicidios, cuevas, lavado, políticos, jueces y fiscales. Hubo incluso un ministro de Seguridad que puso dinero de las multas en la mesa de Julio y le abrió una cuenta en Alemania, Leopoldo Orquin es el ministro. Genoud y Baglini, en engarilla, también le llevaban plata para que la sacara afuera”, insistió una de las fuentes.
La veintena de consultados para esta nota coinciden en lo global, apenas sí difieren en pequeños detalles. Incluso admiten que Julio C. cuenta con una protección enorme, no sólo desde los grandes medios, sino desde lo más alto del Ministerio Público Fiscal. Se trata de un funcionario que sería amante de la hermana de Julio C., mujer que a su vez vende los uniformes para la policía. Escándalo es poco.
Acaso como el que involucra a otro funcionario Judicial, que ocupa un cargo altísimo en la Subsecretaría de Justicia de Mendoza. Otro culebrón que está a punto de estallar, luego de que el hombre golpeara ferozmante a su novia, una conocidísima periodista. Sus enigmáticos tuits inquietan al hombre, que teme que la trama se conozca de un momento a otro.
La revelación sería fatal para su carrera, porque ya cuenta con un antecedente similar, con una joven que supo ser su secretaria y novia, y debió irse del país luego de ser golpeada por él. Dicho sea de paso, la publicación de aquel hecho fue una primicia de quien firma esta columna.
No es la única: el viaje fuera del país que hizo hace unos días el secretario administrativo del Senado, Pablo Priore, fue otra revelación por este escriba, que generó la elocuente furia de Alfredo Cornejo.
El gobernador mendocino intentó frenar aquella iniciativa del alter ego de Hebe Casado, pero Priore no dio el brazo a torcer. “Prefiero hacerte enojar a vos que hacer enojar a mi esposa”, le dijo. La venganza será terrible.
Fuente Periodico Tribuna