El órdago de Vox a nivel nacional contra la acogida de menores inmigrantes procedentes de Canarias no tiene eco alguno en Andalucía. La mayoría absoluta de Juanma Moreno en la Junta y la ausencia de acuerdos entre PP y Vox en las principales capitales resta cualquier influencia institucional a la formación de Santiago Abascal, y deja aislada una posición que plantea la devolución de los menores inmigrantes a sus países y que vincula su presencia en España con situaciones de inseguridad. «Lo que diga Vox, al Gobierno de Andalucía no le condiciona en absoluto. Sus palabras son declaraciones poco afortunadas que obedecen más a un eslogan que a la realidad. Nosotros, gracias a la confianza de los andaluces no tenemos ningún problema con esas declaraciones. Nuestra posición depende del interés general de los andaluces y lo que diga Santiago Abascal no nos afecta en absoluto», resumió el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco.El Gobierno andaluz mantiene un equilibrio en su posicionamiento sobre la polémica del reparto de menores inmigrantes acordado entre el Gobierno de España y Canarias con un cambio en la Ley de Extranjería. Por un lado, es muy crítico con la gestión del Gobierno de España, con la falta de financiación y diálogo y con el propio modelo que «no funciona». Pero, por otro lado, defiende una posición abierta a la acogida de menores inmigrantes, comprometida con que tengan un trato adecuado debido al sufrimiento que han padecido al dejar atrás sus países y defensora de la inmigración como un eje necesario del desarrollo sociodemográfico andaluz. «El problema de los menores no acompañados tiene como protagonistas a niños que cruzan el océano Atlántico hacia un país extranjero, y que se encuentran en una clarísima situación de indefensión, de forma que por supuesto que tienen que ser acogidos, y que hay que mostrar solidaridad . Andalucía es una tierra de acogida y que necesita la inmigración», detalló el portavoz del Gobierno, quien incidió en que la posición de Andalucía en la conferencia sectorial no estará condicionada por la amenaza de la formación de Santiago Abascal de romper todos los gobiernos autonómicos con el PP. Vox le respondió a través de redes sociales con mensajes que reafirman en sus posiciones: «El Gobierno de Juanma Moreno vende la seguridad de los andaluces por un puñado de billetes. Hay que cerrar los centros de menas (menores no acompañados) y devolverlos a sus países». La posición de Vox no sólo fue aislada en Andalucía por el PP. Desde el Gobierno central, el delegado Pedro Fernández , arremetió con dureza contra las últimas declaraciones de esta formación: «Hablar de machetes, de que van por las calles con los machetes, de que van violando como se ha escuchado a la ultraderecha española sobre los menores inmigrantes no acompañados (Menas) es perder los papeles absolutamente, perder la razón, perder la humanidad». Desde el PSOE, Juan Espadas , instó a que Andalucía forme parte de un gran acuerdo en materia de inmigración: «Hay que atender la crisis migratoria que padece hoy Canarias, pero que también padeció Andalucía en 2018. El PP debe ser coherente y decidir si su partido va a apoyar el acuerdo con el PSOE con el Gobierno y con el conjunto de comunidades y va a desoír al líder de Vox que le está echando un pulso». Así, Espadas animó a la Junta a distanciarse de las posiciones de la formación de Santiago Abascal: «No va a encontrar otro mejor momento de romper con Vox que éste tomando una decisión digna en términos políticos». También otras instituciones se desmarcaron de Vox. El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu , admitió estar «oyendo cosas horribles» hizo un llamamiento a todas las formaciones políticas: «Hay que huir de la demagogia. Son niños. Hay que hablar menos y aplicar más solidaridad».
Fuente ABC