El funcionario de Javier Milei se mostró optimista ante la desaceleración del aumento de precios y se refirió a por qué los bonos operaron con fuertes bajas tras la conferencia que brindó junto a Bausili el 28 de junio
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se refirió este jueves a la situación económica actual de la Argentina e insistió en el concepto de que el país salió de “terapia intensiva”. Confiado de que la inflación del mes pasado se va a ubicar por debajo de los cinco puntos, admitió un error comunicacional en la conferencia de prensa que encabezó el viernes anterior, cuando comunicó que el Banco Central migraría su deuda al Tesoro y los mercados reaccionaron de forma negativa. Además, el funcionario ratificó que todavía no saldrá del cepo y que tampoco habrá una devaluación.
“Espero que la inflación de junio esté por debajo de 5%, es la expectativa”, aseveró el ministro de Economía en Radio Mitre. Además consideró que el valor de la núcleo, sin los componentes estacionales, debería empezar con 3%. En mayo el indicador publicado por el Indec había marcado 4,2%, lo que consolidaba una tendencia a la baja desde que Javier Milei desembarcó en la Casa Rosada. “No hay razones macro para que haya inflación, no estamos en una economía recalentada. Está todo dado para que veamos prontamente una inflación llegando al 1%, tranquilamente”, comentó incluso esperanzado Caputo, cuando una parte de los economistas advierten por un posible estancamiento de la caída de la variable.
En tanto, en relación con el anuncio sobre la migración de deuda al Tesoro que compartió con el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, Caputo marcó: “Siempre mirando hacia adentro, puede ser que no lo hayamos comunicado tan bien. Ni Santiago ni yo somos especialistas en comunicación, quizá no logramos transmitir el mensaje correctamente”. A eso sumó como justificativo que “los mercados no son lineales, no es que reaccionan exactamente” como se espera.
El viernes 28 de junio, el ministro dijo que el Banco Central migraría su deuda al Tesoro a través de nuevas Letras de Regulación Monetaria, una medida en el marco de la “segunda etapa” del plan de estabilización del Gobierno, mediante la cual se busca eliminar la “segunda fuente de emisión monetaria”, que surge del pago de los intereses de los pasivos remunerados de la entidad monetaria (antes Leliq, ahora Pases).
El lunes 1 de julio, en la primera reacción a esa noticia, los mercados operaron en rojo. Tanto el dólar blue como las cotizaciones financieras superaron por primera vez la barrera de los $1400, el riesgo país trepó 57 unidades y alcanzó los 1513 puntos básicos, mientras que las acciones argentinas cayeron casi 10% en el exterior.
Este jueves, en línea con su justificación, Caputo comparó: “Cuando anunciamos el déficit cero, la reacción fue la misma: el dólar se fue de 1100 a 1300 y hasta que no empezamos a mostrar resultados, no corrigió”.
El “banco golpista”, el cepo y la devaluación
En tanto, al igual que hizo el miércoles Milei en la Bolsa de Comercio, cuando habló de un “banco golpista” en una alusión que pareció dirigirse al Macro, Caputo retomó esa línea y confirmó que las críticas del Ejecutivo se dirigían a esa entidad por una maniobra con los puts posterior a la conferencia. “Lo que eso pone en perspectiva es lo que siempre dijo Milei con respecto a los puts, hay gente que opina livianamente y pregunta por qué no salimos del cepo. Lo que pasó ese día [el viernes de la conferencia] prueba que más importante que salir rápido del cepo es salir bien. Una cosa de un solo banco generó el ruido que generó. Prefiero no hacer juicio de valor. Se lo dije a uno de los accionistas del Macro: ‘Si vas a hacer una cosa así, se lo deberías haber comunicado al presidente del Banco Central’”, comentó el ministro de Economía. No obstante, rescató que debido al “orden” de la macroeconomía esto no desestabilizó con fuerza ninguna variable.
El ministro, que al referirse a la figura del Presidente la destacó como una persona generosa, también tocó el tema del cepo al dólar y volvió a decir que para que las restricciones se levanten se tiene que llegar al contexto apropiado. “El cepo va a ser gradual, por eso la decisión es ir haciéndolo como lo hacemos. Con un programa monetario fuerte ir levantando capas gradualmente que es lo que estamos haciendo. Eso va a hacer que se salga de forma más prolija y cuando la brecha sea justamente más baja”, indicó Caputo, en medio de las presiones para eliminar las restricciones que recaen sobre la Casa Rosada, convencido de que salir del cepo rápido hubiese “sido un desastre”.
Otro de los preceptos que confirmó es que no piensa implementar una devaluación ya que esto no genera competitividad, al contrario de la baja de impuestos. “El dólar desde que asumimos subió apenas 16%. Cuando hay un gobierno peronista pasa desapercibido; cuando pasa en uno que no es, te agitan crisis”, dijo para defender su gestión y le achacó la suba del riesgo país al tiempo que tardó y los vaivenes que se produjeron hasta la sanción de la Ley Bases.
El peso, el FMI y Sturzenegger
Seguro de que la moneda fuerte en la Argentina va a ser el peso, que ya viene con una demanda “en recuperación”, el ministro aventuró que eso “llevará a una inflación cero”. En ese momento, indicó que la brecha será más chica, lo que permitiría generar “buenas condiciones” para salir del cepo sin generar problemas con la gente. Entonces posicionó la quita de los controles más cerca de diciembre, aunque evitó poner una fecha.
Por otro lado, desterró fricciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aseguró que “es buenísima” la relación con el organismo internacional. “El Fondo nos avaló el programa monetario en 48 horas, es histórico. Estamos empezando a hablar del nuevo acuerdo”, insistió. Dijo, en tanto, que septiembre le parece muy pronto como fecha para sellar ese nuevo pacto, pero se mostró confiado de que logre alcanzarse este año. “Puede significar fondos frescos”, adelantó.
Desmintió tensiones también con el nuevo ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, con quien ya se tomaron una foto en el desfile militar para despejar dudas sobre el vínculo. “Nos llevamos bárbaro. El trabajo que hace Fede es tanto más importante que el que estamos haciendo nosotros porque es el futuro. Lo que sí hicieron bien estos años es regular todo, ayer anunciamos el tema de cielos abiertos y él puso ejemplos buenos de eso. Detrás de eso Fede le debe haber dedicado 400 horas, sabés lo difícil que es desenmarañar eso, es un laburo. Federico lo hace espectacular y es complementario con lo que nosotros hacemos”, sentenció Caputo para calmar hacia el frente externo las rispideces que parecían venir en la relación desde los años macristas.
Hacia adelante volvió a comprometerse a bajar diez puntos el impuesto PAIS y dijo que terminarán “pronto” con la reglamentación del blanqueo que salió cuando se aprobaron la Ley Bases y el paquete fiscal, optimista de que a través de este mecanismo ingresen fondos a la Argentina.
Tarifas, empleo y jubilaciones
Mientras, Caputo admitió que todavía quedan tarifas por aumentar pero que la decisión sobre cuándo hacerlo es mes a mes y se mostró confiado de que el empleo -que viene en caída- se recupere a medida que se recupere la economía. “Eso empezó a pasar, las condiciones ya están dadas para que pase. Si los empresarios se convencieran realmente y no tuvieran un gen del pasado de pensar que siempre les va mal…”, deslizó, a la vez que volvió a remarcar que los jubilados “cobran más” que durante la gestión de Alberto Fernández.
“Desde que asumimos las jubilaciones crecieron un 4,8%, le ganaron a la inflación. Todos los que hicieron aportes durante años están recuperando lo que perdieron en el gobierno anterior. Pasa lo mismo con los ingresos, la masa salarial comenzó a recuperar, las jubilaciones”, dijo el ministro, que agradeció “la paciencia y el esfuerzo” de la gente.
Asimismo diagnosticó: “Estamos en la etapa de recuperación; salimos de terapia intensiva. Siempre lo decimos pero nunca está de más repetirlo porque la verdad es que es difícil transmitir en números la deuda, la inflación, etc. Que hayamos logrado salir de terapia intensiva sin romper contratos, sin caer en hiperinflación… y que seis meses después de haber asumido hablemos de créditos hipotecarios… estamos contentos”.
En tanto indicó: “Desde que tengo uso de razón el argentino le estuvo poniendo el pecho a la situación; la gran diferencia de esta vez es que va a tener sentido. Todo lo que estamos haciendo es para cambiar”.
Fuente La Nación