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Los tatuajes pueden ser una forma emocionante de expresar tu individualidad, pero es crucial estar consciente de los peligros y complicaciones que pueden surgir.
Con una planificación adecuada y tomando las precauciones de limpieza necesarias, podés minimizar estos riesgos y disfrutar de tu arte corporal sin problemas.
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¿Cómo se hacen los tatuajes?
Un tatuaje es una marca o diseño permanente hecho en la piel utilizando tinta. El tatuador emplea una máquina portátil similar a una máquina de coser, de acuerdo a la información que brinda Mayo Clinic.
Esta máquina tiene agujas que perforan la piel repetidamente, insertando pequeñas gotas de tinta en la capa superior. Este procedimiento causa un leve sangrado y posible dolor. Es importante saber que generalmente no se utiliza anestesia durante el proceso.
Tatuarse genera un leve dolor y sangrado. (Foto: Unsplash)
¿Cuáles son los riesgos de tatuarse?
El proceso de tatuaje implica romper la piel, lo cual puede conducir a diversas infecciones y problemas de salud. Algunos de los riesgos más comunes que señala el sitio web de salud Mayo Clinic son:
- Las tintas de los tatuajes pueden provocar reacciones alérgicas, como un sarpullido con picazón en el sitio del tatuaje. Esto puede ocurrir incluso años después de haberte hecho el tatuaje. La tinta roja es particularmente propensa a causar estas reacciones.
- Las infecciones pueden surgir debido a tintas o equipos contaminados que no han sido esterilizados correctamente. Los centros que no cumplen con las medidas de seguridad adecuadas incrementan este riesgo.
- Algunas personas desarrollan granulomas, que son áreas de inflamación alrededor de la tinta del tatuaje. También pueden formarse queloides, que son áreas elevadas causadas por un crecimiento excesivo de tejido cicatricial.
- Si el equipo de tatuaje tiene sangre infectada, podrías contraer enfermedades como hepatitis B y C, o estafilococo áureo resistente a la meticilina (MRSA). Para reducir este riesgo, es recomendable vacunarse contra la hepatitis B antes de hacerse un tatuaje.
- Raramente, una resonancia magnética puede causar escozor en el área tatuada y afectar la calidad de la imagen obtenida.
Verificá que tu tatuaje se realice de forma segura. (Foto: Unsplash)
Recomendaciones para antes de tatuarse
Para asegurarte de que tu tatuaje se realice de manera segura, verificá lo siguiente:
- ¿Quién hace el tatuaje? Acercate a un centro de tatuajes donde los empleados estén debidamente capacitados. Consultá las regulaciones locales y asegúrate de que el centro cumpla con ellas.
- ¿Usa el tatuador guantes? El tatuador debe lavarse las manos y usar un par nuevo de guantes desechables cada vez que realiza un tatuaje.
- ¿Usa equipo higienizado? Asegurate de que el tatuador saque las agujas y los mangos de paquetes sellados y utilice recipientes desechables para la tinta. Todo el equipo debe estar completamente esterilizado.
- ¿Esteriliza el equipo reutilizable? El centro debe contar con un autoclave para esterilizar todos los equipos reutilizables después de cada procedimiento.
¿Cómo cuidar el tatuaje?
Para evitar infecciones y promover una recuperación rápida, seguí estos pasos que plantean los especialistas en salud:
- Mantené limpia la piel tatuada: Lavá suavemente el área con agua y jabón dos veces al día. Secala con toques suaves y evita frotar.
- Usá crema humectante: Aplicá un humectante suave varias veces al día.
- Evitá la exposición al sol: Protegé la zona tatuada del sol hasta que cicatrice por completo.
- No nades: Mantenete alejado de piscinas, jacuzzis, ríos, lagos y otras masas de agua mientras cicatriza.
- Seleccioná cuidadosamente la ropa: Usá prendas que no se adhieran al tatuaje.
Tomar estas precauciones y estar informado sobre los posibles riesgos te permitirá disfrutar de tu tatuaje con tranquilidad y seguridad.
Fuente El Cronista
