El blanqueo lanzado por el Gobierno de Javier Milei es “prácticamente gratis”. Esto es porque, por menos de u$S 100.000, no se aplican alícuotas, mientras que en caso de exceder ese monto, hay opciones para no tener que pagar.
En el caso de ingresar efectivo, para lo que hay tiempo hasta fines de septiembre, una de las alternativas para no pagar es la de mantener el dinero en una Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) hasta enero de 2026.
Pero la otra opción es volcar los fondos regularizados en una serie de inversiones permitidas. Entre ellas, se encuentran los títulos públicos de nación o las provincias, acciones, obligaciones negociables, cuotapartes de fondos comunes de inversión, fideicomisos para financiamiento PyME, o proyectos inmobiliarios que tengan un grado de avance inferior al 50%.
Los contribuyentes analizan sus opciones en base a experiencias pasadas y rentabilidad, mientras que las Alycs elaboran paquetes especiales para ofrecer mejor rentabilidad o mayor tranquilidad.
¿Arrancó el blanqueo?
Mauro Carrizo, asesor financiero de Cocos Capital, explicó que reciben cada vez más gente que quiere adherir al blanqueo: “Sentimos que este es mucho más favorable que el de 2016-2017, dadas las bajas alícuotas de pago”.
“Teniendo en cuenta el flojo antecedente (en referencia al blanqueo aplicado durante el Gobierno de Mauricio Macri) creemos que se está esperando a que haya casos de éxito y, conforme eso, irá aumentado la participación”.
La construcción mira con expectativas
Según datos del Índice Construya (IC), que mide volúmenes vendidos al sector privado de productos para la construcción, las ventas tuvieron una recuperación mensual desestacionalizada del 12,09%, pero estuvieron un 16,5% por abajo de julio de 2023. Según Indec, la construcción cayó en julio un 32,5% interanual, pero tuvo una recuperación del 2,7% contra el mes anterior.
AFIP habilitó esta semana el Registro de Proyectos Inmobiliarios (REPI) para las inversiones nuevas o con avance inferior al 50%, que son las que podrán captar los fondos blanqueados, sin tope y sin costo.
Deberán inscribirse los inversores directos, desarrolladores, constructores, vehículos de inversión y contratistas con contratos de locación en obra. Se incluyen las inversiones directas o indirectas en edificios residenciales, no residenciales, rurales, loteos, reformas, ampliaciones, instalaciones, mejoras y cualquier proyecto que requiera autorización de la autoridad competente. Además, incluyen los contratos de locación de obras sobre inmuebles propios con destino industrial, productivo, de vivienda o comercial.
Martín Beorlegui, director del área Residencial de Baigún, explicó que mayoritariamente recibieron consultas sobre departamentos, ya sea para vivir o para obtener una renta. Según Beorlegui, la clave es que se suma la posibilidad de registrar los desarrollos de pozo y los ya iniciados para captar el flujo del blanqueo.
“Desde ahora, cualquier proyecto que haya comenzado a partir del 8 de julio del 2024 o que tenga un grado de avance inferior al 50% podrá aplicar para que las personas inviertan en propiedades, blanqueando capitales sin pagar ningún impuesto especial, hasta el monto indicado, incentivando la inversión, aumentando la demanda y ajustando el precio, lo que deriva en un panorama muy favorable para la categoría”, explicó Beorlegui.
Inversiones financieras: la disputa entre el riesgo y la seguridad
Son muchas las opciones que surgen en este frente, en especial porque pueden canalizarse a través de las mismas organizaciones que pueden abrir las cuentas CERA.
“La demanda suponemos que va a venir por el lado de fondos en dólares y los más conservadores, porque el que blanquee va a querer mantener sus dólares al menos, no va a hacer inversiones riesgosas”, analizaron desde una de las entidades que elaboran paquetes para inversores.
Muchas sociedades armaron paquetes de inversión propios que coinciden con el tiempo de permanencia en la cuenta CERA (diciembre de 2025) para obtener un rendimiento exactamente en ese plazo. Cabe aclarar que, para evitar pagar la alícuota del 5% correspondiente a esta etapa, tampoco pueden retirarse las ganancias obtenidas por las inversiones.
Tal es el caso de Balanz, que desarrolló un fondo con ese vencimiento para invertir en grandes empresas, para el que esperan un rendimiento del 7,5%. Entre las opciones sobre las que más consultas recibieron se destacan los Bopreales, porque ofrecen un rendimiento similar a de los bonos soberanos pero con menos volatilidad, y las obligaciones negociables de empresas que tengan trayectoria en el mercado de capitales y que hayan demostrado capacidad de pago.
Desde Cocos también explicaron que para los inversores interesados en bajos niveles de riesgo elaboraron fondos especiales en base a obligaciones negociables o renta fija de bonos soberanos o provinciales.
Sin embargo, desde otro fondo agregaron que esperan que muchos incluso regularicen los fondos y los dejen en efectivo hasta el vencimiento de la cuenta CERA ante el temor del “riesgo argentino”.
Fuente El Cronista