Bill Gates, el multimillonario cofundador de Microsoft, es una de las personalidades más influyentes en el mundo, no solo por sus comentarios sobre el mundo de la tecnología, sino también por su opinión sobre cuestiones generales como el manejo de pandemias y enfermedades como la viruela del mono.
Tanto es así, que en los últimos días se reflotaron los dichos que hizo el magnate acerca de lo vulnerables que son actualmente las personas a los virus y bacterias debido al fuerte surgimiento de casos de viruela del mono. “Los gobiernos de todo el mundo tendrían que llevar a cabo juegos de gérmenes”, planteó en noviembre de 2021.
Gates realizó el comentario en un diálogo con el miembro del Parlamento británico Jeremy Hunt. Allí fue donde insistió que es necesario establecer un vínculo constante entre las personas y diversas bacterias para que se “desarrollen barreras defensivas más eficientes a la hora de combatir enfermedades”.
Viruela del mono: la fuerte advertencia de Bill Gates
Con lo anterior en mente, el fundador de Microsoft planteó: “¿Y si un bioterrorista llevara la viruela a diez aeropuertos? ¿Sabes cómo respondería el mundo a eso?”. Su respuesta fue un pronóstico oscuro: “Las epidemias causadas por bioterrorismo podrían ser mucho peores de lo que experimentamos hoy”.
El comentario, sumado al brote de viruela del mono que se vivía entonces en gran parte del mundo, generó la aparición de teorías conspirativas que lo acusaban de bioterrorismo en diferentes redes sociales.
Qué es la viruela del mono
La viruela del mono, también conocida como viruela símica, es una enfermedad viral de carácter endémico poco peligrosa que suele verse más a menudo en África Central y Occidental.
Según la Organización Mundial de la Salud, la infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. En África se han descrito infecciones humanas resultantes de la manipulación de monos, ratas gigantes de Gambia o ardillas infectados.
La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión.
Fuente El Cronista