Elegir la temperatura adecuada para lavar el pelo puede influir significativamente en su salud y apariencia. Las diferencias entre lavarse el pelo con agua fría y con agua caliente son más que una cuestión de confort.
Conocer cuál es la temperatura recomendada por los expertos puede ayudarte a elegir el método que mejor se adapte a tus necesidades y a mantener tu pelo en óptimas condiciones.
Diferencias entre lavarse el pelo con agua fría y con agua caliente
Lavar el cabello con agua fría no ofrece grandes beneficios para el cuero cabelludo. La mayoría de los dermatólogos aseguran usar agua caliente, ya que esta ayuda a formar más espuma durante el lavado y facilita la distribución del producto, además de disolver eficazmente la suciedad, el aceite, el polvo y las escamas del cuero cabelludo.
No obstante, es clave evitar el agua demasiado caliente, ya que puede causar irritación y dañar el cabello, dejándolo más expuesto a productos de peinado y a microbios que pueden inducir caspa.
Sin embargo, según los expertos del Instituto Dermatológico, aunque el agua caliente no es perjudicial si no está excesivamente caliente, sus efectos no serán tan beneficiosos como los del agua fría. Además, el agua tibia puede resecar el cuero cabelludo y aumentar el frizz. Si preferís evitar el cabello encrespado, es mejor evitar el agua caliente.
En definitiva, el cuero cabelludo responde mejor al frío, ya que este estimula su regeneración, mientras que el calor puede reducir la oxigenación adecuada.
¿Cuál es la temperatura recomendada por los expertos para lavarse el pelo?
La temperatura del agua juega un papel clave en el cuidado del cabello y su apariencia. Los expertos sugieren que usar agua caliente y fría en diferentes etapas del lavado ofrece los mejores resultados.
- El agua caliente abre las cutículas del cabello: esto permite que los ingredientes del shampoo penetren más eficazmente y limpien el cabello a fondo.
- El agua fría cierra las cutículas: al finalizar el lavado con agua fría, las cutículas se sellan, lo que da como resultado un cabello más brillante y suave. Este método es común en peluquerías, donde se utiliza agua fría al final del proceso para maximizar el brillo del cabello.
Por lo tanto, para lograr un cabello saludable y brillante, se recomienda comenzar con agua caliente para limpiar profundamente y terminar con agua fría para mejorar el brillo y la hidratación. La temperatura ideal para el lavado es tibia, entre 37 °C y 38 °C.
Fuente El Cronista