La madre de Luis Cortés , una gitana valenciana que crio sola a su familia en el barrio de las 613 viviendas en Burjassot, ha podido jubilarse a los cuarenta años gracias al éxito de su hijo artista, que está arrasando en las plataformas de streaming con canciones que combinan flamenco , pop y soul en una amalgama signo de los tiempos que apunta a ascenso meteórico en los próximos años. «Ayudar a mi madre ha sido lo más importante que he conseguido con la música», asegura este joven cantante (acaba de cumplir 23 años) que el próximo domingo dará su primer concierto en Madrid, en Teatro Eslava (20.30h, entradas agotadas).¿Cómo fueron sus comienzos en la música?Yo he cantado desde chiquitito, y empecé a dedicarme a ello profesionalmente hace cinco años, a raíz de una canción que se llama ‘Ojalá’ que hice con un amigo mío que tiene un pequeño estudio. Cuando la sacamos conseguí manager, empezamos a trabajar, y hasta hoy.¿Con sólo un tema publicado ya consiguió manager?Sí, sí. Antes de todo esto las canciones sonaban sólo en mi cabeza, porque no tengo ninguna formación musical, estoy empezando con ello ahora. Imaginaba canciones y las tarareaba grabándolas con las notas de voz en el móvil, y sigo haciéndolo, casi siempre cuando estoy en el baño, no sé si será por la acústica (risas).Noticia Relacionada estandar No Luis Cortés canta sus ‘Dolores’ a Sevilla Paula Mateo Tras convertir el desamor en arte, el valenciano ha conquistado la capital hispalense con sus ritmos aflamencados¿Cuándo vio que su música podía funcionar lo suficiente como para dedicarse a ello?Lo recuerdo perfectamente: cuando solté la canción ‘Esa morena’. Con la primera canción ya empezaron a llamarme para hacer conciertos, pero justo llegó la pandemia y se paró todo. Sin embargo, el tiempo en casa me sirvió para conocerme mejor a mí mismo como músico. Me dio miedo dejar mi trabajo, porque tenía mi sueldo estable con el que ayudaba a mi familia, pero desde que decidí entregarme por completo a la música, gracias a Dios he podido seguir manteniéndola y estar tranquilo sin la preocupación de no llegar a fin de mes.He leído que trabajaba cargando cajas en horario nocturno. ¿Y si lo de la música de pronto deja de funcionar?No se me caerán los anillos por volver al curro, ojalá pueda seguir dedicándome a esto, pero ya sé lo que es trabajar duro y si tengo que volver a hacerlo lo haré. Intenta dar una imagen positiva de su barrio, sin las apologías de la delincuencia que hacen otros artistas urbanos.Hay mucha gente en el barrio que sólo quiere evolucionar y sacar adelante a su familia. Si nos ponemos a hablar mal del barrio, no creo que ayude a mejorarlo. Yo quiero que la gente venga a mi barrio sabiendo que la gran mayoría de los vecinos son gente trabajadora.Hace poco estuvo grabando en Miami, viviendo un poquito el sueño americano, con fiestas exclusivas llenas de gente adinerada, etc… ¿No sintió demasiada superficialidad a su alrededor en ningún momento?Es otra clase de vida. Yo me sentía como si estuviera en el GTA (se refiere al videojuego Grand Theft Auto), pero literal (risas). Luego vuelves al barrio y vuelves a la realidad. Por ahora no tengo ninguna intención de mudarme.Tiene ascendencia gitana por parte de madre, y africana por parte de padre. Pero de él no habla mucho.Yo me he criado con la familia de mi madre, ella es lo primordial en mi vida y por eso prefiero hablar de ella.MÁS INFORMACIÓN Omar Montes:«Estoy siendo el altavoz para que los chavales de 15 años escuchen flamenco»Al contrario de lo que suelen decir otros artistas de su edad, usted asegura que no quiere hacer hits, sólo canciones que emocionen. Así siento la música. Si vendes mucho pero tus canciones no llegan al corazón, no estás cumpliendo con el objetivo de la música. Así lo entiendo yo. No necesito un Ferrari.
Fuente ABC