La financiación autonómica y la condonación de la deuda fueron algunos de los temas principales que la oposición empleo en la jornada plenaria de este martes para arremeter contra el mandatario autonómico, Alfonso Rueda, que compareció a petición propia para dar cuenta de las principales líneas estratégicas de lo próximos Orzamentos de la Comunidad. Pero no fueron los únicos. Además de Altri, arma arrojadiza por excelencia de los grupos de la oposición, esta vez también usaron la baza de la «segunda fase del espolio eólico», que, según los nacionalistas, no es otra que la comercializadora promovida por la Xunta y Recursos de Galicia para abaratar el coste de la energía en ciertas zonas. La líder de la oposición, Ana Pontón, arrancó su intervención criticando la falta de valentía del presidente gallego, asegurando que «si estuviese tan convencido de su gestión como presidente hoy convocaría el debate del Estado de la Nación», en vez de comparecer en un pleno ordinario en el que él tiene tiempo ilimitado «y al BNG solo se le permite hablar diez minutos», como al resto de grupos de la oposición. Y pese a la justificación del presidente, que en la réplica le explicó que el reglamento de la cámara recoge que el debate de autonomía no se celebrará en el mismo año que unos comicios autonómicos, la portavoz nacionalista volvió a insistir en el turno siguiente que, de quererlo, los grupos parlamentarios pueden modificar esa normativa. La financiación y la condonación de la deuda fueron también cuestiones centrales en su intervención, aunque primero acusó al Rueda de trabajar «para el lobby eléctrico» que le pone una alfombra roja «para que se forre robándonos nuestro viento». Habló así de una «nueva fase del espolio eólico», la creación de una comercializadora «un 70% privada» que definió como «una cortina de humo» con la que los populares quieren acallar «toda la crítica y toda la indignación social» al respecto. «Su obsesión es desbloquear el espolio eólico de este país para que el lobby eléctrico siga forrándose a costra de los gallegos y las gallegas, esa es su primera prioridad», asestó al mandatario. La «segunda», continuó, es «colocarnos una bomba ambiental en el corazón de Galicia»: «por algo será, señor Rueda» que la administración quiere «permitir que una multinacional como Altri ponga una macrocelulosa contaminante que no quiere Portugal», criticó. «Galicia necesita respuestas para el siglo XXI y su gran apuesta es repetir lo que hizo Franco hace más de 60 años colocándonos otra bomba ambiental en el este país», aseveró. Eso sí, en la réplica se aseguró de dejar claro que el BNG nunca va a entrar en la «estrategia de insultos y ataques personales» del PP, que es, según ella, «su forma de entender la política». En lo que a la financiación y a la deuda se refiere, volvió a criticar al mandatario autonómico que se negarse a «tener la llave» del dinero de la Comunidad y a pactar una reducción de la deuda que «significaría que vamos a tener más recursos para sanidad, educación o para dependencia, porque vamos a pagar menos intereses en una deuda que ustedes dispararon».«Anuncios rimbombantes»También el secretario xeral de los socialistas, José Ramón Gómez Besteiro, arremetió contra el contenido de la intervención del presidente, que definió como una serie de «anuncios rimbombantes» mientras que en Galicia hay un colapso de los servicios públicos, aseguró. Y criticó, igual que los nacionalistas, el «anuncio barato» que para los socialistas es la comercializadora eléctrica de la Xunta. «Dijo renovable, pública y barata, pero no es ninguna de las tres cosas. La Xunta solo tiene el 30% y el resto está en manos de empresas privadas», expuso. Y, continuando con la misma batería de temas que el grupo nacionalista, se dirigió al presidente asegurando que ahora « es el momento de que la Xunta asuma la responsabilidad de sus impuestos para que podamos evaluar mejor y de forma más justa las competencias y los recursos que tenemos«. Insistió, así, en que Galicia debe tener un modelo de financiación que contemple sus particularidad, un modelo »singular« que tenga en cuenta la demografía envejecida y la dispersión poblaciones. Y para concluir, llamó a Rueda a »rectificar« y poner, los problemas reales de los gallegos en el centro de su gestión. »Nosotros estamos dispuestos a colaborar, pero usted debe ejercer como presidente de una vez por todas, sin esperar a Feijóo para saber lo que tiene que hacer«, zanjó. «Sumisión» y «fanatismo» Por su parte, el portavoz del Grupo Popular arrancó su intervención lamentando que en «tan poco tiempo» tuviese «tantas barbaridades que desmentir». En relación a las críticas socialistas, defendió que los intereses de Galicia no pueden estar supeditados a «que el señor Besteiro reciba una llamada de La Moncloa» o que «Sánchez reciba una llamada de Waterloo», y al secretario xeral de los socialistas gallegos le afeó «equivocarse» cada vez que tiene que tomar partido . «Cuando hablamos de la cesión de la competencia del litoral se puso de lado de las reivindicaciones del País Vasco y de espaldas a las reivindicaciones de Galicia. Cuando hablamos de concierto catalán, se puso nuevamente de espaldas a Galicia. Si hablamos del destrozo ferroviario se pone de lado de ese ministro que afirma que el ferrocarril vive el mejor momento de la historia y nuevamente de espaldas a los intereses de los gallegos», aseveró el portavoz del Grupo.Y mientras que calificó al socialista como «el mejor ejemplo de sumisión», quiso reconocer que «nadie es igual a la señora Pontón cuando de fanatismo ideológico se trata» , a quien afeó cuestionar «absolutamente todo», desde el reglamento de la Cámara, a la opinión de expertos y el destino de los fondos europeos -tras decir que los 250 millones a los que opta Altri por el perte de descarbonización deberían ir a otros sectores-. «Nada resulta justo si no es del gusto del BNG», consideró. Para el portavoz popular nada ejemplifica más ese «fanatismo» que su postura con respecto a la financiación autonómica, «a tal punto que está dispuesta a conducir a Galicia al abismo económico con tal de no desviarse ni un milímetro de la ortodoxia nacionalista». Recordó así la comisión de estudio llevada a cabo en la cámara parlamentaria para tratar de alcanzar una propuesta conjunta respecto a la financiación autonómica, donde «todos y cada uno de los comparecientes convocados por el PP y el PSdeG rechazaron contundentemente la posibilidad de un concierto económico para Galicia por considerarlo lesivo». Especialistas que el BNG trata de hacer ver como «equivocados», a todos menos a Xosé Díaz Díaz, explicó Pazos, que, «sin estudios de economía acreditados» asegura que el concierto sería beneficioso para Galicia porque aporta al estado más de lo que recibe. Hizo referencia, acto seguido, a las acusaciones del diputado del Grupo Mixto, Fernando Ojea, que dijo de la formación ser postulada del BNG, pero el portavoz popular subió la apuesta: « No es verdad, es una secta . Es una secta cuando se desafía absolutamente todo, cuando se ponen a un lado los argumento económicos que aportaron los economistas que llamamos a comparecer, incluidos los dos del BNG, y vienen aquí porque encontraron a una persona a la que nadie conoce en el ámbito económico y que dice que lo mejor para Galicia sería el concierto económico, que, curiosamente, solo defiende el BNG». «Con tal de reforzarse», acusó a la nacionalista, es capaz de tirar a Galicia por el sumidero de la economía. Menos mal que aquí hay un presidente, un gobierno y un grupo que no lo van a tolerar», concluyó el popular. Críticas que fueron en línea con las hechas por el presidente autonómico, que primero de nada quiso destacar la incoherencia del discurso de la líder nacionalista. Recordó así que en la primera intervención lo llamó “cobarde, recadero, sumiso, franquista, servil a los que espolian Galicia y rendido a sus jefes de las grandes empresas”, mientras que, en la segunda, se mostró “indignada” por los “insultos” que él le dedicó. “Un clásico, y así llevamos 25 años, señora Pontón. Una pena para Galicia, sinceramente. Para mí no, yo estoy “, bromeó, asegurando que es, en todo caso, un sentimiento “egoísta”, porque para Galicia, “probablemente, no es bueno”.
Fuente ABC