La Guardia Civil de Valencia , en el marco de la operación «Legateros», ha detenido a una mujer de 29 años que traficaba con heroína y cocaína en presencia de su hijo menor de edad en un narcopiso que okupó previamente en contra de la voluntad de su legítimo propietario.Según relatan fuentes de la investigación, el inicio de las pesquisas comenzó a principios del verano de 2024, dentro de un barrio del municipio de Carlet, en el que son recurrentes las actuaciones policiales destinadas a reprender el tráfico de sustancias prohibidas.
En concreto, los agentes tuvieron conocimiento de un punto de venta muy activo en un piso que estaba okupado . Así, los investigadores del instituto armado confirmaron que la persona detrás del punto de venta era una mujer de 29 años que en muchas ocasiones permitía que su hijo menor de edad presenciara los intercambios y las labores de manipulación de droga.
Los padres de esa misma mujer ya habían sido investigados en otras ocasiones en años anteriores por esa misma práctica delictiva. Los guardias civiles encargados de la investigación pudieron constatar «la pericia y experiencia» de esta persona en el tráfico de drogas «pese a su edad». Igualmente advirtieron que se empleaba a varios menores para dar la voz de alarma ante la proximidad de la presencia policial.El pasado 3 de octubre se practicó una entrada y registro en el inmueble, donde se aprehendieron diversas cantidades de cocaína y heroína en forma de roca, además de básculas y elementos necesarios para la posterior distribución y comercialización. Igualmente se comprobó que ese inmueble carecía de los elementos necesarios para constituir una vivienda y se utilizaba de forma exclusiva para la venta de sustancias.
Este operativo se enmarca dentro del plan de la lucha contra las drogas de la Guardia Civil, que trata de desmantelar los puntos de venta y menudeo, así como la desarticulación de grupos criminales y la detención de los traficantes . Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Carlet.«La actividad del menudeo supone la degradación del barrio donde tiene lugar, pues aumentan otros delitos conexos, tales como los robos con violencia. Igualmente aumenta la inseguridad por la afluencia de personas adictas a estas sustancias», manifiesta la Guardia Civil.
Fuente ABC