La madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre los relojes se han atrasado una hora. A las tres han pasado a ser las dos para entrar en el llamado horario de invierno hasta el próximo 29 de marzo de 2025.
Un cambio que suscitó el rechazo unánime de todas las formaciones políticas de la Comunidad Valenciana .Corría el mes de octubre de 2016 cuando todos los grupos parlamentarios con representación en las Cortes Valencianas aprobaron sin fisuras una declaración institucional para solicitar que no se retrasaran los relojes para mantener de esa forma todo el año el horario de verano.El Parlamento autonómico dispone de estudios presentados en la comisión especial sobre los usos del tiempo que constatan efectos adversos para la salud derivados del cambio de hora. natural.
Para muchas personas, especialmente las más sensibles a las alteraciones en el sueño, este cambio puede causar trastornos temporales como insomnio, fatiga, irritabilidad e incluso una disminución en la concentración y el rendimiento laboral.
Las Cortes Valencianas también alertaron que desde el punto de vista económico, los cálculos sobre el supuesto ahorro energético han quedado desfasados.La respuesta del Gobierno a las Cortes ValencianasLa Comunidad Valenciana ha sido, junto a Baleares , la autonomía española más beligerante contra los dos cambios de horarios anuales. Sin embargo, la insistencia del Parlamento regional ha caído en saco roto.
De hecho, conforme ha replicado el Gobierno central frente a sus reiteradas peticiones, una comunidad autónoma «no puede modificar o mantener de forma unilateral el horario» , pues está regulado a nivel europeo en una Directiva de la UE que implica a todos sus Estados miembro.Al respecto, el cambio de hora en octubre y en marzo se mantendrá al menos hasta el año 2026, de acuerdo con la última planificación publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE) .
Fuente ABC