Eduardo Rodríguez Chirillo, Nicolás Posse, Mario Russo, Omar Yasin, Guillermo Ferraro, Diana Mondino. Estos son solo algunos nombres de ex funcionarios de primera línea de Javier Milei que fueron eyectados del Gobierno antes de cumplirse el primer año mandato.
La mayoría con salidas grotescas, por pensamientos que no se alinean a las ideas del propio presidente que necesita aprobar cada una de las decisiones que se toman en función del deber de cada funcionario.
Son, a duras penas, muestras férreas de la veracidad de las palabras del vocero presidencial Manual Adorni, quien sostuvo que si alguien no está de acuerdo con las políticas de Milei tiene la libertad de retirarse del Gobierno.
Así es como muchos de los funcionarios que acompañaron desde el día 1 al presidente fueron castigados simplemente por discrepar con la ideología o las ideas del economista.
En fin, los que parecen sí tener el lugar asegurado son los ajenos y ello queda expuesto al observarse el rol que desempeñan tanto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como el ministro de Defensa Luis Petri.
Uno nacido en cuna radical, la otra saliente de la gestión Juntos por el Cambio. Ambos supieron responder indiscutiblemente al ex presidente Mauricio Macri, aunque hoy se muestren alejados.
Tal es así que Bullrich llegó a decir que Macri representaba el pasado, generando así una fuerte interna, y sus palabras toman vital relevancia teniendo en cuenta que la actual ministra de Milei llegó a liderar la presidencia del PRO.
Es más, luego de haber sido durísima con el líder de La Libertad Avanza durante la campaña presidencial de cara a las elecciones generales, con denuncia penal de por medio, hoy es la principal impulsora de la unión entre el PRO y LLA.
Pero por qué los cargos de Petri y Bullrich están mucho más a salvo que el de los propios funcionarios libertarios es una incógnita que encuentra una repuesta escueta y sencilla: porque la eyección de cualquiera de estas dos figuras políticas representaría un virtual quiebre entre Milei y Macri y por ende una fuerte desventaja para el oficialismo sobre todo si de actividad legislativa se habla.
Desplazar a cualquiera de los dos funcionarios no representaría una simple pérdida para el Gobierno de Milei, sino un fuerte cimbronazo al apoyo que logró conseguir en el Congreso que acarrearía otras fuertes diferencias.
A nivel nacional puede destacarse que una parte del bloque del PRO responde ideológicamente a la ministra de Seguridad mientras otra se encumbra detrás de Macri, por lo que además afectaría significativamente al partido dentro del Congreso, generando una división difícil de sellar.
Por todo ello parece prácticamente imposible la salida de los viejos referentes de Juntos por el Cambio –y sobre todo de Patricia Bullrich- del Gobierno, y mucho más en el actual contexto político nacional.
Es que Macri dejó entrever, no solo que busca conseguir una alianza electoral de cara al 2025 sino que viene dejando comentarios positivos sobre la gestión de Milei, sobre todo al señalar que fue capaz de desactivar la “bomba atómica” heredada por el Gobierno de Alberto Fernández.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today