La apreciación del peso pareciera no tener fin, por ahora. El derrumbe de las cotizaciones paralelas del dólar es de tal magnitud que, en términos reales, ajustadas por inflación, ya se encuentran en los mismos niveles de mediados de 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri, pero en el mercado creen que pronto encontrará un piso.
El límite sería la brecha, cada vez cercana a cero, muy lejos del 200% que marcaba hace un año, con Alberto Fernández. La diferencia entre el tipo de cambio oficial mayorista y los paralelos se redujo este lunes al rango de entre 3% y 5%, aunque el oficial minorista ($ 1046 en promedio y hasta $ 1067 en algunos bancos) ya supera a los paralelos.
La compresión de la brecha se dio tras otra caída de los dólares financieros. El MEP a través del bono GD30 y el CCL mediante Cedear cayeron este lunes hasta 0,5% para ubicarse en torno a los $ 1049 y $ 1071, respectivamente. En el mercado informal, en cambio, la cotización del dólar blue rebotó 1,4% y se vendió en $ 1065 en la City.
¿No pasa de ahí?
El economista Amilcar Collante, titular de Cesur, afirma que el tipo de cambio oficial minorista marca un piso para los dólares paralelos, más allá de que el informal haya quebrado esa barrera en las últimas jornadas, pero posteriormente debería acomodarse por encima a partir del arbitraje del mercado.
“El oficial es un piso para el paralelo. Puede pasar que haya un leve desarbitraje, pero no puede haber un desarbitraje fuerte y sostenido en el tiempo, porque entonces los incentivos empiezan a actuar. En la práctica, no hay mucho más margen bajista para los paralelos. Ya están en pisos”, asegura Martín Kalos, director de Epyca.
El analista financiero Christian Buteler coincide en que el piso de los paralelos lo marca el oficial. Por lo tanto, estima que la bajísima brecha cambiaria acota el recorrido bajista que le podrían quedar a las cotizaciones en el corto y mediano plazo.
No obstante, de acuerdo con Buteler, la paz cambiaria se extendería durante un tiempo más. La reversión de la tendencia se daría cuando los inversores decidan abandonar el carry trade y tomar ganancias para volver a dolarizar portafolios, pero resalta que es imposible estimar el timing del cambio de estrategia.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones admiten que les llamó la atención que los dólares financieros mantuvieran la tendencia bajista posterior al recorte de tasas de interés que aplicó el Banco Central, pero aseguran que las bajas no fueron producto de intervenciones oficiales, sino de flujos vendedores genuinos.
Ante la expectativa de que el ritmo devaluatorio del tipo de cambio oficial se reduzca de 2% a 1% mensual en caso de que la inflación de noviembre y diciembre marque una cifra similar al 2,7% mensual de octubre, sostienen, los inversores podrían ver espacio para que las tasas de interés en pesos continúen comprimiendo.
“Más allá de que se espere una baja adicional de tasas, en línea con una desaceleración del crawling peg y la inflación, para sostener el esquema cambiario será esencial garantizar un spread atractivo entre la tasa y el ritmo devaluatorio. Los exportadores e importadores tendrían incentivos para extender el carry trade mientras esté el spread y el BCRA muestre buenas reservas líquidas”, resaltan.
Fuente El Cronista