Fracasó nuevamente el intento de que el Gobierno Nacional, la Cúpula de la CGT y los empresarios del Grupo de los 6 se reunieran en Casa Rosada para poder formar una mesa de diálogo y consensuar una agenda común vinculada a nuevas políticas laborales y productivas.
La semana pasada, la Casa Rosada había cursado invitaciones a ambos sectores para reunirse este martes a las 17 horas en Balcarce 50. Mientras que la confirmación fue completa de parte de las cámaras empresarias, el sindicalismo había mantenido el misterio hasta últimas horas del lunes. “Vamos a postergar”, dijo a El Cronista una altísima fuente del Poder Ejecutivo, que iba a participar de la reunión.
Según trascendió, la negativa a formar parte de ese encuentro fue de la Confederación Central del Trabajo. “Nosotros contábamos con que iban, pero avisaron un día antes que no estaba el clima como para hacerlo”, afirmaron los empresarios, una de las tres patas que iban a estar esta jornada.
A lo largo de estos meses, el Gobierno tuvo reuniones separadas tanto con la plana mayor de la Confederación General del Trabajo como del Grupo de los Seis, que está integrado por la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). Pero nunca se habían podido encontrar conjuntamente todas las partes.
En la previa, varios sectores del sindicalismo condicionaban su asistencia a otros puntos ajenos a los temas de la reunión: Camioneros, por ejemplo, aludía a las negociaciones salariales y la advertencia de ir a un paro nacional; mientras que en el sindicato de Sanidad buscan, a cargo del triunviro Héctor Daer, está pidiendo que se le homologue su paritaria.
“Nuestra postura, que ciertamente coincidimos con el G6, es que si se da el diálogo tripartido debe ser institucionalizado”, había afirmado a El Cronista uno de los altos miembros de la Mesa Ejecutiva de la CGT que sí estaba dispuesto a ir. Además, afirmaba que las áreas a abarcar en la reunión debían ser de “desarrollo, producción y trabajo”.
Se trata de la tercera vez que la CGT se baja de la mesa de diálogo social. La primera se dio en el marco de las negociaciones que el Gobierno tenía por la Ley Bases, en la que alegaban que no se les escuchaba reclamos clave. La segunda fue en octubre, cuando se decidió no asistir en el contexto del veto de Javier Milei al proyecto de financiamiento universitario.
De cara al año próximo, el Gobierno espera discutir mayores reformas en el área laboral, como la Ley de Contrato de Trabajo o de impuestos al trabajo. Pero este primer encuentro esperaba ser un marco para comenzar a discutir asuntos pendientes desde hace varios meses.
“El eje central es el bloqueo de plantas”, dicen desde una de las partes. Esto es el artículo 94 de la Ley Bases, que establece como justificación de despido el impedimento o la obstrucción de establecimientos laborales. La carátula de injuria grave también se colocó para casos en los que “se afecta la libertad de trabajo de quienes no adhieren a una medida de fuerza” o “se ocasionan daños en personas o en cosas de propiedad de la empresa o de terceros”.
Las reformas clave que se buscan discutir para 2025
Con otros tipos de artículos, el Gobierno ya podría haberlo reglamentado, pero consideran que se trata de un asunto espinoso y que debe tener consenso tanto desde el gremialismo como de los empresarios.
La de mañana esperaba ser una suerte de puntapié inicial para varias políticas más continúen siendo trabajadas en 2025. Para lograrlo, se busca constituir una mesa técnica con especialistas laboralistas de los tres sectores: Gobierno, CGT y G6. También se prevé que se planteen temas pendientes como comisiones médicas y juicios laborales.
“No fracaso la reunión. Nunca se llegó a acordar objetivamente ciertos términos”, explicó una primera figura de la CGT. En la Casa Rosada, esgrimieron: “No hay un motivo concreto. Fue una mala fecha y hay varios temas pendientes”.
La de mañana iba a ser la primera reunión que luego de que Pablo Moyano decidiera abandonar la CGT por sus diferencias con la cúpula de la central. Aunque no se concretó nunca la mesa tripartita, sí hubo diversos encuentros con varios de los referentes cegetistas: fue en esos diálogos que se acordó evitar el recrudecimiento de las medidas de fuerza a cambio que el Gobierno no apoyara el proyecto de Democracia Sindical que busca eliminar la reelección indefinida y la cuota solidaria.
Los empresarios fueron menos misteriosos. “Íbamos a ir sin una agenda particular más allá que escuchar al Gobierno”, afirmaba uno de quienes iba a asistir.
Fuente El Cronista