En el marco del debate vigente por la apreciación del peso contra el dólar y el atraso cambiario que esto genera, el presidente Javier Milei defendió su política monetaria y explicó por qué, según su perspectiva, hoy el tipo de cambio “no está atrasado”.
En esta línea, también disparó con dureza contra el exministro de Economía de Carlos Menem, Domingo Cavallo, quién días atrás aseveró que el valor actual del dólar oficial está atrasado en torno a un 20%.
Para el Presidente, este análisis del exfuncionario es “una vergüenza”: “Me sorprende para mal su juicio tan ligero y tan mal fundamentado técnicamente para hacer un disparo de estas características”, consideró Milei en diálogo con El Observador Radio.
Y, con dureza, agregó: “En especial porque, cuando él era ministro de Economía, cuando le hablaban del tipo de cambio se ponía como loco y se ponía bastante violento”.
Tras esto, el primer mandatario justificó la política cambiaria de su gestión, que mantiene al dólar oficial actualizándose a un ritmo mensual del 2% desde su asunción y la posterior devaluación de diciembre del 2023. Su justificación.
El dardo de Milei contra Cavallo y por qué cree que el dólar no está atrasado
Este miércoles, el presidente Javier Milei le respondió a Domingo Cavallo su último análisis sobre la evolución del tipo de cambio, donde el exministro aseveró que el dólar oficial actual se encuentra atrasado en un 20% tras un año de crawling peg al 2% mensual contra una inflación que superó el 110% en 2024.
En su último informe, Cavallo considera que actualmente existe “una apreciación real exagerada del Peso que puede estimarse en alrededor del 20%”.
Tras esto, equiparó la situación a los tres años finales de la convertibilidad, cuando una “apreciación real llevó a una deflación muy costosa porque transformó a la recesión que se había iniciado a fines de 1998 en una verdadera depresión económica, fenómeno que comenzó a erosionar el crédito internacional del país y a alentar la salida de capitales”.
Tomando esto, Milei le respondió a su par economista y marcó: “Es interesante porque el equivalente de ese tipo de cambio que él defendía [durante su gestión] era de 700 pesos al día de hoy, y no solo eso, sino que entonces Argentina no tenía equilibrio fiscal y nosotros ahora sí tenemos”.
“Por eso la declaración de Cavallo me parece desafortunada e incorrecta en términos técnicos”, agregó.
Además, el Presidente profundizó sobre la cuestión del “dólar atrasado” y consideró que los análisis que los economistas del mercado -a quienes llamó “econochantas de Mandrilandia”- suelen hacer al respecto son errados.
Según Milei, esto se debe a que los analistas utilizan el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) como indicador, un número que computa cómo se mueve el tipo de cambio nominal, la inflación internacional y la local.
Sin embargo, el punto clave para Milei es cuándo se hace el corte de fechas al analizar el TCRM: “Están todos haciendo el corte en el año 2002, justo cuando se salió de la convertibilidad y hubo un overshooting altísimo, en ese año llegamos al tipo de cambio real más alto de la historia argentina, con un dólar muy muy alto, de casi 4 pesos”.
Por ende, para el Presidente, “se está sesgando la muestra” debido a que este fue un período particular en la historia del tipo de cambio en la Argentina, con valores récord.
Finalmente, Milei también señaló la imposibilidad de calcular correctamente el valor del tipo de cambio real de equilibrio a partir del cual se determinaría el atraso del dólar actual, un número que señala que es imposible conocer.
“El tipo de cambio real de equilibrio no existe, porque usted para conocer esto usted tiene que saber estas cosas: las preferencias de todos los individuos de Argentina y del mundo de hoy hasta la eternidad, debería además conocer de todos ellos la tasa de preferencia intertemporal y la tecnología en todo el mundo desde el presente hasta el futuro, necesitaría saber las dotaciones de la economía, que cambia, ósea que para saber el tipo de cambio de equilibrio usted debería ser Dios, debería ser omnisciente, omnipresente y omnipotente”, cerró en esta línea.
Fuente El Cronista