Luis Petri, el ministro de Defensa de la Nación, parece ser uno de los políticos mendocinos con buena imagen, según coinciden las últimas encuestas nacionales, con desagregados provinciales que arrojan similares resultados, aún midiéndose con el mismísimo Alfredo Cornejo, que arranca su declinación y poder electoral (por lo menos en territorio local).
Sin embargo, Petri enfatiza entre sus allegados, amigos y colaboradores más estrechos que no quiere pensar ni hablar de elecciones. Que está “concentrado y enfocado” que le salgan bien las cosas en el trabajo para una cartera de por sí intensa y complicada, tanto por lo estructural (está al frente de las Fuerzas Armadas de la Nación), como coyuntural (refuerzo de fronteras, compromiso en la lucha contra el narcotráfico, colaboración en los espantosos incendios de los bosques en la Patagonia, entre otros problemas que no dejan de ser prioritariospara el país).
Desde que empezó su carrera política, el sanmartiniano intentó ser más estratégico que rimbombante. Tiene claro que un dirigente político pasa a la historia no tanto porque sepa todo de todo, sino porque elige un par de temas específicos donde dejar alguna huella. Allí está sino la famosa y dura “Ley Petri”, que sumó delitos para los cuales los jueces no pueden aplicar el beneficio de la libertad condicional”, con sus respectivas versiones nacional (2017) y provincial (2012). Tema: la inseguridad, clave para el grueso de los argentinos.

Y estar siempre disponible para los medios, sobre todo audiovisuales, con la debida autorizacion presidencial, por supuesto: responder respetuosamente a todas las preguntas, vestirse bien, tener buena presencia, hacerse el espacio para la llamada imprevista de un periodista o un programa de radio, mostrar un discurso correcto más allá del alcance de los contenidos… Además, los memes de Top Gun ya han perdido gracia.
Sin alejarse de la pertenencia al Gobierno nacional ni al alineamiento con el presidente Javier Milei, ahora está dispuesto a dejar alguna marca no tanto con la agenda que impone la coyuntura, las consultas periodísticas ni la marcha de su relación con la famosa periodista Cristina Pérez. En concreto, ha tenido participación en el proyecto Ficha limpia (que restringe el acceso a cargos públicos a personas condenadas por delitos graves contra la Administración Pública). Pero también quiere avanzar sobre el Servicio Militar Voluntario, de modo que sea “más atractivo” para los jóvenes. Por ejemplo, incorporando mayor instrucción militar, con capacitaciones específicas, o modificando los planes de estudio, con contenidos vinculados con la psicología social y la mismísima diversidad de género, por ejemplo.
Actualmente, el país dispone de unos 10 mil argentinos voluntarios y el proyecto apunta a incrementar ese número, ofreciendo una propuesta más llamativa y que aparezca como una alternativa interesante para la llamada generación “ni-ni” (no estudia ni trabaja), un tendencia que se profundizó no sólo con la crisis socioeconómica nacional y el “planerismo”, sino también después de la pandemia de Covid, que dejó a muchos adolescentes aislados o al menos desorientados.
El proyecto apunta a mejorar las condiciiones que aparecen hoy en la página web del Gobierno Nacional: “capacitación, educación e instrucción para desempeñarse dentro del sistema de defensa nacional”, trabajo en relación de dependencia con firma compromiso de servicio”, “sueldo mensual, aguinaldo y aportes jubilatorios transferibles al finalizar su permanencia”, “asistencia sanitaria y afiliación a la obra social mientras presta servicio”, entre otras (¿pagar mejor?).
Petri no quiere saber nada de hablar en públio de candidaturas. Ni de las listas de este año y ni siquiera de las elecciones 2027 (por ahora). “Estoy enfocado en la gestión del presidente Milei”, repite a quien quiera escucharlo en su despacho de la calle Azopardo, en Buenos Aires . De hecho, su cuenta de Instagram (@luispetriok), sólo muestra imágenes de su agenda como funcionario nacional. La única excepción es una foto entre viñedos mendocinos abrazado con su pareja.
Sin embargo, sigue teniendo un ojo puesto en convertirse en gobernador de la provincia de Mendoza. Lejos de abandonar ese sueño, sigue atento al funcionamiento de la Fundación Mendocinos por el Futuro, que preside su hernama Griselda y de la cual dicen participan ya unas cien personas especializadas en lo que eventualmente sería el plan de gobierno para la Mendoza que viene, si así lo decide el electorado local. De hecho, cada 15 dias, hay un viaje y contactos en Mendoza.
Se apoya en la buena perfomance que tuvo en las Paso 2021, en las cuales se posicionó en segundo lugar, haciéndole frente a todo el aparato oficial, que maneja (¿manejaba?) Cornejo. Esa misma noche, “El Alfredo” – como le dicen sus correligionarios- ni lerdo ni perezoso lo invitó a compartir el escenario de los triunfadores, para que no quedaran dudas de que los votos que Petri había obtenido eran radicales. Las imágenes y las fotos no dejan mentir.
Pero ahora Cornejo admite en la intimidad que al día de hoy, Petri es quien más chances tiene de sucederlo como primer mandatario provincial, aunque advierte que su destino está “demasiado pegada a la suerte de Milei”. El Gobernador actual tiene razón. Mucho más si se considera que ninguno de sus soldados (los intendentes de Guaymallén y Las Heras; el director General de Escuelas, por ejemplo) no parecen crecer al ritmo deseado.

Rodolfo “Rody” Suárez mide bien (“¿quién te dice?”, es escucha en algunos cafés del Centro). Su sobrino Ulpiano Suárez (intendente de la Ciudad de Mendoza) sigue jugando su juego, con sus propios criterios, políticas y su presupuesto; y no acepta ciegamente las órdenes del “poder central”. Si sale un poco más de la Arístides (como suelen decirles a los capitalinos que supuestamente no conocen demasiado la Mendoza profunda), es un candidato potable.
Petri les abre un dilema ético a los “radicales puros”, muy apoyados en el pasado, poco decididos en el presente. Son “anti-Cornejo” pero a la vez “anti-Milei”. Tampoco les convence Omar De Marchi y mucho menos algunas de los flecos del peronismo provincial. Para reflejar tal antagonismo general, allá están tuiteando algunas frases e ideas de Don Raúl o Don Hipólito, casi siempre de gran valor, vigentes si se trata de principios republicanos pero dichas décadas atrás, cuando las redes sociales y la inteligencia artificial no existían.
Mientras, Petri espera su turno. Como cuando en el tradicional colegio Nacional de San Martin se sentaba en las últimas filas, “sin molestar a nadie”. No reniega de la Unión Cívica Radical, ni teme que lo expulsen por trabajar para los “libertarios”. No tendrá aparato, pero sí votos para ofrecer. Sabe que el mundo viene cambiando y los ciudadanos ya no votan como antes. Entiende que los personalismos han decepcionado, sobre todo entre los chicos, que miran las caras conocidas como sinónimo del fracaso. Sólo queda escuchar, probar y confiar. La historia debe continuar.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today