Si bien las consolas de juegos portátiles tienen ya una larga historia, en los últimos años se convirtieron en una tendencia que gana cada vez más adeptos. Esto tiene que ver con una renovada oferta de dispositivos muy potentes de distintos fabricantes, entre los cuales se destaca Lenovo con su Legion Go.
Esta consola ofrece mucha potencia para gaming, pero con ella Lenovo también apuesta fuerte a un factor adicional: la versatilidad. Es que, como veremos más abajo, tiene uno de los diseños más adaptables de los que se pueden encontrar hoy en el mercado de “handhelds”.
Tuvimos la oportunidad de pasar un tiempo con la consola Legion Go original, con pantalla de 8,8 pulgadas y controles laterales desmontables, que se lanzó en octubre de 2023 y sigue a la venta a nivel global y en la Argentina.
Se espera que su sucesora, la Legion Go 2, llegue al mercado este año, pero todavía no se anunció una fecha. En tanto, este mes de febrero Lenovo amplió la línea y comenzó a vender en Estados Unidos el nuevo modelo Legion Go S, que cuenta con hardware interno modernizado, pantalla ligeramente más compacta (8″) y mandos fijos a la carcasa (no desmontables).
Lenovo Legion Go: qué la hace única
En primer lugar la Legion Go se destaca por su pantalla IPS de 8,8″ táctil, con una resolución máxima de 2.560 x 1.600 píxeles y tasa de refresco de hasta 144 Hz. Gracias a esto, sobresale de manera favorable en un ámbito en el que muchos de sus competidores ofrecen solo 7″ y menos definición.
Además, los controles desmontables, que recuerdan a los de Nintendo Switch, hacen que se pueda utilizar el equipo como si fuera una tablet, entre otras posibilidades de uso.
A la versatilidad suma el hecho de tener el sistema operativo Windows 11 totalmente funcional, gracias al que este dispositivo no es solo una consola de juegos, sino una verdadera mini PC.

La Lenovo Legion Go con los controles desmontados y el derecho en “modo FPS”.
Potente por dentro
Más allá de que ya tiene más de un año en el mercado, la Lenovo Legion Go sigue siendo una “bestia” para gaming y entretenimiento multimedia.
Está potenciada por un procesador AMD Ryzen Z1 Extreme que, junto a sus 16 GB de memoria RAM, le permite ejecutar con soltura una gran variedad de juegos actuales y obtener buena fluidez -siempre que se hagan ajustes en las configuraciones- incluso en títulos exigentes.
El uso cotidiano es ágil en todo momento, lo que se debe tanto a su chip AMD como a la generosa cantidad de memoria. Windows 11 se ejecuta sin problemas y permite acceder a múltiples tiendas de juegos como Xbox Game Pass, Steam o Epic Games Store.
Para los interesados en versatilidad, los controles desmontables permiten diferentes configuraciones de juego. Se pueden usar unidos a la consola, separados como controles independientes, o incluso utilizar uno de ellos como mouse vertical para juegos de disparos en primer persona (FPS) que requieren mayor precisión.
La versión que probamos viene con 512 GB de almacenamiento SSD. También incluye una ranura para tarjeta microSD, que puede venir bien para almacenar archivos como películas, series, o algún juego ligero.

Los controles semejan los del tipo estándar “Xbox”, con dos palancas, cruz de control y botones varios.
Un aspecto no tan positivo es el peso del dispositivo, que ronda los 860 gramos y no resulta muy práctico de sostener en sesiones largas de juego, a no ser que uno quiera “sacar músculo”. Por eso, es usual que en el uso se apoye la consola sobre algún objeto o parte del cuerpo. Lenovo lo sabe y, por eso, incluyó un soporte plegable en su parte trasera.
Por otra parte, la batería no es un punto fuerte, pero tampoco desentona frente a sus rivales. La autonomía varía significativamente según el tipo de juego y configuración de rendimiento y pantalla utilizados: está entre 1 hora para juegos pesados con la potencia al máximo y unas 3 horas para títulos más ligeros y una configuración más conservadora.
Además, es posible utilizar la consola con el cargador conectado si uno está en el hogar en un sitio con acceso a un enchufe.
Configuración y rendimiento
La gran virtud de una “consola mini PC” basada en Windows es que permite el acceso a una biblioteca de juegos prácticamente infinita. Es que, además de elegir entre los disponibles en las principales plataformas de juegos, el usuario también puede instalar juegos de otros orígenes o, si necesita una dosis de retrogaming, hasta experimentar con emuladores.
Pero esa gran flexibilidad requiere a veces que, para asegurar el mejor desempeño, el usuario se tome el tiempo para configurar las opciones gráficas de los juegos y también algunas características del equipo.
La Legion Go trae un botón especial para acceder rápidamente a los ajustes esenciales. Permite elegir entre modos de funcionamiento etiquetados como “Rendimiento”, “Ahorro de energía” o dos personalizados. Además, dentro de cada uno de esos modos se puede seleccionar la “Modalidad térmica” entre silencioso, equilibrado, rendimiento o personalizado. Este último permite elegir el consumo de energía máximo que se permitirá al conjunto de microprocesador y GPU, en un rango que va desde los 5 Watts a los 30 W.

La parte superior agrupa botón de encendido, salida de auriculares, salida de la ventilación, ranura para microSD, botones de control de volumen y ranuras de los parlantes.
Elevar la energía a 30 W brinda el mayor desempeño para los juegos más exigentes, pero también agota la batería de manera acelerada, por lo que es clave encontrar un equilibro.
Para la mayoría de los casos, la configuración maestra “Rendimiento” con “Modalidad térmica” en equilibrado brindará resultados satisfactorios.
Otro punto clave es la pantalla. Si bien la resolución máxima es de 2.560 x 1.600 píxeles, resultará muy difícil ejecutar un juego moderno con fluidez con ese parámetro. Por eso, la consola permite cambiar fácilmente a resoluciones más lógicas, como 1920×1080 y 1280×800. De hecho, para asegurar un buen rendimiento, la mayoría de los juegos modernos deberán ejecutarse a 1280×800.
También se puede cambiar la tasa de refresco de la pantalla entre 144 Hz (mayor fluidez) o 60 Hz (para ahorrar energía).
Para darse una idea, el juego Shadow of the Tomb Raider configurado en modo DirectX12 y resolución de 1280 x 800, en calidad media y configuración equilibrada se ejecuta a un promedio de 59 fps, pero si se eleva la configuración térmica a 30 W es posible llegar a los 62 fps (o 73 fps en calidad baja).
También al jugar Hot Wheels Unleashed 2 obtuvimos más de 60 fps sólidos con la configuración equilibrada. Se trata, como en cualquier PC, de explorar las configuraciones para encontrar el compromiso justo entre calidad visual y desempeño.
Otro detalle: el almacenamiento SSD integrado es muy veloz, con una tasa de lectura sostenida de 4890 MB/s y una escritura de hasta 3820 MB/s, según el benchmark Crystal Diskmark. Esto resulta en un rápido inicio de juegos y carga de niveles, además de una buena agilidad general del sistema.

La Legion Go trae dos puertos USB 4.0 con formato tipo C, para carga o conexión de periféricos.
También una PC
Con su procesador relativamente potente de 8 núcleos, 16 GB de RAM y Windows 11, la Lenovo Legion Go bien puede utilizarse también como una computadora o para disfrutar de los juegos en un monitor o televisor.
El hecho es que el equipo cuenta con dos puertos USB 4.0 tipo C de alta velocidad, compatibles con DisplayPort y Power Delivery. En una configuración de escritorio, uno se usará para conectar el cargador, mientras que al segundo se le puede conectar un hub-adaptador con salida HDMI para dar salida a una pantalla externa y otros dispositivos USB, como teclado y mouse. Este último no es un accesorio incluido, pero es una posibilidad que algunos usuarios están aprovechando.
Además, la consola permite conectar dispositivos Bluetooth (auriculares, periféricos) y cuenta con salida de audio de 3,5 mm, además de dos parlantes en la parte superior que suenan aceptables.
Gracias a todo eso, Lenovo ofrece bastante más que una simple consola de juegos.
Por otra parte, la calidad de construcción es otro de los puntos fuertes. Los materiales utilizados transmiten durabilidad y los controles, a pesar de ser desmontables, se sienten sólidos y bien construidos. Y cuentan con un pequeño touchpad que resulta indispensable para moverse por el sistema.
A fin de cuentas con su Legion Go, Lenovo logró una consola portátil de alto desempeño que, si bien compite en un segmento premium con opciones como Steam Deck y ROG Ally, ofrece el gran diferencial de una pantalla más grande y controles versátiles en un mercado donde la mayoría de dispositivos siguen diseños más conservadores.
El equipo se vende en la Argentina a través de la tienda oficial de Lenovo por $1.699.999 e incluye tres meses de Xbox Game Pass gratis.
Características de la consola Lenovo Legion Go
- Procesador: AMD Ryzen Z1 Extreme (3,30 GHz hasta 5,10 GHz)
- Sistema operativo: Windows 11 Home 64
- Tarjeta gráfica: Gráficos AMD Radeon integrados
- Memoria: 16 GB LPDDR5X-7500MHz (soldada)
- Unidad de disco: 512 GB SSD M.2 2242 PCIe Gen4 TLC
- Tipo de pantalla: 8,8″ WQXGA (2560 x 1600), IPS, brillante, táctil, 97 % DCI-P3, 500 nits, 144 Hz
- Batería: Polímero de litio de 2 celdas 49,2 Wh
- Fuente de alimentación: 65W
- Conectividad: Wi-Fi 6E 2×2 AX y Bluetooth 5.1. Dos puertos USB 4.0
- Audio: 2 altavoces 2 x 2W, salida de auriculares 3,5 mm
Fuente El Cronista