Con el pulso de una más de tantas crónicas periodísticas que habitualmente narra desde Roma, el kilómetro cero del mundo católico, Eva Fernández pronunció este miércoles el pregón de la Semana Santa 2025 de Toledo en la catedral primada. La corresponsal de la Cadena COPE para Italia y la Ciudad del Vaticano presumió del «inmenso honor que me habéis otorgado», expresando su «admiración rotunda por esta ciudad, una de las más bonitas», y centrando su discurso en «la esperanza, que nunca nos falte» , capital en este Año Jubilar. Doctora en Filología Moderna por la Universidad Complutense y también licenciada en Filología Germana, Fernández estuvo secundada por la Capilla Musical de la Diócesis de Toledo, dirigida por Javier Moreno, que fue dando pequeños respiros a la pregonera a la vez que interpretaba diferentes obras. Incluso se estrenó una de ellas, ‘Toda mi esperanza’, basada en un texto de San Agustín. «Toledano, quiero vivir la Semana Santa a tu vera», dijo la periodista de COPE, que hiló su discurso con un «dame permiso» y pidió un deseo: «Hagamos que esta Semana Santa sea una auténtica contrarrevolución». Al acto asistieron el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, numerosos miembros de la Corporación municipal, la presidenta de la Diputación, Conchi Cedillo, y, cómo no, el arzobispo, Francisco Cerro. Una anciana y un niñoLo más esperado de su discurso llegó cuando contó alguna de esas vivencias del montón de viajes compartidos con el Papa Francisco. Se refirió a aquel de Rumanía en la primavera, casi verano, de 2019. En Iasi, situada en el nordeste del país, cerca de la frontera con Moldavia, la mirada de Francisco se cruzó con la de una anciana que sostenía en brazos a un niño apenas recién nacido. «No hubo intercambio de palabras, pero fue un momento irrepetible, de aquellos que se quedan para siempre» y que, por suerte, un fotógrafo inmortalizó . El Papa, a quien la imagen no se le iba de la cabeza, comentó después: «Los abuelos sueñan cuando los nietos siguen adelante, y los nietos tienen coraje cuando toman sus raíces de los abuelos» . Y en esa correa de transmisión, de abuelos a padres, de padres a nietos, se explica el misterio de la Semana Santa. Ya asoma el Viernes de Dolores.
Fuente ABC