«No podía dormir viendo su cunita vacía, su ropita y los pañales … mi madre se tuvo que llevar todo a su casa; estamos muy tristes, para nosotros es nuestra hija; vamos a luchar en todo lo que esté en nuestra mano para que regrese a casa».
Es el testimonio de la joven de 24 años que cuidó y mimó junto a su marido de una bebé recién nacida como si fueran sus padres durante un mes después de que la inscribiesen en el Registro Civil a nombre de su esposo, cedida, según ellos por su madre biológica que no podía hacerse cargo de ella – vivía en un vertedero en Móstoles (Madrid) con otro menor de dos años- y a la que los Servicios Sociales de la Comunidad ya le había retirado seis hijos en 2022.
Esta era su octava hija. ABC ha hablado con esta otra parte de la historia en el caso de la detención de esta pareja, de la madre biológica de la recién nacida y de dos familiares implicados por parte de la Policía Nacional este pasado 31 de marzo por la presunta comisión de los delitos de alteración de la paternidad, detención ilegal, falsificación documental y acusación y denuncia falsa.
La menor se encuentra ahora en manos de los Servicios Sociales de la Junta de Andalucía.La investigación se inició el pasado mes de marzo a raíz de una denuncia, interpuesta por una mujer de 37 años, en la que manifestaba que una familia de Córdoba había secuestrado a su hija recién nacida y le exigía el pago de 3.000 euros para volver a verla. La denunciante, madre biológica de la menor, relató que el pasado mes de noviembre conoció a un varón de 24 años en una fiesta, en Madrid, al que le confesó su miedo a que los servicios sociales le retirasen la custodia de su hija si nacía en la capital. Declaró que el joven se ofreció a llevarla a Córdoba y a cuidar de ella hasta que diera a luz.
El relato de la Policía es que la denunciante relataba que, después del parto, quiso marcharse a Madrid con la bebé pero la familia de Córdoba le aseguró que se la llevaría en unos días. Al no recuperar a su hija -por la que habrían pagado 2.000 euros en el momento de inscribirla en el Registro Civil – pasada una semana, asegura que recibió amenazas por parte de miembros de la familia exigiéndole el pago de 3.000 euros en concepto de su mes de estancia en Córdoba si quería volver a verla. Esta joven pareja niega todos esos hechos.
«Es todo falso, las cosas no fueron en absoluto así», declara esta joven de 24 años que asegura que fue la madre de la bebé cuando estaba embarazada quien les ofreció la posibilidad de que se quedaran con la niña porque se la iban a quitar si nacía en Madrid los Asuntos Sociales, cuenta esta mujer investigada por un juzgado de la capital cordobesa.
Los llevamos al zoo… a comer fuera, con libertad
La mujer aún embarazada de esta hija vino a Córdoba con su hijo pequeño de dos años y «estuvo en casa de este matrimonio hasta que dio a luz, con todos los cuidados, los llevábamos al zoo, a restaurantes a comer fuera… a todos sitios, con absoluta libertad , nunca la hemos obligado a nada», relata esta joven. Después de dar a luz ya se quería volver a Madrid y nos dejó la niña para la cuidáramos porque sabía que iba a estar bien con nosotros no en un centro «frío, sin el cariño de unos padres y de una casa», comenta. Esta joven asegura que su marido quiso ir al Registro Civil a inscribirla como su hija, y fueron los tres con el consentimiento en todo momento de la madre biológica de la recién nacida .«Nosotros elegimos incluso el nombre porque nos dejó ella elegirlo con los apellidos de mi marido», comentan a ABC.
Vivía en un vertedero junto a su otro hijo pequeño
La madre tan pronto salió del Hospital Reina Sofía de dar a luz se quería ir a Madrid y «nosotros le dimos esos 2.000 euros para que alquilara una casa y pudiera rehacer su vida y encarrilarla porque malvivía en un vertedero , sobre todo, por su otro hijo pequeño». «Sufrimos por las condiciones que tenía ese otro niño y las que habría tenido esa niña recién nacida», relata. Sin embargo, el problema llegó cuando en lugar de invertir el dinero en un alquiler se lo gasta, mira que le dije que hablaría con conocidos míos y que le daría mejor las llaves del alquiler – y es cuando decide volver a llamarnos y pedirnos la niña después de un mes cuidándola», describe. «Nosotros no la hemos obligado a nada, ella la cedió voluntariamente ¿Cómo cree usted que voy a comprar yo una niña por 2.000 euros si eso es lo que podría gastarme yo en un tratamiento de fertilidad? no era esa la razón, el que no pudiera tener hijos porque soy muy joven (24 años) sino que lo hicimos por humanidad , porque veíamos en qué condiciones se iba a criar», ha explicado a ABC.
En este sentido, este joven matrimonio asegura que ellos tenían todos los recursos para cuidar bien de la recién nacida y darle una buena vida. «Compramos un carrito de 1.000 euros , la cunita, el cambiador, su ropita.. la colonia, todo lo que necesitaba», cuenta aún mostrando una gran tristeza.
«Y la hemos cuidado perfectamente; de hecho a la Policía se la entregamos en la consulta de la pediatra que hizo un informe de diez porque estaba bien cuidada, con sus vacunas ¿cree que si yo hubiera secuestrado a la niña la vacunaría o la sacaría a la calle?», se pregunta esta joven. «Los agentes de la Policía Nacional cuando le entregamos la niña en el centro de salud del Sector Sur también nos reconocían lo bien cuidada que estaba y que se le había impregnado el olor a colonia de bebé en sus ropas», cuenta aún con el corazón encogido esta joven que ejerció de madre todo este tiempo.
Lo que quiere dejar claro esta pareja es que « no hemos comprado la niña , la recogimos y lo hicimos por humanidad, y para nosotros es nuestra hija, él es su padre -lo llama para que se ponga al teléfono- mientras dura la conversación con ABC-, él la ha reconocido en el Registro Civil como suya, lleva el nombre que elegimos y su apellido y vamos a hacer todo lo posible para que vuelva con nosotros».
Este matrimonio que se enfrenta a una investigación judicial por estos hechos asegura que « estamos desolados , tristes; yo hablé con la madre para decirle que con los sentimientos de las persona no se juega». Respecto al padre legal (de momento aparece así en el Registro Civil) cuenta que está muy triste, no se puede expresar el vacío que les ha dejado. «Hasta él cantaba con ella en brazos, la hemos cuidado día y noche durante este tiempo y no pensaba que nos iban a hacer este daño retirándonosla».
El caso partió después de la denuncia de la madre biológica por lo que los agentes iniciaron una investigación en la que identificación al matrimonio que cuidaba de la bebé. «Las primeras pesquisas acreditaron que la madre biológica había alcanzado un acuerdo económico, por un importe de 2.000 euros, con una pareja que estaba en tratamientos de fertilidad», recoge la nota de la Policía Nacional con la que difiere ahora por esta pareja de investigados.
Fuente ABC