Washington, 23 de junio de 2025 – Total News Agency (TNA) –-El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que Israel e Irán alcanzaron un acuerdo de alto el fuego total y completo, tras una serie de negociaciones encabezadas por Washington con el respaldo clave de Catar. El entendimiento, que pone fin a doce días de escalada militar entre ambos países, fue confirmado públicamente por Trump a través de su red social Truth Social, aunque todavía no recibió validación oficial de Teherán ni de Jerusalén.
Según explicó el mandatario republicano, el alto el fuego comenzará de forma escalonada: Irán cesará sus operaciones a las 00:00 del martes hora de Washington (04:00 GMT), mientras que Israel lo hará doce horas más tarde, cuando ambos países hayan completado lo que denominaron “misiones finales”. En ese momento, sostuvo Trump, el conflicto “quedará oficialmente concluido” y se podrá declarar el “fin de la guerra de los doce días”.
Una negociación directa e indirecta
Fuentes de la Casa Blanca revelaron a la agencia Reuters que el acuerdo fue alcanzado tras una llamada entre Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Por su parte, altos funcionarios estadounidenses –el vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial para Oriente Medio Steve Witkoff– mantuvieron conversaciones directas e indirectas con autoridades iraníes, utilizando a Catar como canal de enlace. El rol del emirato fue decisivo: el primer ministro catarí, jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, sostuvo una llamada con representantes iraníes que permitió asegurar su adhesión a la propuesta norteamericana.
El objetivo de Washington fue evitar una escalada mayor luego de que Estados Unidos atacara el sábado tres instalaciones nucleares estratégicas iraníes —Fordow, Natanz e Isfahán— utilizando bombarderos B-2. La respuesta de Teherán llegó con un ataque con misiles a la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Catar, mayormente interceptado por las defensas aéreas del emirato.
Silencio oficial en Teherán y Tel Aviv
Hasta el momento, ni Irán ni Israel han confirmado formalmente el acuerdo, aunque funcionarios de ambas partes dejaron entrever una voluntad de desescalada. Un alto funcionario iraní, citado por Reuters, reconoció la existencia del pacto y atribuyó a Catar el papel de mediador eficaz. Desde Israel, el ministro de la Diáspora, Amichai Chikli, publicó en X (ex Twitter) un mensaje en el que agradeció a Trump y Netanyahu por “una decisión audaz que será recordada como un acto de fe, coraje y claridad moral”.
Por otra parte, Trump aseguró a NBC News que el alto el fuego tiene “carácter ilimitado” y que espera que se mantenga “para siempre”. “Esta es una guerra que podría haber durado años y destruido todo Oriente Medio, pero no lo hizo, y nunca lo hará”, afirmó en su publicación. “¡Que Dios bendiga a Israel, a Irán, a Estados Unidos y al mundo entero!”, cerró el expresidente.
Catar reanuda el tráfico aéreo
En paralelo, la Autoridad de Aviación Civil de Catar anunció la reanudación del tráfico aéreo en su espacio aéreo, que había sido suspendido tras el ataque iraní. “La situación ha sido contenida y se ha coordinado con todos los organismos pertinentes para garantizar la seguridad del espacio aéreo catarí”, indicó el organismo en un comunicado. Las Fuerzas Armadas de Catar confirmaron que todos los misiles iraníes fueron interceptados, salvo uno que impactó en Al Udeid sin causar daños.
Efectos económicos inmediatos
El anuncio de la tregua también repercutió en los mercados internacionales. El precio del crudo WTI descendió más de USD 3, ubicándose en USD 65,46 por barril, en respuesta al alivio por la disminución del riesgo geopolítico en la región.
Escenario abierto
Aunque la mediación estadounidense fue celebrada como un hito diplomático, la falta de un comunicado oficial conjunto por parte de las partes involucradas mantiene abiertas las interrogantes sobre la durabilidad del acuerdo. Observadores internacionales coinciden en que si bien el alto el fuego representa un alivio inmediato, la desconfianza mutua y la fragilidad regional podrían ponerlo en riesgo si no se consolida con compromisos concretos de desescalada.
Con este entendimiento, Estados Unidos apuesta a cerrar un capítulo de alta tensión en Medio Oriente que se desató con la ofensiva contra el programa nuclear iraní y que, de no haberse contenido, pudo haber derivado en un conflicto de gran escala. Resta saber si Irán e Israel, adversarios históricos, están realmente dispuestos a sostener la paz más allá del cese del fuego.