Kerrville, Texas, 6 de julio de 2025 – Total News Agency (TNA) –-Las devastadoras inundaciones en el centro del estado de Texas dejaron un saldo provisorio de al menos 70 personas fallecidas y decenas de desaparecidos, informaron este domingo autoridades del condado de Kerr. Equipos de rescate continúan con operativos contrarreloj para encontrar sobrevivientes en zonas arrasadas por la crecida repentina del río Guadalupe, que desbordó su cauce tras intensas lluvias que superaron los 30 centímetros en pocas horas.
El episodio más dramático ocurrió en el campamento de verano Camp Mystic, en las afueras de Kerrville, donde al momento del desastre había unas 700 niñas. Hasta el cierre de esta edición, 11 menores seguían desaparecidas, mientras que 27 personas, entre niñas y monitoras, habían sido reportadas como no localizadas el sábado. Otro campamento de la zona, Heart O’ the Hills, confirmó la muerte de su copropietaria, Jane Ragsdale, aunque informó que no había niños en el lugar al momento del siniestro.
“Sabemos que los ríos crecen, pero nadie lo vio venir”, afirmó con pesar Rob Kelly, juez del condado de Kerr y principal autoridad local. Según relataron funcionarios, las lluvias torrenciales comenzaron durante la madrugada y en cuestión de dos horas el río Guadalupe pasó de su altura normal de dos metros a casi nueve. Algunos medidores colapsaron por estar completamente sumergidos, lo que impidió calcular con precisión el caudal real.
Dalton Rice, administrador de la ciudad de Kerrville, sostuvo que las condiciones extremas impidieron emitir alertas de evacuación a tiempo. “Fue una crecida repentina y extremadamente veloz. No hubo margen para reaccionar”, explicó.
La tragedia se produjo durante el fin de semana del Día de la Independencia, cuando cientos de familias acampaban o vacacionaban en la región de Texas Hill Country, un área turística caracterizada por su geografía irregular y cursos fluviales. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, alertó que aún no se conoce la cantidad exacta de personas que se encontraban en carpas, casas alquiladas o vehículos en la zona afectada.
Hasta el momento, se estima que unas 900 personas fueron rescatadas por los equipos de emergencia, incluyendo sobrevivientes que se habían refugiado en árboles o tejados. Algunos operativos involucraron cadenas humanas y maniobras de la Guardia Costera estadounidense, que desempeñó un rol central en la respuesta.
Frente a la magnitud del desastre, el presidente Donald Trump firmó una Declaración de Desastre Mayor para el condado de Kerr, lo que habilita el inmediato despliegue de fondos federales, personal especializado y recursos logísticos. “Estas familias están sufriendo una tragedia inimaginable. Nuestros valientes socorristas cuentan con todo el apoyo del Gobierno federal”, afirmó el mandatario, quien también expresó su solidaridad con las víctimas junto a su esposa Melania.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó que la declaración fue coordinada con el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien había solicitado formalmente la asistencia federal.
Las autoridades meteorológicas advirtieron que podrían continuar las lluvias intensas en la región hasta el domingo por la tarde, con precipitaciones que oscilarían entre 2,5 y 7,6 centímetros por hora, y hasta 15 cm en zonas puntuales. No obstante, el Servicio Meteorológico Nacional señaló que la fase crítica de la emergencia parece haber concluido, aunque el riesgo de nuevas crecidas localizadas aún persiste.
El desastre remite inevitablemente a la tragedia de 1987 en la misma zona, cuando una inundación repentina del río Guadalupe provocó la muerte de 10 adolescentes de un campamento religioso. Hoy, casi cuatro décadas después, Kerrville vuelve a ser escenario de una catástrofe con profundas consecuencias humanas y materiales.