San Martín, 17 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-El Gobierno nacional anunció este miércoles que apelará la medida cautelar dictada por la jueza federal de San Martín, Martina Isabel Forns, quien resolvió suspender por seis meses la ejecución del Decreto de Necesidad y Urgencia 512/2024, que dispone la disolución de Vialidad Nacional, entre otros organismos.
El fallo, que hace lugar a un pedido de amparo presentado por el gremio Sevina, impide por ahora que avance la liquidación del organismo técnico responsable de la planificación y fiscalización de la infraestructura vial del país. La cautelar tiene vigencia por 180 días y alcanza también a la Comisión Nacional del Tránsito y Seguridad Vial y a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, instituciones señaladas por el Gobierno como parte del entramado de corrupción en la obra pública.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó públicamente que el Ejecutivo apelará el fallo. En su cuenta de X (ex Twitter), el funcionario afirmó que se trata de “una resolución arbitraria” y remarcó que la administración de Javier Milei no dará marcha atrás con su plan de reforma estructural del Estado.
Un amparo previsible… y en San Martín
Lo llamativo, aunque predecible para quienes conocen las dinámicas judiciales argentinas, es que el amparo haya sido presentado justamente en el Juzgado Federal en lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo Nº 2 de San Martín, a cargo de la doctora Martina Forns, una magistrada de reconocida simpatía con el kirchnerismo y firmante de las solicitadas de Justicia Legítima, agrupación afín al modelo judicial impulsado por Cristina Fernández de Kirchner.
Durante la presidencia de Cristina Kirchner, Forns respaldó medidas destacadas, como la suspensión de aumentos de tarifas de energía y telecomunicaciones implementadas por el gobierno de Mauricio Macri en 2016, lo que refuerza su perfil alineado con la defensa de políticas públicas progresistas. Su trayectoria la ubica entre los magistrados que suelen funcionar más como caja de resonancia política que como intérpretes imparciales del derecho.
En este contexto, no sorprendió que el gremio actuante recurriera a su juzgado: el destino del amparo parecía escrito de antemano. Como si se tratara de una jugada ensayada, el freno judicial al cierre de Vialidad fue tan eficaz como simbólico.
Desde hace al menos dos décadas, el Poder Judicial argentino carga con una preocupante colonización ideológica, consecuencia de los nombramientos realizados por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y, más recientemente, por el interregno de Alberto Fernández y su coequiper sentimental, “mi querida Fabiola”, para los del barrio, algo así como la versión local de Chasman y Chirolita en clave de poder.
Si bien, desde el punto de vista procesal, un amparo puede ser presentado incluso ante un juez no competente —y luego ser derivado al fuero correspondiente—, lo cierto es que el daño político y operativo de la medida cautelar ya está consumado. Paralizar, demorar, embarrar: la doctrina judicial de la Argentina eterna.
Vialidad, la CNRT y la nueva estructura
El DNU 512/2024, impulsado por la Casa Rosada, ordena el cierre definitivo de la Dirección Nacional de Vialidad, organismo creado en 1932 y tradicionalmente encargado de diseñar, construir, conservar y fiscalizar la red vial del país. Las funciones que cumplía pasarán a la órbita de la Secretaría de Transporte, mientras que el control de concesiones quedará en manos de la flamante Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos del Transporte.
Según el Gobierno, los entes disueltos eran parte de una estructura burocrática plagada de corrupción, ineficiencia y militancia rentada. La reestructuración también alcanzó a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), que fue rebautizada con el mismo nombre que la nueva agencia de control.
Adorni, al anunciar el decreto, fue claro: “no hay razón para seguir financiando estructuras diseñadas para sostener privilegios, no para construir caminos”. Las funciones técnicas serán absorbidas, pero sin el peso muerto de los viejos sellos.
Por lo pronto, la pulseada entre la Casa Rosada libertaria y la Justicia con ADN kirchnerista suma un nuevo capítulo. El resultado final está por verse, pero en el mientras tanto, Forns volvió a escena. Y el libreto parece escrito con la pluma de siempre.