El gobierno de Mendoza, en conjunto con la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y la Sociedad Israelita de Beneficencia, encabezó este jueves el acto por el Día de la Memoria Activa, al cumplirse 31 años del brutal atentado terrorista contra la sede de la AMIA.
La ceremonia, un espacio de reflexión y reafirmación del compromiso con la justicia, se llevó a cabo en la Sala Luis Quesada de la Casa de Gobierno, y contó con la participación de destacadas autoridades provinciales y locales, incluyendo al gobernador Alfredo Cornejo, la vicegobernadora Hebe Casado, y el intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suarez.
Durante su intervención, el gobernador subrayó la importancia de la unidad en el reclamo por justicia: “Cada 18 de julio nos reunimos para reconfirmar la unidad en el reclamo contra la impunidad”, enfatizó que “el deseo de memoria se transforma en más imperativo que nunca”, y alertó sobre la persistencia de la intolerancia: “La intolerancia terrorista quiere ganar una vez más y debe ser nuestro objetivo común impedirlo”.
Cornejo también hizo referencia al contexto internacional, lamentando que “la barbarie sufrida por la AMIA se ha vuelto como una pesadilla recurrente de la que no podemos despertar”, y señalando que los responsables identificados por la Justicia argentina vuelven a estar en primer plano.
El gobernador advirtió sobre los recientes dichos de la máxima autoridad iraní, destacando su impacto directo en la Argentina: “Hace unos pocos días atrás, la máxima autoridad iraní ha apuntado su mirada y sus palabras contra el Estado argentino, su gobierno y, por lo tanto, sus ciudadanos. Si la Argentina fue un objetivo de la acción criminal, hoy sigue siéndolo. Lo que parecía un mal sueño es una realidad latente en nuestro presente. Debemos estar en alerta”.
Luego, insistió en que “sin recuerdo de lo sucedido, pero sobre todo sin condena a los responsables del atentado, nos falta algo esencial. Hay una deuda social pendiente con las víctimas y con sus familias. Es imprescindible no distraernos de la tarea diaria de construir esta memoria activa que nos convoca”.
Por su parte, Roberto Lask, presidente de la DAIA Mendoza, resaltó la unanimidad en el repudio al atentado: “Estoy convencido de que entre todos los que estamos aquí no hay diferencias de investiduras ni cargos, que nadie vino por obligación sino que todos compartimos un profundo repudio por este atentado terrorista a nuestra Nación”.
Lask afirmó que “hoy nos reúne el dolor que no se borra y la memoria que no se negocia. Ese estruendo del 18 de julio de 1994 sigue resonando. Fue un ataque contra nuestra democracia y contra el alma misma de nuestra cultura occidental: la libertad” y concluyó enfatizando que “la memoria no es un simple ejercicio del recuerdo, es un valor central de nuestra identidad. Es ella la que nos permite distinguir entre el bien y el mal, entre la justicia y la barbarie”.
Finalmente, Lask alertó sobre los desafíos actuales para los valores occidentales, señalando que “los valores de Occidente —la libertad religiosa, la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto por las minorías, el derecho de cada persona a soñar su destino— están siendo cuestionados, debilitados y atacados”.
Agradeció al Gobierno de Mendoza “por haber entendido la gravedad de estas amenazas y estar actuando con firmeza, claridad y de forma preventiva, protegiendo a todos los mendocinos, sin importar a qué minoría pertenecen” y concluyó con un llamado a que “la memoria de las víctimas del atentado a la AMIA sea para todos nosotros una guía moral, y que el dolor de ayer se transforme en la fuerza de hoy para defender lo que somos”.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today