Jerusalén, 6 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA – El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, convocará esta semana a su gabinete de seguridad para decidir los próximos pasos en la guerra en Gaza, en un contexto marcado por el colapso de las negociaciones de alto el fuego con Hamás y crecientes tensiones regionales. La reunión, inicialmente programada para abordar una posible ocupación completa del territorio palestino, fue pospuesta debido a profundas divisiones dentro del gobierno sobre la factibilidad de esta estrategia, según fuentes oficiales.
Informes de medios israelíes, como el Canal 12, citaron a un alto funcionario que afirmó que Netanyahu “se inclina por una campaña militar más amplia” destinada a tomar el control total de Gaza. Esta posibilidad, que incluiría la anexión de partes del enclave, representa una escalada significativa en el conflicto, que ya ha dejado decenas de miles de muertos y ha sumido a la población gazatí en condiciones de hambruna, según reportes internacionales.
El enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, visitó Israel el fin de semana y se reunió con autoridades locales para discutir un plan que, según afirmó, busca poner fin al conflicto. Sin embargo, Witkoff también reconoció que la administración del presidente Donald Trump ha abandonado su propuesta inicial de un alto el fuego temporal a cambio de la liberación de la mitad de los aproximadamente 20 rehenes vivos retenidos por Hamás, optando ahora por una estrategia de “todo o nada” para asegurar la liberación de todos los cautivos.
La posibilidad de una ocupación total de Gaza ha generado fuertes discrepancias dentro del gabinete de seguridad israelí. Algunos funcionarios, incluido el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Eyal Zamir, han expresado su oposición, argumentando que una operación de esta magnitud sería insostenible tanto militar como diplomáticamente. Analistas militares, como Yossi Yehoshua en el diario Yedioth Ahronoth, han advertido sobre los riesgos de una escalada, incluyendo la muerte de rehenes, pérdidas significativas de soldados y problemas logísticos para reubicar a cerca de un millón de civiles en Gaza.
En paralelo, la situación en el norte de Israel se agrava. El líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, advirtió el martes que, si Israel intensifica sus operaciones militares en el sur del Líbano, el grupo retomará los ataques con misiles contra territorio israelí. Estas declaraciones coinciden con una reunión del gabinete libanés para discutir el desarme de Hezbolá, bajo presión de Estados Unidos, en un momento en que el grupo, respaldado por Irán, busca reconstruir su capacidad militar tras el cese al fuego de noviembre de 2024.
La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos. La ONU ha reiterado que Gaza debe permanecer como parte integral de un futuro Estado palestino, mientras que países como Qatar y Egipto, mediadores en las negociaciones, han instado a ambas partes a retomar las conversaciones. Por su parte, la Casa Blanca no ha emitido comentarios oficiales sobre el plan de ocupación, aunque fuentes estadounidenses indican que Trump está “frustrado”.
Mientras Netanyahu busca consolidar el apoyo de su coalición, que incluye partidos de extrema derecha que abogan por la reocupación de Gaza y el establecimiento de asentamientos, las protestas en Israel se escuchan.