Jerusalén, 09 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA–El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció este viernes que su país no busca ocupar la Franja de Gaza, sino “liberar” el territorio del control de Hamás, un día después de que el gabinete de seguridad aprobara un plan para tomar el control militar de la Ciudad de Gaza. En un mensaje publicado en la red social X, Netanyahu aseguró que la operación tiene como objetivo desmilitarizar Gaza y establecer una administración civil que excluya tanto a Hamás como a la Autoridad Palestina y cualquier otra organización considerada terrorista por Israel. Sin embargo, la decisión ha desatado una ola de críticas internacionales y preocupaciones sobre sus implicaciones humanitarias y legales.
“No vamos a ocupar Gaza; vamos a liberar Gaza de Hamás”, afirmó Netanyahu, enfatizando que el plan busca garantizar la seguridad de Israel y facilitar la liberación de los rehenes aún retenidos por Hamás. Según el premier, la operación permitirá crear una administración civil pacífica que asegure que Gaza no represente una amenaza futura para Israel. El plan, aprobado por el gabinete de seguridad el jueves, evita explícitamente el término “ocupación” y se refiere en cambio a “tomar el control” de la Ciudad de Gaza, una distinción que, según el medio israelí Ynet, responde a consideraciones legales para evitar que Israel asuma la responsabilidad de los asuntos civiles en el territorio.
No obstante, un alto funcionario israelí citado por Ynet señaló que esta diferencia semántica es superficial, ya que la operación implica un régimen militar completo en la Ciudad de Gaza. El mismo informe indica que la ocupación podría suspenderse si se logra un acuerdo para la liberación de los rehenes, de los cuales, según estimaciones israelíes, 49 permanecen en Gaza, con solo 20 presuntamente vivos.
La decisión ha generado fuertes críticas tanto a nivel internacional como dentro de Israel. El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia para este sábado, a solicitud de países como Reino Unido, Francia, Dinamarca, Grecia y Eslovenia, tras calificar el plan como una “escalada peligrosa” que podría violar el derecho internacional humanitario. Los ministros de Asuntos Exteriores de Australia, Alemania, Italia, Nueva Zelanda y Reino Unido emitieron un comunicado conjunto en el que “rechazan firmemente” la medida, advirtiendo que agravará la ya catastrófica situación humanitaria en Gaza, pondrá en riesgo a los rehenes y podría provocar el desplazamiento masivo de civiles.
En el ámbito doméstico, la oposición al plan también es significativa. El líder opositor Yair Lapid calificó la decisión como un “desastre” que prolongará el conflicto, incrementará las bajas y generará un colapso diplomático. Asimismo, el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos expresó su preocupación, afirmando que la ocupación de Gaza equivale a “abandonar a los rehenes” y contradice las advertencias de líderes militares. Por su parte, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), teniente general Eyal Zamir, advirtió que tomar el control de la Ciudad de Gaza podría obligar a Israel a asumir la responsabilidad de proporcionar servicios básicos a la población palestina, una tarea que hasta ahora ha recaído en la ONU y organizaciones humanitarias.
La comunidad internacional ha intensificado sus llamados a un alto el fuego, especialmente ante la grave crisis humanitaria en Gaza, donde más de 61.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, según el Ministerio de Salud de Gaza. La hambruna se ha agravado, con al menos 188 fallecidos por inanición, incluidos 94 niños, según las autoridades locales. El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó estar “profundamente alarmado” por los planes de Israel, advirtiendo que podrían resultar en “desplazamientos forzados, más muertes y una destrucción masiva”.
Países árabes como Jordania, Egipto y Arabia Saudita también condenaron la decisión, con el primero acusando a Israel de intentar “afianzar su ocupación” y el último advirtiendo sobre “consecuencias nefastas” para la paz global. En contraste, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, desestimó las críticas, afirmando que las sanciones o condenas internacionales no debilitarán la determinación de Israel.
El anuncio de Netanyahu se produce en medio de crecientes tensiones internas y externas. En Israel, miles de personas salieron a las calles de Ammán, Jordania, y otras ciudades para protestar por la escalada, mientras que en Gaza, los residentes expresaron temor ante un posible avance militar que los deje sin lugar a dónde huir. “Si los tanques avanzan, ¿a dónde iremos, al mar?”, preguntó Abu Jehad, un comerciante de madera gazatí, resumiendo el sentimiento de desesperación.
La Casa Blanca no ha emitido una postura clara sobre los planes de Netanyahu, aunque el presidente Donald Trump expresó su repudio por los videos recientes de rehenes en condiciones de extrema delgadez, calificándolos como “algo horrible”. Mientras tanto, el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, señaló que la decisión sobre cómo proceder recae en el gobierno israelí, reflejando una postura de cautela por parte de Washington.
A medida que el conflicto se acerca a su segundo aniversario, la comunidad internacional sigue exigiendo un alto el fuego, la liberación de los rehenes y un acceso humanitario sin restricciones a Gaza. Sin embargo, las declaraciones de Netanyahu, respaldadas por su coalición de extrema derecha, sugieren que Israel está dispuesto a intensificar su ofensiva, a pesar de los riesgos para los rehenes, la población civil y su posición diplomática global.