En el corazón del Parque Natural de la Sierra Calderona, el municipio valenciano de Serra guarda un tesoro cultural que ha sobrevivido a modas y cualquier avance tecnológico: el cine de verano. Desde 1958, su peculiar sala al aire libre no ha faltado a ninguna cita estival estableciéndose como el cine de verano en funcionamiento más antiguo de toda España . Lo que nació como una pantalla de cañas y yeso, hoy es un referente dentro del sector del séptimo arte nacional, que pasó de la más pura proyección artesanal a pionero en la transición a la era digital.Su historia arranca con la donación de varios campos de naranjos por parte de un vecino al párroco de la localidad, quien decidió edificar en ellos viviendas de protección oficial. Además, « improvisaron un cine con una construcción rudimentaria », explica a ABC Leví Navarro, actual gerente e hijo del fundador. Así, los postes de las líneas telefónicas sirvieron de estructura y la pantalla se levantó, simplemente, con cañas y yeso.Allí, el adolescente Ramón Navarro Arnal —padre de Leví— trabajaba como peón de albañil, hasta que decidió convertirse en aprendiz de proyeccionista con apenas 12 años, de la mano de un vecino de la localidad. Tres años más tarde, en 1961, otro sacerdote reconstruyó el espacio tal y como se conoce hoy, con una pantalla de mayores dimensiones, instalaciones sólidas y un añadido, un trinquete, que compartía espacio con el cine. «Se pensó también como trinquete para jugar a pelota valenciana», no obstante, guarda la peculiaridad de que « como cine es estrecho y como trinquete es más ancho de lo normal», indica el gerente del cine de verano.Noticias relacionadas estandar No El doble afectado por la dana y el incendio de Campanar reabre su negocio: «Se nos juntó todo» Alba Pérez Espada estandar No Reabre el último cine afectado por la dana en Valencia: «Se te congela el corazón» ABCAdemás, guardaba otra peculiaridad, y es que debido a la curvatura de la pared que se realizó en su construcción para mejorar la proyección, «la pelota siempre tendía a irse al centro de la pared», lo que daba ventaja a los pelotaris locales que conocían el secreto. Pero la convivencia de cine y pelota duró pocos años, ya que las apuestas y las discusiones llevaron a la parroquia a prohibir el deporte y centrarse únicamente en las proyecciones. La titularidad del espacio también cambió de manos un tiempo después, cuando Ramón Navarro a sus 22 años, se encontró con la amenaza de su cierre tras una mala campaña estival y decidió arrendarlo junto a tres amigos, aunque más tarde volvió a quedar como único titular.Aunque la primera película proyectada fue ‘El puente sobre el río Kwai’, la que marcó la historia de este icónico cine de verano fue ‘Le llamaban Trinidad’, que esconde una de las anécdotas que más le recuerda a Leví su padre. «En aquella época, una copia de la película era exclusiva para toda la provincia y el Rialto de Valencia la tuvo un año entero, y mi padre convenció a la distribuidora para proyectarla en Serra antes de que llegara a Sagunto. Así nos convertimos en el segundo cine en toda la provincia en proyectarla », detalla.Con el relevo generacional, Leví y su hermano Ramón crecieron cada verano entre rollos de 35 milímetros, cortando entradas y aprendiendo el oficio. En 2011, el cine volvió a hacer historia: « Fuimos el primer cine de verano en toda España que se digitalizó . Mi padre me decía que estaba loco, que era una inversión enorme para solo dos meses, pero eso nos permitió ofrecer estrenos cada fin de semana y mejorar muchísimo la calidad de proyección».Hoy, el cine de verano de Serra sigue abriendo cada temporada, como ha hecho ininterrumpidamente desde finales de la década de los 50. «En la Comunidad Valenciana no queda otro que haya abierto todos los veranos desde entonces», afirma Leví con orgullo. Más que un negocio, es un legado familiar y un rincón lleno de cultura e historia para varias generaciones.
Fuente ABC