A menos de una semana de las elecciones bonaerenses y poco menos de dos meses para las legislativas nacionales, septiembre abrió con un mercado cambiario convulsionado: mientras que el dólar oficial llegó a subir $ 30 el lunes y alcanzó los $ 1390, ahora la divisa retrocedió.
Esto se explica por la intervención del BCRA en el mercado cambiario que el Gobierno explicitó esta semana a través del secretario de Finanzas de Luis Caputo, Pablo Quirno. Ayer, el funcionario informó que, a través del Tesoro, el Gobierno “participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”.
Con esto, el Gobierno logró calmar la fiebre de la cotización del billete en el mercado, con caídas en todas las valuaciones que se sostuvieron este miércoles. Hoy, el blue cotiza a $ 1345 para la venta, mientras que el oficial se consigue a $ 1375.
En este escenario, el economista Orlando Ferreres analizó el mercado cambiario y señaló que los fuertes movimientos del dólar no son casuales, sino el reflejo de tensiones acumuladas en las últimas semanas por el contexto electoral y las medidas macroeconómicas del Gobierno para contener al dólar de cara a los comicios.
Qué tiene que hacer el Gobierno con el dólar después de las elecciones
Según el titular de la consultora OJF, el Gobierno ya “se tiene que sacar de encima las bandas” y modificar el esquema del dólar, algo que comenzó a ocurrir este martes con la intervención confirmada del Tesoro en el MULC.
Pese a la intervención del BCRA en el dólar a través de sus depósitos en el Tesoro, el Gobierno insiste con que las bandas cambiarias se sostienen: “Acá no hay ninguna rotura del esquema cambiario, no hay rotura del esquema de bandas”, dijo ayer Pablo Quirno.
Y detalló: “El Banco Central seguirá comprando pesos en el tope de la banda y seguirá vendiendo en el piso de la banda, de eso nada ha cambiado”.

En este escenario, Ferreres consideró que “las bandas cambiarias actuales son demasiado grandes”. Por ende, y en línea con la proyección del mercado, el especialista anticipa cambios profundos después de las elecciones de octubre.
Según su análisis, el problema de fondo radica en la incapacidad del Banco Central para acumular reservas bajo el esquema actual. “Después de las elecciones del 26 de octubre, se tiene que sacar un poco de encima a esas bandas de 40 pico%”, proyecta Ferreres.
La fragilidad del sistema de reservas argentino es, para el economista, uno de los aspectos más preocupantes de la situación actual. “Yo creo que tenemos que tener un modelo más parecido al de Chile, Brasil, Uruguay que tienen reservas propias, porque las nuestras son prácticamente todo prestado”, advierte.
La situación es tan crítica que, según Ferreres, “las reservas netas son negativas. Cuando vos sacas todo lo que son los swap de China, los préstamos del Fondo Monetario Internacional, lo del Banco Mundial, etcétera, no te queda nada”.
¿Pasa los 1500? A cuánto debería cotizar el dólar luego de las elecciones
En medio de la volatilidad cambiaria, Ferreres también compartió una estimación para el dólar de cara a fin de año y tras el impacto de los comicios nacionales.
Para el economista, el dólar de equilibrio debería ser de unos $ 1600. Este monto, aseveró en diálogo con Ahora Play, “no está tan alejado del valor en que estamos hoy” y permitiría aproximarse a la “paridad teórica de equilibrio con Estados Unidos”.
Esta proyección cobra especial relevancia considerando que la convergencia hacia ese valor de equilibrio se espera “para noviembre o diciembre o enero”, según anticipó el economista.

Finalmente, para el período posterior a las elecciones, Ferreres espera cambios sustanciales en la política económica. “Va a haber un cambio de política económica y vamos a tener una situación más razonable, no tan altas tasas de interés ni tal encaje que está en 53,5%”, proyecta.
Sin embargo, por ahora el Gobierno se mantiene fijo en su estrategia de tasas de interés muy por encima de la inflación -en torno al 50%- para “secar la plaza” de pesos y “mantener una inflación baja para las elecciones”.
Para Ferreres, esta política tiene un costo económico evidente, ya que “el efecto de la tasa de interés sobre la actividad está jugando un papel muy fuerte”.
Así, cree que esta estrategia solo es “sostenible hasta las elecciones nacionales, o sea hasta el 26 de octubre”, tras lo cual “tendrán que resetear todo de nuevo”. No ve “otras alternativas que sean viables” para el gobierno hasta entonces.
Idealmente, concluyó, esto incluiría “algún aumento del tipo de cambio real” que normalizaría actividades como los viajes al exterior y la compra de automóviles, sectores que han visto restringida su dinámica bajo el actual esquema.
Fuente El Cronista