La de Ana Romero ofreció un amplio abanico de posibilidades en la sexta del ‘Alfarero de Oro’ en Villaseca de la Sagra . Una novillada de la que se pudo sacar mucho más con varios ejemplares interesantes que sufrió las consecuencias de una horrible ejecución del tercio de varas. Cristiano Torres saludó las únicas ovaciones de la tarde que navegó entre las buenas sensaciones del encierro gaditano y el concepto dispar de tres novilleros que, según quien lo vea, depende de una cuestión de gustos.Cristiano Torres demostró que no es todo arrebato, que también sabe escuchar. Aplicó las indicaciones de Carlos Aragón Candela desde el callejón y la lidia de sus dos novillos fueron las más aptas -sin contar la nefasta actuación de los picas-. El maño acertó en su planteamiento, buscando la virtud del utrero al natural. Lo cierto es que todo fue más rotundo cuando el maño pausó y arrastró la muleta para alargar el muletazo. Tuvo buen tono su actuación, pero el mal uso de la espada -tónica general de la tarde- fue la sentencia. Más efectivista estuvo frente al segundo. Un concepto quizá exagerado pero lícito y más acorde a su estilo personal. La muestra fue que la faena también subió, quedando todo en una excesiva ovación tras un nuevo fallo con el acero.Noticia Relacionada estandar No Saltillos entre lo duro, lo malo y lo peor en la segunda novillada del Alfarero de Oro en Villaseca de la Sagra Gabriel Moreno Tarde dura y sin trofeos marcada por el constante peligro del encierro de la divisa sevillanaIgnacio Candelas tuvo frente al sexto la oportunidad de hacerse un hueco en la tarde de la mano de la profunda embestida del de Ana Romero al natural . Supo verlo y, por momentos, corrió la mano con gusto para hilar varias tandas meritorias. Se relajó tanto que sufrió una fea voltereta, sin mayores consecuencias , volviendo a la cara del novillo sin éxito tras echar este la persiana. El tercero fue el más áspero y complicado del encierro , con el que alargó sin mucho argumento una faena que se adivinaba sin posibilidades.La tarde de ‘El Mella’ transcurrió entre dos faenas firmes y dos espadazos para olvidar. Se vio por momentos sobrepasado con un cuarto con mucho que decir y que pedía todo bien hecho, dejando algún muletazo aislado. Con el primero, un dulce utrero de Ana Romero, dejó una notable faena al hilo en la que destacó con ambas manos, aunque más sobre la diestra. Sin llegar a decir nada rotundo, dejó una buena impresión siempre a mejorar.Ficha del festejoPlaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Dos tercios de entrada. Novillos de Ana Romero, impecables en su presentación dentro de la morfología propia del encastre. Novillada de interesante juego con varios ejemplares destacados. El tercero fue el menos agradecido de un encierro con posibilidades.Sergio Domínguez ‘El Mella’ (de gris perla y oro): silencio y silencio Cristiano Torres (de maquillaje y oro): ovación tras aviso y ovación Ignacio Candelas (de frambuesa y azabache): silencio y silencio
Fuente ABC