Por Dario Rosatti
Buenos Aires, 17 de septiembre de 2025-Total News Agency-TNA-En un culebrón de intrigas que parece sacado de una novela de espías, surgen con fuerza las versiones sobre la inminente salida de Sergio Neifert de la SIDE, y de ahí las especulaciones sobre otros cambios en el área y como si el destino quisiera agregar pimienta, Total News Agency supo quién podría ocupar el lugar de Director de inteligencia militar, DENEIM: Seria nada menos que el marino retirado Luis González Day, quien ya camina distinto por los pasillos del poder como si la poltrona le estuviera reservada con su nombre grabado. Pero vayamos por partes, porque esta historia tiene más giros que un submarino en maniobras evasivas.
Todo comenzó el martes 4 de septiembre en el quinto piso del icónico Edificio Libertad, sede de la inteligencia naval en Retiro, donde González Day se presentó ante el Jefe Pablo Barbich y la plana mayor de la División Internacional de la ICIA Naval. Con aire distinguido y mirando por sobre el horizonte, el oficial retirado expuso un plan ambicioso para las operaciones que la Armada Argentina emprenderá en el Caribe, en sintonía con los Estados Unidos. Y aquí viene lo jugoso: según fuentes cercanas a TNA, estas maniobras no son un mero paseo turístico por aguas tropicales, sino una ofensiva coordinada contra los carteles de la droga que azotan la región. Washington, bajo la batuta de su estrategia antidrogas revitalizada, ha desplegado en 2025 una flota impresionante –buques de guerra, cruceros de misiles guiados y hasta un submarino nuclear– y unos 4.000 efectivos para interceptar envíos de narcóticos desde Venezuela y otros hotspots del crimen organizado. Motivos sobran: el resurgir de los cárteles latinoamericanos ha puesto en jaque la seguridad hemisférica, y EE.UU. busca no solo golpear el flujo de cocaína hacia su territorio, sino también presionar a regímenes como el de Maduro con una presencia naval que grita “aquí estamos”. La Armada argentina, en este baile diplomático-militar, aportaría patrullajes conjuntos y inteligencia compartida, todo envuelto en el manto de la cooperación regional para combatir el narco, aunque algunos susurran que también sirve para pulir el CV de ciertos oficiales ante los ojos yanquis.
Pero el colofón de la reunión fue el anuncio bomba: González Day, con esa confianza de quien ya huele el café del amanecer, les soltó a sus ex camaradas que él sería el elegido para reemplazar al actual director de la Dirección de Inteligencia Militar (DENIEM), el ente que coordina las inteligencias de las tres fuerzas armadas. Los presentes se quedaron con la boca abierta, como si les hubieran anunciado que el próximo ejercicio naval sería en la pileta del club.
El marino retirado, que hoy cumple funciones en la estructura, asumiría –si todo sale según lo planeado– al frente de esta delicada dirección de inteligencia, en un momento donde las sombras de la SIDE se alargan y las lealtades se ponen a prueba. DENIEM responde en el organigrama de la cabeza del sistema de inteligencia, como uno de sus brazos
Y como si el Edificio Libertad necesitara más drama, apenas unos días después, el 11 de septiembre, estalló –literalmente– un incendio en su polígono de tiro, o al lado, que tuvo a bomberos, SAME y hasta una ambulancia volcada en el apuro por llegar al lugar. Las llamas devoraron el parabalas de goma durante un día de practicas de rutina, obligando a evacuar el edificio entero y generando una columna de humo visible desde varios cuadras. No hubo heridos de gravedad, pero TNA pudo acceder a filmaciones que pintan un cuadro hilarante: el responsable, sería el capitán de fragata (re) Martínez Rumi –un tipo muy pegado a la promoción del almirante Alievi y al misterioso Barbich, el mismo que ‘conchabó’ a la supuesta ‘agente rusa Nikita’ y al ahora apodado ‘Llamarada’ Martínez Rumi–, se pasó de entusiasmo y en vez de ceñirse al arma de servicio, sacó un ‘chiche’ más pesado que disparaba en ráfaga. Peor aún, cargó munición trazante –esas que cada tres disparos dejan estelas rojizas para afinar la puntería–, algo estrictamente prohibido en un polígono como ese. Una de esas balas traviesas traspasó lo que no debía, y ¡zas!, incendio de proporciones. Fuentes de TNA aseguran que Martínez Rumi, con su fama de ‘Llamarada’, solo confirmó su apodo, aunque las autoridades navales guardan un silencio sepulcral sobre el patinazo.
¿Casualidad o fuego amigo? En la Armada, parece que hasta las prácticas de tiro terminan en comedia de enredos.
Este episodio, entre reuniones secretas, alianzas caribeñas y fuegos artificiales no planeados, pinta un panorama donde la inteligencia militar argentina navega entre alianzas internacionales y tropiezos domésticos. Mientras Neifert lidia con sus rumores de salida, González Day ya se ve al mando de la DENIEM, y Martínez Rumi… bueno, esperemos que su próximo tiro sea más certero. El show debe continuar.