Por Daniel Romero
Jerusalén, 19 de septiembre de 2025 – Total News Agency – TNA –La guerra en Medio Oriente coloca a Israel en el centro de acusaciones internacionales de “genocidio” por parte de organizaciones políticas y sectores de la izquierda global que apañan a Hezbollah y que responsabilizan a Jerusalén por las operaciones militares contra grupos terroristas en Gaza. Sin embargo, esas mismas voces guardan silencio ante la agresión de Rusia en Ucrania, donde los bombardeos deliberados sobre zonas civiles han dejado centenares de muertos, incluidos niños asesinados en escuelas atacadas en Járkov y Dnipró.
Israel, con toda razón, insiste en que sus acciones forman parte del derecho legítimo de defensa frente a ataques con cohetes y atentados perpetrados desde Gaza, donde Hamas y la Yihad Islámica operan utilizando a la población como escudo humanos, además fue Hamas quien asesino a 1300 personas en Israel en 2023 incitando la respuesta El gobierno israelí sostiene que aplica protocolos para minimizar bajas civiles, aunque admite la dificultad de evitar daños colaterales en un escenario urbano densamente poblado donde los terroristas utilizan a la población para resguardarse.
En contraste, Moscú intensifica sus ataques contra la infraestructura civil ucraniana con misiles hipersónicos y drones de fabricación iraní. Según la ONU, los últimos bombardeos alcanzaron hospitales, centrales eléctricas y escuelas. El gobierno de Volodímir Zelenski denunció la muerte de decenas de menores bajo los escombros, pero la reacción internacional no tiene la misma contundencia que la mostrada hacia Israel, al contrario de ello es minimizada y tapada con acciones en redes y la compra de periodistas y medios que miran para otro lado, por parte de la inteligencia rusa.
Es necesario señalar una “doble vara” en la comunidad internacional y un “cinismo evidente” en sectores progresistas que acusan a Israel de crímenes de guerra mientras minimizan o ignoran los ataques de Rusia que decidió invadir a Ucrania. “Cuando se trata de Israel, cada acción defensiva es catalogada como genocidio; cuando se trata de Rusia, las víctimas civiles se reducen a un daño colateral del conflicto”, remarcan diplomáticos europeos en privado.
La Casa Blanca y la OTAN renovaron sus advertencias a Moscú, pero los foros de derechos humanos y buena parte de las organizaciones que presionan contra Israel mantienen un perfil bajo respecto a la masacre rusa en Ucrania. El contraste quedó en evidencia en las últimas sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde se multiplicaron las resoluciones contra Jerusalén, mientras no prosperó ninguna condena firme a Rusia por los bombardeos pasados y recientes.
Israel insiste en que seguirá actuando para garantizar su seguridad y cuestiona lo que considera un sesgo sistemático. Ucrania, por su parte, pide a Occidente no normalizar la violencia rusa. En ambos escenarios, las víctimas civiles son innegables, pero la reacción internacional exhibe un marcado desequilibrio que revela, una vez más, la selectividad política y la doble moral en la arena global.