NACIONES UNIDAS / KIEV, 20 de septiembre de 2025 – Total News Agency – TNA –Rusia ha lamentado este viernes que Naciones Unidas no actúe para detener lo que califica como un derramamiento de sangre en Gaza, tras el veto de Estados Unidos a una resolución que pedía un alto al fuego inmediato y permanente. Al mismo tiempo, el Kremlin prosigue con ofensivas aéreas sobre objetivos civiles en Ucrania utilizando cientos de drones y misiles, denunciadas por Kiev como violaciones graves al derecho internacional humanitario.
Acusaciones de Moscú y veto en el Consejo de Seguridad
El trasfondo diplomático se intensifica. En la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada recientemente, Estados Unidos vetó por sexta vez un proyecto de resolución que exigía:
- un cese del fuego inmediato, permanente e incondicional en Gaza;
- la liberación de los rehenes en poder de Hamas;
- la remoción de restricciones a la ayuda humanitaria israelí sobre la Franja de Gaza.
Rusia ha manifestado que dicho veto contribuye al agravamiento de la crisis humanitaria en Gaza, acusando a EEUU de impedir que la ONU actúe frente al sufrimiento de la población civil. Moscú sostiene que la comunidad internacional, incluyendo a las Naciones Unidas, está facultada para actuar, pero ve bloqueado ese camino por el uso del derecho de veto.
Ataques recientes en Ucrania: escala y víctimas civiles
Mientras los debates diplomáticos se intensifican en la ONU, las hostilidades sobre el terreno no amainan. En las últimas semanas Rusia ha lanzado ataques masivos con drones y misiles contra diferentes regiones de Ucrania, que han afectado infraestructuras civiles y provocado bajas entre la población.
- En varias operaciones, se desplegaron cientos de drones acompañados por misiles de crucero y balísticos, con impacto directo en ciudades consideradas relativamente seguras.
- En uno de esos ataques recientes, al menos dos civiles murieron y más de veinte resultaron heridos, además de daños materiales en zonas residenciales, universidades y negocios, especialmente en el oeste ucraniano.
- Las Naciones Unidas han reportado que junio de 2025 fue el mes más mortífero para civiles en Ucrania desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, tanto por la cantidad de víctimas como por la intensidad de los bombardeos.
Kiev, así como organismos internacionales de derechos humanos, han condenado estos ataques, calificándolos de indiscriminados y advirtiendo que la utilización masiva de drones y misiles incrementa el riesgo de crímenes de guerra.
La tensión diplomática: doble rasero, según Rusia
Desde Moscú se señala que el contraste entre la permisividad ante los ataques en Gaza y la condena internacional a los bombardeos en Ucrania revela un doble estándar. Rusia exige que ONU detenga lo que describe como una “masacre sistemática” en Gaza, y critica que los mecanismos multilaterales queden paralizados por decisiones políticas de potencias con poder de veto.
Rusia también subraya que, para hacer justicia a las normas internacionales —entre ellas los convenios de Ginebra— no basta con condenas verbales, sino que se requiere acción concreta, lo que para Moscú está siendo bloqueado por actores como Estados Unidos.
Reacciones e implicaciones
- Por parte de Ucrania: El gobierno de Kiev denuncia que estos ataques masivos no solo buscan desgastar militarmente sino quebrar la moral civil, y pide más ayuda internacional para mejorar sus defensas aéreas y anticipación ante este tipo de ofensivas.
- En Naciones Unidas: Después del veto estadounidense, muchas delegaciones expresaron frustración y urgieron caminos alternativos para generar presión diplomática, amplificar la asistencia humanitaria y documentar las violaciones a los derechos humanos en Gaza, aun cuando el Consejo de Seguridad no avance.
- Implicaciones legales y políticas: Se vislumbra un reforzamiento de las reclamaciones ante tribunales internacionales y organismos de derechos humanos para investigar los ataques en Ucrania, así como una presión creciente sobre los países que ejercen veto para que reconsideren su posición, especialmente frente al sufrimiento civil en Gaza.
La situación actual evidencia una tensión creciente entre las acciones militares de Rusia que golpean gravemente ciudades civiles en Ucrania, y su reclamo diplomático para que Naciones Unidas detenga también la violencia en Gaza. El pulso se libra tanto en el campo de batalla como en las salas diplomáticas, donde la eficacia de las instituciones internacionales está siendo puesta a prueba.