Buenos Aires, 2 de octubre de 2025 — Total News Agency – TNA –Desde la Casa Rosada aseguran que el presidente Javier Milei habría decidido el reemplazo de Patricia Bullrich al frente del Ministerio de Seguridad Nacional, en un momento en que la ministra intensificó su reclamo público contra el diputado José Luis Espert, a quien le exige aclaraciones por supuesto vínculo con el narcotraficante Fred Machado. Hasta ayer circulaba la versión de que el sucedor sería alguien de plena confianza de Bullrich, pero fuentes oficiales afirman que el nuevo designado responde directamente al Presidente y su círculo más cercano.
Crisis con Espert y guiño presidencial
Bullrich reapareció en el debate público exigiendo que Espert responda de manera clara frente a las acusaciones que lo involucran con Machado. “Tiene que volver a los medios y contestar claro. Punto”, sostuvo la ministra. Aun así, la Casa Rosada habría interpretado esta postura como poco alineada con la estrategia global del gobierno en medio del escándalo. En las últimas horas, varios funcionarios relativizaron la importancia política de los reclamos de Bullrich y subrayaron que Milei mantiene su respaldo total al legislador libertario.
La decisión de anticipar el cambio en la Seguridad coincide con el momento en que el Ejecutivo intensificó su apoyo mediático a Espert, buscando contrarrestar la presión de la oposición y contener fracturas internas en La Libertad Avanza. El hecho de que Bullrich haya insistido en la exigencia pública a Espert contrasta con el tono de protección que ha adoptado el Presidente hacia su aliado político.
Estrategia de gabinete y reordenamiento político
El nombre del futuro ministro de Seguridad no trascendió aún, pero los voceros que conocen los movimientos internos coinciden en que el relevo integrará una reconfiguración de gabinete proyectada para la “segunda fase” de gestión de Milei, posterior a las elecciones legislativas. Esta estrategia contempla que las decisiones funcionales respondan menos a pactos sectoriales y más al mando directo presidencial.
En este contexto, la salida de Bullrich y su reemplazo por alguien de mayor fidelidad política podría fortalecer el control del Ejecutivo sobre la agenda de seguridad, reduciendo así las divergencias internas mientras atraviesa una crisis electoral y mediática centrada en el caso Espert.