La limpieza del hogar cambió desde la pandemia. Hoy, muchas personas buscan opciones más económicas y naturales para mantener sus espacios libres de virus y bacterias.
Una de las fórmulas más elegidas es la combinación de vinagre de manzana y agua oxigenada. Este dúo, fácil de conseguir y sin químicos agresivos, ofrece resultados similares a los de la lavandina.
¿Por qué funciona esta mezcla?
El vinagre de manzana tiene propiedades antimicrobianas. Se elabora a partir de manzanas fermentadas y se usa desde hace décadas para limpiar.
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La acción del ácido acético ayuda a eliminar suciedad y gérmenes. Por su parte, el agua oxigenada -también conocida como peróxido de hidrógeno- actúa como desinfectante y oxidante. Juntos, forman una solución capaz de eliminar bacterias como Salmonella y E. Coli en superficies contaminadas.
El paso a paso para preparar el desinfectante casero
Para usar esta mezcla correctamente, se recomienda tener dos botellas con atomizador:
Precauciones importantes sobre la mezcla milagrosa
Aunque es seguro para la mayoría de los materiales, no se debe aplicar sobre mármol. Las fórmulas ácidas pueden dañar superficies porosas. En cambio, sí se puede usar en granito, cuarzo y cerámica.
Además, es clave no mezclar ambos productos en una sola botella. La reacción química puede reducir su efectividad. Usarlos por separado, en el orden indicado, garantiza mejores resultados.
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Ventajas frente a otros productos
Este desinfectante casero no es tóxico, no deja residuos fuertes y es apto para hogares con niños o mascotas. También aporta brillo a los objetos, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan limpieza y estética al mismo tiempo.
Fuente El Cronista