Buenos Aires, 6 de noviembre de 2025 – Total News Agency-TNA-La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner asistió este jueves de manera virtual a la audiencia inaugural del histórico juicio por los denominados “Cuadernos de las Coimas”, tras la intervención del juez Enrique Méndez Signori, integrante del Tribunal Oral Federal N.º 7, quien pidió expresamente que todos los imputados activaran su cámara — ella fue una de las que tuvo que ajustar la señal con ayuda de su defensor. El proceso, en el que está acusada como jefa de una asociación ilícita que operó entre 2003 y 2015, comenzó con la lectura de la acusación que revisa 204 hechos de cohecho, de los cuales 40 le están atribuidos directamente.
El momento se registró al inicio de la audiencia, cuando el tribunal advirtió que “no todos los imputados aparecen en cámara, es deber del tribunal velar por que esta lectura se haga en presencia de los mismos”. Fue entonces cuando los abogados de algunos acusados realizaron ajustes técnicos. Entre ellos apareció Carlos Beraldi, defensor de Kirchner, quien desplazó la cámara para permitir que la exmandataria quedara visible. El hecho ocurrió en su domicilio de la calle San José 1111, donde cumple prisión domiciliaria por otra causa.
Durante la sesión, el tribunal procedió a leer el requerimiento de elevación a juicio, que acumula cientos de páginas y se extenderá por semanas. Según fuentes del expediente, el Liste de imputaciones ubica a Cristina Kirchner como dirigente del esquema ilícito y detalla la participación de exaltos funcionarios, 65 empresarios y otros colaboradores. Antes del inicio, la expresidenta había calificado el proceso como “otro show judicial” desde su cuenta en X, denunciando acusaciones que describió como “opereta” y exigencias destinadas a “distracción” política.
El Tribunal Oral Federal N.º 7, integrado por Méndez Signori, Fernando Cañero y Germán Castelli, dio comienzo a las audiencias semanales que se extenderán durante años. La acusación está a cargo de la fiscal general Fabiana León y otros asistentes fiscales que participaron de la investigación. El centro del caso es un chofer, Óscar Centeno, que soportó su registro manuscrito, denominado “cuadernos”, y que documentó movimientos de dinero realizados por funcionarios y empresarios para acceder a contratos públicos.
Pese a la sofisticación del sistema probatorio — que incluye registros, testigos colaboradores y cruce de datos bancarios — la estrategia de defensa de Kirchner mantiene un discurso de persecución política. Desde su prisión domiciliaria afirmó que “podrán inventar causas, manipular jueces o escribir fallos… pero no van a detener la organización del peronismo”. El cambio de formato a virtual por Zoom introduce un elemento inédito en su presencia en juicio: la directora del proceso verificó que la conectividad y visibilidad sean completas, y la advertencia al inicio buscó evitar maniobras de ocultamiento o invisibilidad digital.
Este primer día se desarrolló sin incidentes mayores y se prolongó por más de cuatro horas, fundamentalmente con la lectura del pliego acusatorio. Las próximas audiencias seguirán el mismo esquema y ya se ha anticipado que intervendrán más de 600 testigos, tanto presencialmente como por videoconferencia. Para los analistas, el juicio no sólo apunta a dirimir responsabilidades individuales, sino a reconstruir un sistema de financiamiento ilegal del poder político vía obra pública que marcó gobiernos anteriores.
Para Cristina Kirchner esta audiencia marca un nuevo tramo en su prolongado enfrentamiento con la Justicia. Ya condenada por otra causa a seis años de prisión y actualmente bajo arresto domiciliario, ahora afronta la mayor causa de corrupción de la historia argentina. En su entorno cuentan que el modo virtual le permite participar manteniendo control remoto del entorno y acceso limitado al auditorio digital. En los pasillos judiciales se comenta que los ajustes de cámara o de conexión fueron motivo de atención especial, pues el tribunal pretende evitar que alguno de los 87 acusados pueda seguir el debate sin posibilidad de ser visto.
La lectura del pliego continuará las próximas semanas. Una vez finalizada, los acusados tendrán la posibilidad de hacer planteos de nulidad, ofrecer pruebas, y luego comenzará la etapa de indagatorias. Para la defensa de la expresidenta, la batalla legal combinará aspectos formales, de tecnología procesal, y de fondo político-institucional. El proceso se perfila como un hito jurídico para el país: no se debate sólo la suerte de Cristina Kirchner, sino también el legado de un periodo de gobiernos y el control del financiamiento de la política pública.

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