La Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València (CEFUV), promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), EDEM Escuela de Empresarios, el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA), el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y la Universitat de València (UV), y que cuenta con la colaboración de CaixaBank y Broseta ha organizado hoy la VIII Jornada de Empresas Familiares en el Mundo , con el objetivo de presentar y debatir el impacto de las narrativas familiares en la empresa familiar. La presidenta de EDEM Escuela de Empresarios, Hortensia Roig, ha inaugurado la octava edición de la jornada «Empresa familiares en el mundo», celebrada un año más en las instalaciones de EDEM, para debatir el impacto de las narrativas familiares como herramienta estratégica en la empresa familiar. Durante su intervención, ha puesto en valor el papel de la empresa familiar como motor de continuidad y compromiso intergeneracional, destacando su vocación de largo plazo y la importancia de preservar los valores fundacionales. Asimismo, ha subrayado que la capacidad para afrontar y resolver los problemas es un factor clave en la continuidad y la longevidad de las compañías.El encuentro ha reunido a dos figuras internacionales de referencia en el análisis de las narrativas familiares: Allan Discua, de Lancaster University, y Alexandra Dawson, de Concordia University. Ambos expertos han compartido los hallazgos más recientes de sus investigaciones, ofreciendo una perspectiva global y actual sobre el papel de las historias en la empresa familiar.Noticias relacionadas estandar No Hortensia Herrero, única coleccionista de arte española en la lista de los Top 200 Collectors que publica ARTnews ABC estandar No El Palau de les Arts estrena ‘Enemigo del pueblo’, comprometida ópera de Francisco Coll Alberto González LapuenteDurante su intervención, el profesor Allan Discua ha subrayado el papel esencial que juegan las narrativas en la construcción y transmisión de la identidad empresarial. «Todas las familias empresarias tienen una historia que contar, una leyenda que cumplir, una tragedia que lamentar», ha afirmado, destacando cómo las historias permiten articular la cultura organizacional y reflejan valores, mitos y aprendizajes compartidos a lo largo de generaciones.Discua ha señalado que las narrativas familiares ayudan a vincular el presente con los recuerdos, y permiten pensar en el camino que debe seguirse. En este sentido, ha abordado el reto de la sucesión, un tema que muchas familias evitan por su carga emocional, pero que resulta clave para preservar el legado. «Lo mejor es ser capaces de creer en una historia: saber de dónde venimos, cuáles son nuestras raíces, qué funcionó, qué no, y por qué seguir adelante», ha concluido.Por su parte, la profesora Alexandra Dawson ha subrayado el valor de las narrativas como herramienta esencial para comprender en profundidad las dinámicas de las empresas familiares. «Las narrativas pueden descubrir lo que los números por sí solos no pueden, revelando dinámicas ocultas como emociones, motivaciones, identidades y relaciones en las familias y sus negocios», ha afirmado. Asimismo, ha destacado que «las narrativas pueden ayudar a interpretar roles y comportamientos a lo largo del tiempo, fortalecer la continuidad y preservar la identidad y los valores compartidos a través de las generaciones».Dawson ha puesto el foco en la importancia de motivar a las nuevas generaciones, promoviendo la confianza en los sucesores, integrándolos en la toma de decisiones y ofreciéndoles espacios de autonomía y pertenencia. Como mensaje central, ha reivindicado la «innovación a través de la tradición», recordando que el objetivo no es paralizar la organización, sino transmitir su historia dentro de su propia evolución.Tras las ponencias académicas, la jornada ha continuado con una mesa redonda que ha permitido contrastar la visión investigadora con la experiencia directa de empresarios familiares. Moderada por Alejandro Escribá, director de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València, la sesión contó con la participación de Ignacio Alberola (CEO Family Office La Española), Fátima Zamorano (vicepresidenta del Grupo AZA) y Federico Martín (CEO de Transportes Martín), junto a los profesores Allan Discua y Alexandra Dawson.Ignacio Alberola ha compartido la trayectoria de La Española, empresa familiar con más de 85 años de historia, destacando cómo la tradición ha sido el motor de su transformación tecnológica. «La Española, guiada por la visión innovadora de la familia Alberola, ha hecho de la tradición de rellenar aceitunas, un motor de innovación abierta y de transformación tecnológica, manteniéndose a la vanguardia del sector y reafirmando su leit motiv – Una Aceituna Como Ninguna-», ha afirmado. También ha subrayado la importancia de preparar a las nuevas generaciones, creando espacios donde puedan recoger el conocimiento de sus predecesores y desarrollar todo su potencial.Por su parte, Fátima Zamorano ha aportado la visión del Grupo AZA, empresa familiar con más de 111 años de actividad. Así, ha puesto el foco en la importancia de compartir los aprendizajes que surgen de los errores, una práctica poco habitual entre empresarios. «Los empresarios no contamos los errores y de ellos se aprende un montón. Hay que contar a la familia lo que no ha funcionado», ha señalado. También ha destacado el valor de los lobbies empresariales como espacios de enriquecimiento y conexión, y ha subrayado la utilidad de las historias compartidas entre empresas familiares como fuente de reflexión sobre la gobernanza y la toma de decisiones. Federico Martín, representante de la cuarta generación de Transportes Martín, ha puesto el foco en la profesionalización y el arraigo de los trabajadores como pilares de continuidad. Ha reivindicado la necesidad de abordar los temas incómodos, priorizando siempre la empresa, y destacando el valor de la humildad y el trabajo en equipo como legado transmitido durante más de un siglo.Como cierre, Alejandro Escribá ha compartido una reflexión personal sobre los valores heredados de su padre, destacando que «esos valores de no dañar me han quedado muy arraigados; es una historia de fracaso, pero de éxito en el aprendizaje».Las conclusiones de la jornada han puesto en valor el poder transformador de las historias familiares en la empresa. Se ha destacado que las narrativas bien construidas no solo explican comportamientos, sino que ayudan a consolidar valores, conectar generaciones y construir el legado. La comunicación, la transparencia y el sentido de pertenencia han sido identificados como elementos clave para fortalecer la continuidad y afrontar la complejidad de las decisiones empresariales más allá de lo racional.
Fuente ABC

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