Caracas, 23 de noviembre de 2025-Total News Agency-TNA–Seis compañías aéreas internacionales anunciaron este sábado la suspensión de sus operaciones con destino o procedencia de Venezuela, luego de que la Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos emitiera una advertencia para la aviación civil por el aumento de “actividad militar” en el espacio aéreo venezolano.
Las aerolíneas involucradas —Iberia (España), TAP Air Portugal (Portugal), Avianca (Colombia), Caribbean Airlines (Trinidad y Tobago), GOL Linhas Aéreas Inteligentes (Brasil) y LATAM Airlines Group (Chile) — difundieron la medida tras recibir de sus autoridades reguladoras la alerta del organismo estadounidense.
La presidenta de Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza, confirmó el sábado la suspensión de los vuelos y señaló que la decisión deriva del aviso emitido por la FAA y del entorno de creciente riesgo operativo para las compañías que vuelan hacia o desde el país caribeño.
La FAA emitió un boletín (NOTAM) en el que advierte que en la Región de Información de Vuelo de Maiquetía (FIR SVZM) “podría existir una situación potencialmente peligrosa para la aviación civil” debido al “deterioro de la seguridad y el aumento de la actividad militar en Venezuela o sus alrededores”. En ese sentido indicó que dichas “amenazas podrían representar un riesgo para aeronaves a todas las altitudes, incluyendo durante el sobrevuelo, las fases de llegada y salida del vuelo, y para aeronaves en tierra y aeropuertos”.
Según el documento, la vigencia de la alerta se extiende hasta el 19 de febrero de 2026, y exige a los operadores dar aviso con al menos 72 horas de antelación si tienen previsto volar en la zona.
La advertencia también menciona que, desde septiembre, se han registrado interferencias del sistema global de navegación satelital (GNSS) en la FIR SVZM, así como una movilización masiva de tropas de Venezuela y ejercicios militares que podrían afectar los sobre vuelos.
En respuesta, Iberia canceló sus rutas de lunes en adelante hacia Caracas “hasta nuevo aviso”; TAP anunció la cancelación de vuelos para el sábado y el próximo martes; GOL, Avianca y LATAM también comunicaron que suspenden temporalmente sus operaciones con Venezuela. Algunas otras aerolíneas menores continúan operando, aunque con creciente incertidumbre.
La decisión de las aerolíneas se produce en un contexto de notable escalada militar de EE. UU. en el Caribe, donde despliega entre otros activos al portaaviones USS Gerald R. Ford y fuerza de interdicción marítima, en lo que el Gobierno de Donald Trump califica como campaña antinarcóticos. La alerta de la FAA vincula precisamente esta actividad militar con el deterioro de la seguridad aérea en la región.
Desde septiembre, Venezuela ha realizado una serie de maniobras militares, movilizado miles de soldados y reforzado sistemas antiaéreos portátiles (MANPADS) y artillería antiaérea, según informes públicos de las autoridades estadounidenses. Aunque el régimen de Nicolás Maduro no ha declarado intención de atacar aeronaves civiles, posee aviones de combate avanzados y sistemas de armas capaces de alcanzar o superar altitudes de operación de aeronaves comerciales, lo que incrementa el riesgo entorno a sus rutas de vuelo.
Desde el punto de vista empresarial, la suspensión afecta no solo la conectividad de Venezuela con Europa y la región andina, sino que pone de manifiesto la profundización del aislamiento internacional del régimen madurista. Las aerolíneas han apuntado a una imposibilidad de garantizar condiciones normales de operación, lo que corrobora el colapso de la infraestructura civil en el país y la fuga de compañías internacionales ante un entorno de riesgo creciente.
Analistas regionales señalan que la medida puede agravar aún más la crisis económica venezolana, al limitar el acceso de turistas, ejecutar la logística de carga y retraer inversiones en el sector transporte. En paralelo, el régimen de Maduro intentó minimizar la gravedad de las medidas, calificando la alerta como parte de una “campaña de agresión” de Washington, pero la ausencia de un plan de contingencia claro para el espacio aéreo evidencia la debilidad del sistema aeronáutico nacional.
En definitiva, la suspensión de vuelos demuestra cómo la combinación de militarización del espacio aéreo venezolano, control político sobre las rutas y la presión internacional derivan en un nuevo estrangulamiento de la economía venezolana, mientras el régimen narco que encabeza Nicolás Maduro y somete a los venezolanos enfrenta un aislamiento cada vez más severo.

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