La Comisión Europea quiere hacer realidad la visión de la doctrina china que expresó su presidenta Ursula von der Leyen en 2023: dar pasos reales no hacia la desconexión de la economía del gigante asiático, pero sí hacia una verdadera estrategia de reducción de riesgos (de-risking, en inglés). El Ejecutivo comunitario ha presentado este miércoles dos textos con los que pretende avanzar en este objetivo, y que incluye propuestas concretas destinadas a que las industrias europeas reduzcan significativamente su exposición a China a lo largo de su cadena de suministro. “La apertura sin seguridad se convierte en vulnerabilidad. El comercio se está convirtiendo en un arma”, ha explicado Maros Sefcovic, comisario de Comercio y Seguridad Económica.
Por ejemplo, el Ejecutivo comunitario plantea la vinculación de acceso a ciertos fondos públicos de la Unión Europea a que las compañías que los reciban puedan demostrar que su cadena de suministro de materias primas críticas está diversificado. En 2026 la Comisión señala que habrá 700 millones de euros disponibles dentro del Fondo para la Innovación sobre tecnologías limpias y para cadenas de suministro de materias primas críticas, y como parte del proceso de selección los técnicos comunitarios darán “prioridad a los proyectos de fabricación de tecnologías limpias mediante el abastecimiento de materias primas críticas dentro de acuerdos de compras nacionales o de fuentes diversificadas de socios fiables”. Teniendo en cuenta que en muchas materias primas críticas, como las llamadas tierras raras, China controla más del 90% del suministro europeo, el reto es enorme.
“Cuando el promotor del proyecto demuestre que esto no es factible, se exigirá un plan para la rápida diversificación del suministro”, añade la Comisión, que apunta, como parte de su estrategia de seguridad económica, que las inversiones de otras instituciones como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) también deben alinearse con el objetivo de reforzar la autonomía y la seguridad de las cadenas de suministro. Además, Bruselas señala que animará a los Estados miembros a que con el presupuesto nacional o de la UE “den prioridad al apoyo a las empresas de la UE que reducen la dependencia exterior en sectores críticos, especialmente en proyectos específicos de tecnologías e infraestructuras críticas identificadas como de alto riesgo”. “Del mismo modo, se debe impedir que los proveedores de alto riesgo de terceros países accedan a la financiación de la UE y nacional”, apunta el texto.
El documento sobre seguridad económica es una estrategia, y por lo tanto marca una hoja de ruta pero no tiene fuerza jurídica. Sin embargo, todo lo relacionado con materias primas críticas (CMRs, por sus siglas en inglés) sí que es un texto legal y adquirirá fuerza como tal cuando sea aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, donde eurodiputados y Estados miembros incluirán previsiblemente distintas modificaciones. La Comisión Europea propone también controlar los análisis de riesgo de las cadenas de suministro de las grandes compañías europeas, y, en caso necesario, y plantea tomar medidas legislativas adicionales para obligarlas a reducir su exposición a determinados actores, principalmente a China. Bruselas propone identificar a las grandes empresas que “utilizan materias primas estratégicas” para distintos ámbitos: baterías, hidrógeno, energías renovables, el sector aeronáutico, bombas de calor, transmisión y almacenamiento de datos, robótica, drones, radares, satélites o chips avanzados, entre otros sectores.
La Comisión lanzará un plan “Europe first” en las licitaciones públicas
Nacho Alarcón. Bruselas
Estas compañías tendrían que informar al Ejecutivo comunitario del mapa de su cadena de suministro, de dónde se extraen, procesan o reciclan sus CMRs, de los análisis internos que realicen de los riesgos para el suministro de sus materias primas, así como ofrecer a la Comisión “una evaluación de su vulnerabilidad ante las interrupciones del suministro”.
Diversificar suministros
Aquel año en el que Von der Leyen realizó su discurso más duro respecto a China la Comisión Europea puso dos pilares sobre los que ahora sigue construyendo: la Ley de Materias Primas Críticas, en marzo de 2023, y la estrategia de seguridad económica, unos meses después. Se trata de un cambio de mentalidad: de la era del libre comercio en el que creció la Unión Europea y sobre la que se ha basado su modelo económico, a un nuevo escenario en el que la apertura comercial de manera naíf puede convertirte en una presa fácil en la nueva era de la depredación comercial y de la proyección de poder de los grandes bloques.
Ahora la Comisión quiere que la Unión Europea establezca un límite máximo de dependencia a un país tercero que sea del 65%, con el 35% restante teniendo que venir de distintos socios, tanto dentro de la propia UE como lo que en Bruselas califican de “socios de confianza”. El Ejecutivo comunitario también pide reducir riesgo de filtración de conocimiento y señala que “utilizará sus herramientas e iniciativas para establecer y aplicar medidas específicas, como la condicionalidad de las inversiones extranjeras que fomenten la transferencia de tecnología a entidades de países que socavan deliberadamente nuestra seguridad económica”. La semana que viene la Comisión publicará el Acta de Aceleración Industrial, en la que pretende añadir requisitos de contenidos europeos para ciertos sectores industriales.
Fuente El Confidencial

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