La decisión judicial fue de la Cámara de Casación Penal, que ordenó seguir adelante con la investigación contra el ex funcionario, que dejó su cargo en 2009, cuando se hizo pública la pesquisa.
El fallo, que revoca el sobreseimiento de Peluso, fue dictado por los jueces de la Sala III de la Cámara de Casación, Eduardo Riggi, Mariano Borinsky y Liliana Catucci.
Los magistrados dieron marcha atrás con una decisión de la Sala A en lo Penal Económico, que confirmaba un fallo de primera instancia anterior, integrada por Nicanor Repetto, Edmundo Hendler y Juan C. Bonzón Rafart.
La causa prosperó a instancias del fiscal Ricardo Weschler y del querellante Rubén José Curdi, quien denunció supuestas actividades de Peluso en el barco Estrella de la Fortuna, donde prestaba dinero a apostadores.
Curdi, que dijo haber trabajado en esa supuesta mesa de dinero, se mostró activo en la causa como querellante. Según le dijo Curdi al diario Perfil en 2009, Peluso habría prestado 14 millones de dólares en seis meses.
El querellante aportó 157 planillas donde dejó asentado los millones de pesos/dólares que prestaron a jugadores del casino.
En esta causa, Peluso está siendo investigado por la imputación de Curdi de omitir declarar ante la AFIP las ganancias de su participación en una sociedad de hecho que se mantuvo entre 1999 , 2000 y varios años más que “brindaba asistencia financiera” a los jugadores del barco casino, según el fallo de Casación.
Esas maniobras, de comprobarse, podrían constituir el delito de evasión fiscal, dijo el tribunal.
La Justicia, al comienzo de la investigación, le pidió a la AFIP que averiguara sobre esta sociedad de hecho, pero el organismo concluyó que “no surgen elementos que permitan establecer la existencia de la sociedad de hecho denunciada, ni el acaecimiento de hecho imponible alguno, ni indicios que permitan cuantificar una presunta evasión fiscal”.
Pero los jueces de la Casación señalaron que lo que se investiga es si existió “una maniobra para que una sociedad de hecho denominada Casino Flotante ocultara en diversos períodos fiscales sumas millonarias de ganancias producidas como consecuencia de la actividad financiera marginal, llevada adelante en esa sede”.
Por eso entendieron los jueces que no se hicieron todas las medidas conducentes a verificar la existencia y el monto del hecho y, en razón de ello, “no es posible descartar la hipótesis delictiva”.
Curdi dijo que sus actividades se hacían a la vista de la Lotería y que el negocio de los préstamos no era atractivo por el interés que pagaban los apostadores, que era ínfimo, sino que “la ganancia extraordinaria estaba en el 12,5% de lo que perdía cada jugador, que el barco le pagaba a Peluso y los socios”.
Este fallo pone a Luis Peluso al borde del procesamiento, ya que López Biscayart lo indagó en agosto del año pasado sobreseyéndolo, de forma inusual, a las veinticuatro horas de terminada la declaración , cosa inédita considerando los tiempos burocráticos que se toman en ese Juzgado para resolver la situación de imputados en otros casos de evasión fiscal. Y sobre Peluso sobran datos que ponen a su propia hija como posible testaferra de su propio padre, con una propiedad en Naples –Florida- EEUU dudándose de su capacidad económica para haber podido comprar por si misma ese inmueble.
También la esposa de Peluso manejaba una agencia de viajes, lo que debe ponerse en contexto con tantísimos movimientos migratorios del ex hombre fuerte del gobernador Scioli, hacia Las Vegas –EEUU- donde, se sospecha, organizaba torus de apostadores desde la Argentina como empresa casi permanente.
Peluso adjunto que sus ingresos provenían de utilidades de una empresa de limpieza de familia -Linser-; ahora el juez deberá corroborar ese dato con los balances de dicha empresa, cruzando esa información con las declaraciones juradas de Peluso extensiva a todo su entorno familiar; inclusive no se descarta un peritaje contable sobre los balances y la documentación de la misma Linser para ver si es o no cierto que Peluso tan solo vivía de las utilidades que dijo retirar de dicha empresa; y todo esto deberá ser cruzado con sus gatos corrientes.
Ese certificado de impunidad fue avalado no tan solo por una irregular actividad de la AFIP DGI sino también por la Cámara en lo Penal Económico, que en forma risueña dijo que como habían transcurrido cierto tiempo difícilmente las medidas probatorias requeridas por el querellante Curdi pudieran esclarecer el caso.
Ahora la Casación pone las cosas en orden, y también la Contadora Pilar Rego, de estrecha confianza y vinculación con Peluso, seguramente será llamada a indagatoria, situación que la complicaría por cuanto ya tiene otorgadas más de una probation, lo cual –de ser luego procesada con Peluso- la llevaría a una prisión preventiva.
Otra de las personas que está en el centro de la escena es Miguel Ángel Egea, vinculado en el pasado al fallecido empresario Alfredo Yabrán, y al batallón 601, donde –desde algún sector de organizaciones de derechos humanos- se lo vinculara a posible participación en crímenes aberrantes cometidos en la ESMA.
Dado las abultadas sumas de dinero que surgen de las planillas aportadas por Curdi donde se detallan los importes prestados y la tasa que cobraba el Casino, resulta improbable que el caso de evasión fiscal pueda ser considerado como simple y no agravado.
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