El déficit acumulado en el sistema sindical de salud fue de alrededor de $ 7.000 millones entre enero y agosto de este año, según los números que manejan en la conducción
de la CGT. La cifra fue puesta sobre la mesa en el almuerzo que la semana pasada Alberto Fernández compartió con la mesa chica cegetista en la Quinta de Olivos. Por Carlos Galván
Aunque en un primer momento trascendió que los sindicalistas estaban detrás de una suba de un punto en los aportes de los trabajadores y de otro en las contribuciones patronales para darle aire a las obras sociales, en realidad lo que negocia la CGT es otra cosa: que el salvataje se incluya en la ley de Presupuesto, que será presentada este martes en el Congreso.
“Lo que tiene a favor que se haga dentro del Presupuesto es que el auxilio tiene fecha de inicio, el 1° de enero de 2021, y de finalización, 31 de diciembre de 2021”, confió uno de los sindicalistas que almorzó la semana pasada con el Presidente.
Gerardo Martínez, Carlos Acuña, Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Antonio Caló y José Luis Lingeri, la semana pasada en la Quinta de Olivos.
Durante esos 12 meses, dijo ese gremialista, se debería trabajar en un paquete de leyes para lograr reanimar a un sistema de salud que está “al borde del colapso”.
¿De cuánto sería la ayuda que recibirían las obras sociales vía la ley de Presupuesto? Por ahora se desconoce incluso si el ministro de Economía Martín Guzmán está de acuerdo con la idea, aunque el OK final será de Alberto Fernández.
Lo que si manejan en la CGT es que con las subas de un punto de las contribuciones patronales y otro punto de los aportes de los trabajadores se recaudarían alrededor de $ 6.000 millones mensuales. Ese es el monto del auxilio que están buscando, en total unos $ 72.000 millones anuales.
Un dato para poner la cifra en perspectiva: la Ciudad irá a la Corte para reclamar por la quita de un punto en la coparticipación que equivale a $ 45.000 millones anuales. En la actualidad, el Estado ya está ayudando financieramente a las obras sociales.
Las obras sociales se financian con una contribución del 6% que hacen los empleadores y un aporte de 3% del sueldo de los trabajadores (9% en total). La semana pasada el ministro de Salud Ginés González García blanqueó que la CGT pretendía subir esos aportes del 9 al 11%.
Pero ahora en la central sindical ven improbable que la idea reúna consenso político -debería ser aprobada por el Congreso-, además del rechazo que obtuvo del sector empresario apenas trascendió la iniciativa.
Por eso ahora el plan es la ayuda salga del Tesoro y que sea incluída en el Presupuesto 2021. “Es antipático políticamente, pero está en riesgo que se caiga el sistema de salud”, advirtió un jefe sindical.
Según los números que manejan en la CGT, el sistema sindical de salud recauda $ 29.000 millones por mes y otros $ 5.000 millones el Fondo Solidario de Redistribución, encargado de los reintegros a las obras sociales por los tratamientos de alta complejidad.
Alberto Fernández con Héctor Daer.
En el propio Gobierno admiten que la cifra es “exigua” y que el sistema está “completamente desfinanciado”. El aporte promedio de los trabajadores a las obras sociales es de $ 1.820 mensuales, pero el costo del Plan Médico Obligatorio (PMO) es de $ 2.600, según indican en el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS).
A esto se suma que los nuevos tratamientos y equipamientos médicos son cada vez más caros.
“La realidad es la que manda. Los recursos del sistema solidario de salud no alcanzan”, apuntó Gerardo Martínez, titular de la UOCRA y miembro de la mesa chica cegetista.
Héctor Daer, secretario general de la CGT, agregó: “A los avances en medicina no los podes frenar, pero hay que encontrar la forma de poder financiarlos”.
En la central obrera utilizan el ejemplo de la metformina, un conocido medicamento que se utiliza para la diabetes y que puede costar alrededor de $ 500 en la presentación de 500 mg por 60 comprimidos. “Pero fueron apareciendo combinaciones de la metformina con drogas nuevas que la fueron encareciendo. Algunas pueden costar $ 7.000”, apuntaron.
A esto se suma el desarrollo de medicamentos para enfermedades raras pero que tienen costos exorbitantes.Es el caso de Spinraza, que se comercializa a US$ 27.000 y se utiliza para el tratamiento de la atrofia muscular espinal (AME), una enfermedad que padecen 142 personas en la Argentina.
Hay un nuevo medicamento de terapia génica que promete curar la atrofia muscular espinal. Su nombre es Zolgensma y fue aprobado el año pasado por la FDA. Su costo es de US$ 2,1 millones, pero aún no se comercializa aquí. “¿Cuándo ocurra, como haremos para costearlo?”, se preguntó el presidente de una obra social sindical.
José Luis Lingeri, el sindicalista de Obras Sanitarias es el “experto” de la CGT en el el sistema de salud.
En la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, que preside Pablo Yedlin (Frente de Todos-Tucumán) hay en estudio una serie de iniciativas para solucionar los problemas del sistema de salud.
# Reducir la cantidad de obras sociales (hoy hay 300 y se cree que al menos 100 son completamente deficitarias).
# Integrar bajo un mismo sistema para que todos tengan las mismas reglas a las obras sociales sindicales, las de las provincias, las de las universidades, las de las Fuerzas Armadas y el PAMI.
# Reformular el PMO y redefinir qué prestaciones y medicamentos básicos cubre.
# Excluir del sistema solidario de salud a las “enfermedades catastróficas”, es decir las de alto costo médico. La idea es financiarlos a través de un seguro especial que se financie con el aporte de todas las obras sociales.
# Una agencia que regule el precio de los medicamentos.
# Una ley para fortalecer la ANMAT, que el organismo tenga un escalafón y una mejora en los salarios del personal.
# La creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (AGNET).