“En todo el país hay una enorme cantidad de niños, niñas y adolescentes que se han desconectado y no tienen la posibilidad de darle continuidad a su aprendizaje, por diversos motivos.
De manera que este problema hay que enfrentarlo y reconocerlo. Hay que hacer acuerdos paritarios para que se vuelva a la presencialidad. Nos parece que empezar un camino como el que está haciendo la Ciudad de Buenos Aires es para analizarlo y medirlo día a día”, dice a Clarín Sara García, secretaria general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET).
Así, dio el “visto bueno” a las clases en espacios públicos, la iniciativa porteña. Desde la otra vereda, el gremio docente Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) insiste con el rechazo a la vuelta de las clases presenciales. Sea en las aulas o en las plazas.
Esta es la “grieta” gremial de la Educación en medio de la pandemia del coronavirus, entre pupitres vacíos y pantallas que no llegan a todos.
El contrapunto es un limbo, pese a que, este miércoles, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, lo subestimara. “No hay una puja con la Ciudad” por el retorno a clases, sólo son “miradas distintas”, sostuvo. Pero, a la vez, el ministro aseguró que el territorio porteño “es la única jurisdicción con la que tuvo “una discrepancia”.
Trotta señaló que el ya hay “6.500 computadoras listas para ser entregadas a la Ciudad, esperamos la autorización”. Con esa cifra de dispositivos, buscan convalidar la cantidad de chicos y chicas que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta señaló como quienes no lograron continuar las clases de manera virtual.
La Ciudad realizó una presentación informal al Ministerio de Educación de la Nación para que 6.500 estudiantes tengan clases en espacios públicos como parques o plazas y otra cantidad -que serían unos 24.000- tengan clases presenciales en la calle y en la vereda de las escuelas tanto públicas como privadas. Proponía que las clases en espacios públicos arrancaran a partir del 28 de septiembre, para que los alumnos retomen el vínculo con sus docentes.
Los gremios docentes rechazaron la propuesta ese mismo día. “Es una actitud anticuarentena, que muestra un desconocimiento de los procesos educativos”, afirmó la secretaria general de (UTE-Ctera) en Capital Federal, Angélica Graciano.
“La ministra (de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña) anunció que van a dar clases en las plazas y equiparó dar clases al aire libre a tomar una cerveza en la vereda de un bar, lo que habla del desconocimiento de los procesos educativos”, siguió.
Volviendo a la Ciudad, Manuel Becerra, profesor de historia en territorio porteño y magister en historia de la UNSAM, dijo que “salir a comparar las escuelas con los bares ya te marca una postura que no tiene una mirada pedagógica sino de acomodar objetos en el espacio”.
Por otra parte, Guillermina Tiramonti, investigadora del Área de Educación de Flacso, afirmó que “es necesario salir a buscarlos, conectarlos (a los alumnos que no lograron la continuidad pedagógica de manera virtual) y, ya que no tienen posibilidades de conectarse por internet, llevarlos a un centro para que puedan recuperar su escolaridad para mantenerlos conectados con la escuela”. Consideró que “si se toman los recaudos necesarios, no hay riesgos sanitarios” en la propuesta del gobierno porteño.
Ahí coincidió el titular del Centro de Políticas Públicas y especialista en Educación, Gustavo Iaies, quien dijo a Télam que la idea del retorno a la presencialidad “aborda uno de los principales problemas que tiene la cuarentena para la escuela, que es la falta de sociabilización de los chicos y el corte de la relación de los chicos con los adultos de la escuela”.
“Ya veremos cuánto más o menos podremos trabajar los contenidos escolares, pero me parece que es una hermosa iniciativa para iniciar el retorno”, afirmó.
En tanto, en Provincia, la secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, destacó que se trabaja desde hace meses junto a la Dirección General de Cultura y Educación en protocolos para cuando la situación sanitaria permita el regreso a las aulas. En el mismo sentido, dijo que se volverá a las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires recién “cuando lo aconsejen las autoridades sanitarias”. La dirigente sindical remarcó: “La prioridad es lo sanitario”.
Clarín