El sábado 5 de diciembre, Moscú empezó a aplicar la vacuna rusa Sputnik V a los trabajadores con riesgo de contraer covid-19. La capital rusa abrió 70 centros de vacunación, inicialmente para trabajadores sociales, personal médico y maestros. “Se puede vacunar a los ciudadanos de los principales grupos de riesgo que, por sus actividades profesionales, están en contacto con muchas personas”, dijeron las autoridades.
La viceprimera ministra a cargo del área de Salud, Tatiana Golikova, dijo en una videoconferencia el viernes que “los vacunados deben evitar los lugares públicos y reducir la ingesta de medicamentos y alcohol, que podrían inhibir el sistema inmunológico, dentro de los primeros 42 días”, es decir, después de haberse aplicado la primera de las dos dosis, según consignó Reuters.
Alexander Ginzburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, salió este miércoles 9 a aclarar los dichos de la viceministra. “Sobre el consumo de alcohol y la vacuna Sputnik V, por supuesto, no estamos hablando de una prohibición total del alcohol durante la vacunación. Sólo estamos hablando de una limitación razonable de consumo hasta que el cuerpo haya formado su respuesta inmune a la infección de coronavirus”, explicó.
El médico agregó que “esto es cierto no sólo para Sputnik V, sino también para cualquier otra vacuna. Es importante comprender que el consumo excesivo de alcohol puede reducir significativamente la inmunidad y, por lo tanto, reducir la eficacia de la vacunación o hacer que no tenga ningún sentido”, dijo,
“Del mismo modo, no se recomienda tomar medicamentos que supriman el sistema inmunológico en un plazo de 42 días mientras se establece la inmunidad al coronavirus. Todas estas son recomendaciones estándar para la vacunación a fin de lograr la máxima eficacia. Sin embargo, los médicos recomiendan no beber alcohol durante 3 días después de cada inyección” de la vacuna indicada contra el Sars-Cov2, detalló Ginzburg.
C.F.E.