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Fin de año con toque de queda en París. Sin Reveillon en los Campos Elíseos, sin champagne con amigos, sin abrazos ni bailes. Con restaurantes, bares, clubes, brasseries cerrados hasta no se sabe cuándo. Solo el fuerte, electrizante deseo de que el 2020 se acabe para que comience un 2021 con aire fresco, libertad y salud para todos está dando esperanzas a Francia.
A pesar de las restricciones por el coronavirus, en “tête a tête” o de a seis por casa, los franceses están dispuestos a celebrar como sea porque es una suerte de liberación pensar en el futuro que llega. Un San Silvestre muy particular. El que viole las reglas y salga de la casa en el toque de queda deberá pagar 134 euros, y 200 euros si es la segunda vez en 15 días.
Se acabaron los colchones inflables en las casas de camping. Una mochila es obligatoria porque los que celebran se quedan en la casa del que invitó para escapar al toque de queda. Un largo “pijama party”, con desayuno. Como cuando eran chicos. El límite de la fiesta es de seis adultos yun chico para el encuentro de fin de año. El toque de queda funciona entre las 8 de la noche a las 6 de la mañana. Pero desde el 3 de enero comenzará a las 6 de la tarde ante el alza de casos.
Foies gras, tournedós, chocolates, frutos de mar, champagne es el menú de las fiestas en Francia. La inventiva entonces. Reveillon al mediodía.
Una plaza desierta en el centro de París, bajo fuertes restricciones por la pandemia. Foto: AFP
Los hoteles parisinos tienen los restaurantes cerrados pero han inventado el fin de año en cama. Champagne, foies gras y langostas en la habitación, a 350 euros las dos personas. Un éxito entre la gente, harta del confinamiento nocturno eterno. La fórmula: “El que come, duerme”. Incluye el desayuno al día siguiente.
Disfraces y fiestas clandestinas
El alquiler de disfraces continúa en París. Esta vez sin máscaras porque ya son obligatorias por el Covid 19. Para despedir un 2020 atroz, el modelo más alquilado es el “disco 1980 de John Travolta”, las “pailletes”, y los modelos de jazz 1930. Y la música baja para no molestar ni a los vecinos ni a los que denuncian el ruido. La policía busca las “fiestas clandestinas”, un punto peligroso de contagio.
En ciertos territorios franceses, la venta de alcohol está prohibida. En Rennes no se permitió comprar bebidas alcohólicas después de las 4 de la tarde del jueves.
En los Pirineos Orientales, los vendedores de alcohol bajaron la cortina. En la isla de la Reunión, territorio de ultramar francés que no está demasiado afectado por el Covid, los bares y restaurantes están abiertos hasta medianoche.
Al menos 100.000 policías y gendarmes serán desplazados para impedir violar las restricciones y organizar fiestas clandestinas. La policía teme la violencia urbana en esta noche de fin de año. Son tradicionales los enfrentamientos en los suburbios entre jóvenes y fuerzas del orden. Muchos quieren llegar a celebrar en los Campos elíseos en el servicio de trenes RER y la violencia estalla cuando la policía lo evita.
El presidente Emmanuel Macron tenía previsto hablar al país, tras su convalecencia de Covid en Bregançon, en la Costa Azul. ¿Cómo levantar el espíritu en este año deprimente?
El futuro y cómo vacunarán en Francia es el gran interrogante para los franceses.
La inoculación es la más lenta de Europa y con la mayor cantidad de negacionistas de la vacuna: el 56 por ciento se niega a dársela. La vacuna debe ser la esperanza y el jefe de Estado deberá persuadir y llamar a la resistencia colectiva, frente a una tercera ola que parece inevitable.
Reducirá los impuestos a las ganancias, a la producción, cuando faltan 500 días para las elecciones presidenciales francesas. La Unión Europea habla de un pasaporte de vacuna para viajar.
Gran Bretaña, en emergencia
Este extraño Nuevo Año conmueve a todos. Gran Bretaña celebra su liberación de la Unión Europea. Pero el 75 por ciento del reino está confinado en nivel 4, el máximo, ante el aluvión de aumentos de casos de Covid: un récord diario de 55.892 casos y 964 muertos este jueves.
Un frío feroz y con nieve. Un comienzo de 2021 blanco está anunciado en Gran Bretaña, con temperaturas de 8 grados bajo cero en Inglaterra y 12 bajo cero en Escocia.
Un año en que los británicos están pensando en abandonar la ciudad y sus pequeñas casas para vivir en el campo. Las propiedades han aumentado hasta un 7,3 por ciento desde diciembre. El mínimo precio es de 230.920 libras esterlinas, en un desafío a la caída de la economía. Brighton, Oxford, Southampton, Yorkshire son las zonas donde más han subido los precios frente a estos nuevos proyectos.
El centro de Londres, en alerta por coronavirus, con poca gente en las calles. Foto: REUTERS
Los empresarios y comerciantes ruegan por más apoyo en la zona Tier 4 para salvar los empleos en la industria hotelera, cerrada en Navidad y fin de año. Un millón de locales están cerrados en estas fiestas. Sus propietarios los ofrecen como lugares de vacunación.
El puerto de Dover pos Brexit ha sido duramente castigado primero por el bloqueo de camiones de Navidad y ahora porque los camiones se redirigen hacia otros puertos para evitarlo. Era la puerta de entrada para importaciones y exportaciones desde Europa.
El popular mercado de Camdem, en Londres, este jueves. Foto: AP
Hartos de esperar respuestas del gobierno británico, muchas empresas cambiaron las rutas de sus líneas de transporte. Muchas compañías farmacéuticas se trasladaron con sus cargas al puerto francés de Cherburgo, de allí a Rosslare en Irlanda y después a Gran Bretaña.
Los hospitales están agobiados en este fin de año. Médicos y enfermeras no pueden soportar la presión, ante la severidad de la epidemia y la falta de personal y los limitados excedentes de oxígeno. El impacto sobre el personal hospitalario ha sido atroz.
En casa
La policía británica advirtió al público que se quede en casa durante la víspera de Año Nuevo, diciendo que habría multas para quienes fueran sorprendidos organizando fiestas.
Los oficiales superiores de las dos fuerzas más grandes de Gran Bretaña instaron al público a cumplir con las regulaciones y dijeron que por la noche patrullarían oficiales adicionales.
La Policía Metropolitana dijo que los londinenses deberían “celebrar en la comodidad de sus propios hogares, no en la casa de familiares y amigos”. La policía del Gran Manchester dijo que “no deberían ocurrir grandes reuniones y fiestas”.
Manchester se ha unido a Londres en el Nivel 4, lo que significa que los miembros del público deben “quedarse en casa”. Sin embargo, la policía dice que continuará explicando las reglas y alentando a los juerguistas a dispersarse en lugar de arrestarlos.
Multas para salidores
El comandante Paul Brogden, quien dirige la operación de fin de año para Scotland Yard, advirtió que “el público puede esperar ver oficiales desplegados en la capital, apoyando a las comunidades y enfocándose fuertemente en las pocas personas que intentan violar e ignorar la guía implementada para mantener a todos a salvo”.
Dijo que los recursos se concentrarían en las áreas que estaban experimentando las tasas de infección más altas.
“Si nos damos cuenta de los eventos planificados que infringen las regulaciones de Covid, nos comprometeremos con los organizadores o lugares para que sean plenamente conscientes de las consecuencias legales”, dijo. “Si no cancela estos eventos, como los eventos musicales sin licencia, es probable que el organizador se enfrente a una multa muy significativa”, advirtió.
Un año tumultuoso en el mundo y en el reino. Con una gran noticia de fin de año para los británicos: la vacuna Oxford AstraZeneca en marcha, cuya distribución de 100 millones de dosis comenzará en marzo. Será una oportunidad para el primer ministro Boris Johnson de redimirse de una catastrófica conducción de la crisis sanitaria.
París, corresponsal
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