Argentina cuenta ahora con una ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) que amplía los derechos de las mujeres y garantiza su atención en el sistema público de salud, después de una extensa lucha de los colectivos feministas que terminó en histórica victoria tras 12 horas de debate en el Senado.
El proyecto fue sancionado en la Cámara alta con el voto de 39 senadores y el rechazo de 29, lo que convirtió a la Argentina en uno de los primeros países de América latina en disponer de una ley de este tipo. Hasta ahora, existía una legislación de vigencia centenaria que exponía a las mujeres que acudían al aborto a una condena de cárcel y sólo permitía la interrupción de los embarazos en casos de violación o de peligro de vida para la persona gestante.
Ahora, con la normativa lograda, las mujeres podrán interrumpir un embarazo hasta la semana 14 sin temor de ir a prisión y el sistema de salud pública deberá garantizar la cobertura de la intervención de manera gratuita. El aborto legal se convirtió en ley luego de una maratónica sesión del Senado que se extendió durante 12 horas, y que fue seguida por miles de manifestantes y colectivos de mujeres de todo el país.
Medios de todo el mundo reflejaron en sus portadas la sanción del proyecto en Argentina y destacaron que la instauración de la nueva ley “abre un camino en América Latina“. La cadena estadounidense CNN calificó de “histórica” la sanción de la norma y destacó la “gran victoria para los defensores del derecho al aborto en el país de mayoría católica”, mientras el diario español El País remarcó que se “abre un camino en América Latina”. Por su parte, el diario El Universal, de México, reflejó el hecho “histórico” a través del cual Argentina se “se une a Uruguay, Cuba y Guyana, los únicos países de América Latina en donde el aborto es legal”.
La transversalidad de este proyecto, que dividió a las dos principales fuerzas políticas del país pero en general a toda la sociedad, transformó a esta norma en una de las pocas que logró trascender la llamada “grieta” que divide a los argentinos en materia política.
En la oposición, la sanción de la ley significó una derrota interna para los “celestes” de Juntos por el Cambio, una mayoría dentro del espacio, y sumó otro sinsabor para el expresidente Mauricio Macri, que hasta último momento llamó a sus aliados a “no ser funcionales” al Gobierno.
Los intentos del exmandatario por convencer a los “verdes” de Juntos por el Cambio fracasaron, y la sanción fue entendida como una victoria de la alianza gobernante Frente de Todos que había impulsado la iniciativa y que en los últimos días había salido a buscar los votos uno por uno.
La indefinición de algunos senadores que mantuvieron en reserva su posición hasta el último minuto hizo que la sesión fuera una de las que mayores expectativas concitara no sólo en la opinión pública sino en el resto de los países de habla hispana.
Pocas leyes como esta -con excepción de la referida a la resolución 125 de retenciones agropecuarias, en 2008- llegaron al recinto con un resultado tan incierto al punto de que se especulara con que la vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, pudiera llegar a desempatar. Al igual que durante la sesión de la Cámara de Diputados, que el 11 de diciembre había votado a favor por 131 contra 117, el debate del Senado, que terminó 38 a 29 -más una abstención-, fue seguido desde los palcos por diversas personalidades de la política y el gabinete.
Tras la sanción de la norma sobre el aborto, el Senado aprobó además por unanimidad el proyecto de Ley Nacional de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, conocido también como el Plan de los 1.000 días.
Los festejos siguieron en la calle, en las inmediaciones del Congreso y hasta en otros barrios porteños con bocinazos de automóviles que circulaban en horas de la madrugada.
Testimonios
Dirigentes históricas de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que transitan sus setenta y tantos años, se permitieron bailar junto a la jóvenes. “Poder, poder, poder popular / Luchar con la compañera le gusta a ustedes… / Y ahora que estamos juntas / Y ahora que sí nos ven / abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer… / y ¡arriba el feminismo que va a vencer!”, la canción insignia de la lucha por el derecho al aborto sonó fuerte en la madrugada argentina.
Majo Corvalán, con la voz quebrada por la emoción, dijo a Télam que hoy se plasman “15 años de organización” desde la Campaña. “Trabajamos 14 horas por día, elaborando argumentos, contenidos, haciendo redes; son 15 años de padecer cada vez que nos enterábamos que una piba se moría”, compartió la dirigente feminista. “Vamos a descansar y a organizarnos para que se aplique la ley en todo el país, los antiderechos vienen por nuestros derechos”, añadió.
Llantos, abrazos y aplausos de las jóvenes, grandes protagonistas en los últimos dos años del reclamo en las calles, completaron un cuadro que era esperado con ansiedad por un sector del país: el pleno acceso al derecho al aborto. Para Lorena de Socorristas en Red, la ley “es un cambio enorme en las prácticas abortivas, significa ser, por fin, un país en serio”. Y consideró que “este cambio no se para con nada”.
A su lado, Vanina llora y abraza a sus compañeras, mientras se mezclan sus cabellos violetas y el glister del rostro y las flores de su cabeza. “Hoy somos mas libres”, comentó a Télam, y consideró que “valió la pena cada lucha”.
Recordó especialmente a Ana María Acevedo, que murió en 2007 en Santa Fe donde se le negó el acceso al aborto no punible mientras convivía con cáncer. “En ella, homenajear a todas las que murieron por abortos clandestinos o se les negó el derecho”, resaltó Vanina.
Desde el escenario de la Campaña resaltaron que “Ya no será ley, es ley. Después de 15 años de lucha” e invitaron a desconcentrar con “alegría y tranquilidad”.
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